miércoles, 31 de diciembre de 2008

EL AÑO DE LA MUDANZA

Empecé el año mudándome a vivir a Madrid. Y la mudanza ha durado 365 días. Al principio el miedo, el descontrol, la incertidumbre… hicieron su aparición y no me dejaron dormir… pero no necesité de demasiados somníferos… para acostumbrarme y adaptarme a la capital… No me convertí en Heath Ledger… pero el día que murió conocí a John y gracias a él, conocí, unos días más tarde, ya en febrero, a José… un ser maravilloso que entró en mi vida para hacerme sentir Lisboa mucho más cercana… Hablé con José por primera vez en Lisboa… desde los probadores de Pepe Jeans… él me invitaba a comer cerca de su trabajo y yo tenía que marcharme de nuevo para Madrid… pero desde ese día la comunicación vía email o móvil no desapareció, hasta que nos encontramos en Madrid, una calurosa noche de Julio, en mitad del orgullo gay.

Fue un final de invierno frío, largo, una primavera llena de insultos, patadas, palizas verbales, agresiones… que fácil es provocar… que sencillo… pero cuanto miedo dan los intransigentes, los moralistas… Y lo mejor es la ignorancia… el silencio… y emigrar… Bruselas, Brujas, Gante, Amberes, Lylle, Paris, Nantes, Burdeos, Toulluouse… Me esperaban con su frío, sus ríos, sus noches, sus catedrales, sus pensiones… y su vida… y yo me fundí en ella… Pero en medio de los insultos aparecen personas maravillosas que te leen desde otras ciudades… personas ricas… que van pasando de ser sólo letras a tener vísceras, venas, arterias… Ana llego gracias a Love of Lesbias, El canalla gracias a las casualidades, Patri gracias a Inma… pero poco a poco empezaron a formar parte de mi, nuestro, día a día…

Y con Mayo mis cosas encontraron su lugar, por ahora, en este mundo, yo me sentí feliz en Madrid… y empecé a romper más vínculos con Martos… era doloroso pero necesario… en cambio, yo ya no lo era… el teatro había dejado de tener sentido: asesinaron el aula de teatro y a su monitor con alevosía y nocturnidad… y el teatro se convirtió en una horrible mole a la que llenar de “ganao”… y cuanto menos piense ese “ganao”… mejor… ya lo decía Franco y se lo he oído decir algún concejal o concejala… a mi pueblo pan y circo.

Junio se presentó con ganas de paternidad y con ganas de fútbol y futbolistas sudorosos que nos alegraron las noches de este verano que se resistía a llegar. Un verano donde amigos fueron abandonados y el desamor hizo aparición… y tuvimos que combatirlo a base de mojitos, cenas a deshoras, conversaciones de madrugada en mitad de plazas… noches interminables… Pidiéndole con devoción a nuestra Virgen del Carmen que nos siguiera permitiendo ser como ella… ser Carmelas hasta la médula… yo recé con devoción, junto al canalla… y creo que nuestros rezos fueron escuchados y la Mari Carmen nos regalo un verano (sin duda ha sido todo un año) repleto de extrañas coincidencias… reencuentros… casualidades y causalidades… ¡El mundo se toca, Paco!... nuestro grito de guerra del verano… es una verdad… o tal vez, el mundo, nuestro mundo, mi mundo sea más pequeño de lo que creía… Todos nos relacionamos y terminamos conectándonos… encontrándonos… necesitándonos… queriéndonos… amándonos… e incluso odiándonos… Lisboa fue la escenografía donde esos o estos cruces fueron posibles… Cynthia, Félix y yo iniciamos un viaje… hacia la ciudad del Tajo… y allí se nos unieron mil y un personaje… que desde entonces han tejido una extraña maraña de relaciones que no sabemos dónde nos llevarán… menudo Agosto… menudo Verano del Amor… menuda revolución sexual…menuda Lisboa… y luego la Feria… y las llamadas de teléfono… y Cádiz…

Y llega septiembre… y Madonna aterriza en Sevilla mientras me creo enamorado… y paso unos días de vacaciones junto al mar… y mis uñas crecen… y soy feliz… por unos días… y cumplo 38 años y Luís 37 y Cynthia 32 y Jesús 37… y nos juntamos para celebrar que nos queremos… que somos algo más viejos y más listos y más guapos y más viciosos y más modernos y más divertidos y más guapos y más plenos y mejores cuando estamos juntos… y nos damos cuenta que no estamos solos y que tenemos muchos a nuestro alrededor que nos quieren y nos llenan de amor y que bailan con nosotros la revolución sexual…

Y el facebook intenta, casi lo consigue, matar a la estrella de los blogs… pero gracias al facebook me reencuentro con Carolina… y decido que nada matará mi blog… mis ganas de comunicarme a través de las palabras…

Se acaba mi verano del amor con la llegada de Noviembre… y es un mes duro… un mes donde decido olvidar… y cuento cada uno de mis dolores… me desahogo… mi blog me libera… me mitiga… me serena… me tranquiliza… escribo y me siento algo mejor…

Y el uno de diciembre Lisboa me espera… y allí descubro la poesía, la belleza y las miles de historias que pueden sugerirte unos zapatos, una papelera y la Alfama… y decido que, alguna vez, viviré allí… y al volver… descubro que el teatro de Martos se hunde… y yo no quiero que se me caiga encima y decido, mientras un italiano me la chupa, que debo concluir la mudanza… que mi reino no es de este mundo… y que Madrid me lleva esperando más de 16 años… y que debo serle fiel por unos meses… Esa es mi propuesta para este año… ser fiel a Madrid por unos meses… y por lo demás nada más… que se acaba 2008 y me quedo con lo bueno: besos; noches lisboetas, madrileñas, marteñas, en Bruselas o en Amberes; penetraciones dadas y recibidas; cenas; desconocidos que se vuelven conocidos y viceversa; amigos; conciertos; alguna película; un capítulo; muchas canciones; alguna playa; mojitos y gin tonic de seaphire; un libro; un atardecer; un comic; un amanecer y otro; nuestro orgullo y nuestros cumpleaños… y espero que este 2009 nos siga complementando y enriqueciendo. Os quiero a quien os quiero y a los que no, no… y de algunos siempre recordaré el polvo o polvos que echamos… espero que este 2009 me regale muchos más…

lunes, 22 de diciembre de 2008

ESTE MUNDO ESTÁ LOCO


Este mundo está loco. Es domingo 21 de diciembre de 2008. Estoy en un starbucks en Madrid, delante de un ventanal desde donde admiro la Plaza de España y la Calle Princesa. Me he levantado temprano, he caminado por todo el centro. Nos mezclábamos los madrugadores con los que volvían aún con su pelotazo. Ayer yo era uno de ellos. El sábado de madrugada, ya amanecía, volvía para casa, después de pasar una noche de farra. Empezamos Luís y yo cenando en un burguer king… Todos los restaurante estaban llenos de comidas post navidad… Luís decía que incluso el burger king estaría lleno de pobres celebrando la navidad… era imposible andar por la ciudad… las calles estaban abarrotadas de gente estúpida… de familias imbéciles… de pandilla de subnormales que no sé porque extraña razón iban disfrazados con estúpidos pelucones, pelucas de llamativos colores, gorros rojos y blancos, cuernos de reno… eran una manada de ridículos… celebrando ¿qué? Ahh… La puta Navidad… todos venían de participar en alguna comida de empresa… comida de amigos… comida de familia… comida de mentiras… comidas carísisisisimas… cuando todos andan asustados con la supuesta y verdadera crisis… comidas pagadas a veces por las empresas privadas u otras pagadas por el propio estado o ayuntamiento… pagadas por nosotros mismos… parece que llega la navidad y todo se olvida… parece que todo se permite… en esas comidas se busca el conocimiento interno de los trabajadores de la propias empresas… es una comida donde la empresa pone todo de su parte: buena comida, alcohol, las drogas van por parte de los trabajadores… para que los asalariados terminen follando los unos con los otros… sólo una vez he participado en tan ridículo espectáculo y comprobé como se iban desatando el peloteo de los inferiores por los superiores, como los que se odiaban durante el año brindaban con felicidad, como hombres casados y estables miraban de reojo a mujeres casadas… y terminaban compartiendo barra, copa, coca y cama… y ese día decidí objetar… soy objetor oficial de las comidas de empresa… de las comidas de navidad… incluso si pudiera objetaba de la navidad… pero no puedo… tengo una madre… unas hermanas… y amigos maravillosos que le gustan abrazarme y decidme feliz navidad… yo me callo y los abrazo… y los huelo… y para mis adentros pienso… ojalas no os vayáis nunca… pero mientras pensaba todo esto compartía con Luís hamburguesas, patatas, aros de cebolla, cola y brownie… nos pusimos como cerdos… y de ahí a la fiesta de casa John… dónde estaba José Lisboa y José León… allí bebimos… tomamos y nos pusimos preciosos… bailamos como locos desde la Britney Spears a los Pet Shop Boys… y cuando la fiesta decayó unos cuantos nos fuimos en busca un lugar donde terminar la noche y poder bajar bailando todo lo que nos estaba subiendo… Las colas en Madrid para entrar a los club de moda son mortales (desde que murió el chico en el Balcón de Rosales, se cumplen las normas a rajatabla y los locales son jodídamente escrupulosos con el aforo). El ocho y medió imposible, la OHM más imposible todavía… en ese momento echamos en falta no haber invitado a la fiesta a algún amigo famoso que siempre te abre las puertas… y no nos quedo más remedio que ir al strong… El strong es el local de ambiente gay más conocido en Madrid y fuera de Madrid… ya que tiene uno los cuartos oscuros más grande de Europa… allí todos los que vamos, vamos en busca de carne… y de romanticismo… así que imaginé como iba a terminar la noche… pero mi cuerpo no estaba para mucho desenfreno sexual… así que me quedé charlando con un amigo… en la barra… mientras mis otros amigos se sumergian en el cuarto oscuro en busca de más amor… y mi amigo y yo nos quedamos hablando de más amor… entre musculosos sudorosos sin camiseta y olor a poppers… me contaba su historia y yo le hablaba de las mías… en un momento dado él recibió un mensaje de su historia invitándole a dormir con él… y se marchó dejándome sólo en la barra… ¿Qué hacer? ¿Marcharme? ¿o sumergirme en el cuarto oscuro, donde los móviles iluminan, como un concierto de U2, las caras de los futuros enamorados? Camino del cuarto resplandeciente me cruce con un rostro de niño con barba que me sonrió. Dudé pero me volví a sonreírle. Él me volvió a sonreír y yo me cerque y empezamos a hablar. Entrecruzamos nombres… nacionalidades… David era Italiano de Milán… pero residía en Madrid… y sin mucho más comenzamos a besarnos… ¡Joder… que bien besaba… como sabía utilizar la lengua… como besaba el cuello… que dulce sabía…! Continuamos besándonos durante más de una hora… hablábamos poco… además… quién quiere hablar cuando tienes delante a un tipo que besa de verdad… que mueve su lengua dentro de tu boca… y te lame detrás de las orejas y te toca con tacto delicado debajo de la camisa… y te recorre la espalda con sus dedos… era excitante… y yo sólo pensaba en poder dormir con él… Le pregunto que qué hacemos… Él mira su reloj y me dice que a las 8 entra a trabajar… vaya y son las seis y las luces del local empiezan a encenderse… del cuarto del amor oscuro comienza a salir todo tipo de fauna… toda sudada… todos de uno en uno… el amor parece haber triunfado poco y el sexo mucho… David me confiesa que había ido al Strong en busca de sexo puro y duro… orgías… o algo así… yo le digo que no pierda más tiempo conmigo y se meta a ver lo que queda… me dice que debe irse… yo le digo que yo también… salimos juntos… recogemos nuestras cazadoras… y en la puerta toca despedida… y nos enzarzamos en un nuevo beso largo y sabroso… yo no me quiero marchar… quiero seguir besándolo… le digo que lo acompañó hasta Callao… nos besamos en cada esquina y al llegar a Callao… nos besamos con pasión en la puerta de Rodilla… algunos heteros borrachos se extrañan… ¡El mundo está loco!... y seguimos lamiéndonos los cuellos… es difícil separarse del niñato de 27 años que besa como un legionario romano y decido acompañarlo hasta Gran Vía… y en la esquina de Gran Vía con Callao continúo besándolo… y el semáforo se pone verde un par de veces… y decido cruzarlo a la otra orilla y nos besamos en la puerta de Caja Madrid donde unos chinos intentan vendernos cerveza y bocadillos… y el italiano me sorprende contestándoles en chino y teniendo una conversación con ellos que yo jamás entenderé… y le propongo acompañarlo hasta su casa… le queda un poco más de uno hora para llegar a su trabajo… me dice que sólo hasta la puerta de su casa… tiene que ducharse… y no puede llegar tarde… si subo es capaz de no ir a trabajar… le pido su teléfono… me lo da… mientras cruzamos la plaza de los antiguos cines Luna… y subimos corredera de San Pablo… me pregunta que si lo llamaré al día siguiente… yo le digo que sí… y llegamos hasta el portal de su casa… Ahora toca despedida… pero hay mucha gente borracha saliendo de un bar que hay al lado… me invita a entrar a su portal… allí nos besamos como animales… nos bajamos los pantalones… y él comienza a comérmela… parece como si quisiera que me corriera… yo me excitó por la situación… estoy a punto de correrme… le digo que quite la boca… y me dice que no, le gusta tragárselo… ¿qué?, digo… Él me pide que me corra en su boca… Yo paro… le digo que de que va… Él me contesta que es su problema… yo le digo que desde luego… en esos momentos mi excitación se ha perdido… me subo los pantalones… y decido marcharme… Me despido con un pico frío y distante… Salgo del portal… No entiendo nada… no comprendo nada… Me marcho hacia casa solo… de nuevo cruzo la Gran Vía… Sol, la plaza Mayor, el kiosco de la Latina… el País… mi cama… solo… Y pienso…¡Viva la Navidad! Este mundo está loco…

Quiero dedicarle este artículo a la concejala de cultura… porque trabajar con ella ha sido la experiencia más maravillosa que he tenido nunca… Con mujeres como ella entiendes que la cultura tiene sentido… que trabaja por y para ella, sin ningún otro interés personal… que no le importa los números sino la formación de las personas… hacerlas más cultas, más libres, menos locas… Sin duda una persona de una sensibilidad exquisita… que hará que la cultura en Martos, en todas sus manifestaciones, llegue bien lejos… y que respalda, apoya y confía en todo su equipo… porque sin duda este mundo está loco y ella con su trabajo va a conseguir poner un poco de sensatez. Mil besos llenos del espíritu de la navidad.

viernes, 19 de diciembre de 2008

ANTONIO, MAYA, DARIO Y CARLA


Ayer recibí una noticia que me emocionó. Estaba recién levantado. Sonó un mensaje en el móvil que decía: “Carla y Darío ya están aquí. El nene le ha abierto camino, con su kilo 800, a la nena que ha pesado 50 gramitos más. Son 2 cositas minúsculas. Mayuca está fenomenal. Más guapa que nunca. Es una campeona”. Como podéis imaginar, quien escribe el mensaje, es el padre de las criaturas: Mi amigo Antonio. Estaba preparándome la tostada, el café y lo único que quería era hablar con él o con Maya, que me contaran, que me transmitieran esa inmensa alegría y como no, darles la enhorabuena. Lo hice y sus voces sonaban plenas, radiantes… y podría pasarme el día colocando adjetivos… que se resumen en la palabra felices. Me contagiaron y pasé el día como en una nube. Pensando. Recordando. Flash-backeando. Y he llegado a la conclusión, que a quién hay que darle la enhorabuena es a Carla y a Darío. ¿Por qué? No se puede tener una madre y un padre mejores. Antonio y Maya son… son… mis amigos. Son dos seres libres, abiertos, responsables, cultos, imaginativos, resolutivos… He crecido con Antonio, lo conozco casi como me conozco a mi mismo. Lo he visto evolucionar de niño a adolescente, de adolescentes a joven, de joven a hombre y ahora a padre. En medio de todas estas evoluciones se le unió Maya. Una mujer única, inteligente, sabía, bella, moderna, arquitecta, despierta, con un gusto musical, literario, cinematográfico y vital exquisito que le dio profundidad, hondura, frivolidad, diversión, risas, amor y vida a Antonio… Por supuesto yo también me enamoré de ella. He compartido con ambos todo tipo de cosas… de las mejores a las peores… han estado a mi lado, y yo, como Guadiana, en el suyo… pero lo mejor es que los tres (ahora seremos cinco) sabemos perfectamente donde están los otros.

Os aseguro que me siento orgulloso, más que orgulloso, que me reconozco en mi padre y en mi madre… pero si eso de tener padre o madre se pudiera elegir… y yo fuera Darío o Carla, elegiría como padre o madre a Antonio y a Maya.¡Darío, Carla, escuchadme. ENHORABUENA! No se pueden tener unos padres mejores… Unos padres más tolerantes… más abiertos… más preparados… con una cultura tan interesante, con unas ganas tan grandes de transmitiros todo lo que han conocido o lo que van a conocer, de dejaros que vosotros conozcáis y os equivoquéis… de estar a vuestro lado cuando os pongáis malitos… de ayudaros a crecer, de viajar… con Maya vais a descubrir la construcción arquitectónica más interesante que haya en cada sitio que piséis, puede ser un cementerio, unas piscinas, un balneario en mitad de los Alpes, un centro para la tercera edad o un restaurante majestuoso en un acantilado… y esos viajes irán acompañados de las más bellas exquisitas composiciones pop… Vuestra madre es la arquitecta más pop que he conocido. Mientras que vuestro padre siempre os llevará corriendo de un lado a otro… pero disfrutar de esas corrías… son únicas… dejaros contagiar de su nervio, de su fuerza, de su eficacia… y aplicarlas en vuestro día a día… es un manojo de nervios… nervios llenos de talento… que os enseñará que se tiene, siempre, tiempo para hacerlo todo, que un día tiene 36 horas… pero los días que se calma… esos días, sentaros a su lado y no dejéis de hablar con él… es el mejor conversador que conozco y por supuesto el mejor amigo. Contadle todo lo que os pase, contádselo a los dos, os sabrán escuchar y no se van asustar por nada… ya la vida… y algún que otro amigo, como yo, e incluso ellos mismo se han vacunado… y no habrá nada que les pueda extrañar… y seguro que tendrán el consejo adecuado y sino os ayudarán a encontrarlo. Que envidia me dais, pequeños… porque menuda película vais a empezar a vivir los cuatro juntos. Sé que estaré presente y que os vigilaré desde muy cerca… porque quiero reconocer en vosotros a mis amigos… y empezar a reconocer en mis amigos a vosotros… porque al fin de cuentas que es ser padres: dar y recibir, mutuamente, sólo eso.

sábado, 6 de diciembre de 2008

UNOS ZAPATOS GRISES EN ALFAMA


Unos zapatos grises, de mujer con tacón que han podido ser elegantes en otra época, con un sabor decadente, llenos de vidas pasadas, sobre una papelera de una cuesta de la Alfama. ¿Por qué? ¿De quién son? ¿Qué hacen ahí? ¿Quién los ha dejado? Mi cabeza se llena de preguntas que se transforman en extrañas e inquietantes historias.

1/ Una mujer corre sin orden, sin dirección. Se frena de repente. Se quita los zapatos. Los coloca sobre una papelera. Sigue corriendo.

2/ Una chica extremadamente delgada, ojerosa, tambaleante camina por la Alfama. Se sienta en un escalón. Saca un arrugado papel de plata. Lo llena de polvo amarillento. Con un viejo encendedor, naranja bic, quema la plata. Con un turulo del mismo papel arrugado esnifa el humo de la felicidad. Su rostro se ilumina. El orín recorre sus piernas. Empapa sus zapatos. Baja por las cuestas de la Alfama dirección al Tajo. Se quita los zapatos mojados. Se sienta en el escalón de una ruinosa casa y se duerme lentamente. Una mujer sale de la casa. Ve los zapatos, húmedos, tirados en mitad de la acera. Por no tropezarse con ellos, los coge y los coloca sobre la papelera.

3/ Empieza a lloviznar en Alfama. Una mujer camina con prisa bajo la lluvia bien resguardada bajo su chubasquero y su paraguas. Ve una papelera. Se frena en seco. Se quita el chubasquero. Se quita los zapatos. Mete el chubasquero dentro de la papelera. Coloca los zapatos sobre ella. Y comienza a caminar disfrutando de la lluvia en la Alfama.

4/ Un hombre ha montado un tenderete callejero en la Alfama. Sobre una sabana vieja hay: libros usados, discos usados, películas de VHS, algún CD sin sentido, álbumes de fotos, un reloj viejo que siempre marca las seis y diez, figuras de plástico de un belén, una correa de cuero y unos zapatos grises de tacón. Comienza a llover. El hombre recoge con rapidez. Hace un hatillo con la sabana de matrimonio. Lo ata con la correa. Cuando se la va a echar al hombro se da cuenta que ha olvidado los zapatos de mujer. Los mira. Duda que hacer. Sonríe. Los coloca sobre una papelera. Se marcha cuesta arriba hacia el mirador de Gracia. La lluvia empapa el hatillo.

5/ Un grito. Unos zapatos de mujer grises caen a la calle. Un niño que juega con su pelota se sorprende al ver lo que le ha caído del cielo. Deja de jugar. Mira los zapatos. Se acerca con curiosidad a ellos. Se los prueba tímidamente y poco a poco comienza a divertirse. Mira la pelota y le da un fuerte puntapié. La pelota rueda por la cuesta de la Alfama sin rumbo. El chico sigue jugando con su nuevo juguete toda la tarde. Una mujer grita su nombre. Se ha hecho de noche. El niño sorprendido se quita los zapatos. Los coloca sobre la papelera y se marcha.

6/ Amanece en la Alfama. Un travestí baila feliz y canta vital. Siente un punzamiento en sus grandes pies. Mira a los zapatos. Se los quita y les dice: “No voy a permitir que nada ni nadie me hagan más daño.” Los besa y los abandona sobre una papelera. Se marcha cantando, bailando, viviendo.

7/ Un chico va cargado de macutos, subiendo las cuestas de la Alfama. Va perdido. Busca una dirección. De repente el peso se le hace insoportable. Se descuelga todos los macutos. Empieza a buscar algo dentro de ellos. Tras mirar en todos, en el fondo de la última maleta, encuentra lo que busca. Saca unos zapatos de mujer. Los mira con odio. Los coloca sobre la papelera y sigue caminando, sigue buscando su nuevo hogar… Algo más libre.

8/ Una mujer observa Lisboa desde el mirador de San Pedro de Alcántara, en el Barrio Alto. Amanece. Mira su zapato derecho, se lo quita. Lo arroja con fuerza al vacío. El zapato vuela sobre el Rossio. Se eleva hasta el mirador de Gracia. Cae al suelo y rueda por una cuesta de la Alfama. Un tranvía lo golpea, lo hace saltar y cae sobre una papelera. La mujer en el mirador se vuelve a quitar el otro zapato y lo arroja a la ciudad. El zapato vuela a través de Lisboa en busca de su par.

9/ Un viejo encorvado camina con dificultad subiendo una cuesta en la Alfama. Ve unos viejos zapatos de tacón grises tirados en mitad de la calle. Los mira. Los recoge con dificultad y los acaricia. Saca de su cartera una vieja, arrugada y manoseada foto en blanco y negro. La mira, en ella un hombre y una mujer jóvenes, guapos, bailan felices en una verbena. El viejo acaricia los zapatos. Los coloca sobre una papelera. Mete la foto en el zapato izquierdo, se quita su reloj y lo mete en el derecho. El viejo se marcha andando con dificultad cuesta arriba.

10/ Una ambulancia llega en mitad de la noche a una calle de la Alfama. De ella se baja unos médicos. Se acercan hacia una chica yonki, que está inerte sentada en el escalón de entrada de una ruinosa casa. Intentan reanimarla sin éxito. Tal vez esté muerta. Los médicos la meten dentro de la ambulancia. Va descalza. Nadie se da cuenta. La ambulancia se marcha. Unos zapatos grises de tacón quedan sobre la papelera. Solos en mitad de la noche.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

DÍAS EN LISBOA 1

Domingo 30 de Noviembre. 20:30. Hora portuguesa. Aterrizo en el aeropuerto de Lisboa. Recibo dos mensajes. Javi: “Buen espectáculo, buenos textos. Gracias por la entrada.” José Lisboa (que está en España y me cede su casa de Lisboa): “Lindo! Aquí tienes el teléfono de John, 003… Espero que tengas un buen viaje y que te lo pases bien estos días. Un besote enorme!.” Camino por el aeropuerto. Un taxi. Lisboa en taxi. Llego a Avenida Alvares Cabrals. El piso de José. Deshago la maleta. Me cambio de ropa. Salgo a la calle. Camino por Lisboa. Pienso en el fin de semana. Subo cuestas. Plaza del Príncipe Real. Le mando un mensaje a un amigo portugués. Barrio Alto. Restaurante Primavera. Me acuerdo de Cynthia, de Félix, de Bellot, de Iván, de Bea, del verano, de Agosto. Les mando un mensaje. Una sopa de legumbres. Recibo mensajes de contestación. Bellot: “Disfruta tengo muchas ganas de conocer Lisboa en Invierno… Tengo muchas ganas de verte besos” Me sirven un bacalau. Más mensajes. Bea: “ Q ilusión tu sms. Brinda por este maravilloso agosto y que se vuelva a repetir! X cierto, habrá que organizar algo pronto en Madrid, no? Mua.” El bacalau está delicioso. Mensaje de Iván: “Disfruta y muchas gracias por acordarte de nosotros. Lo que más me puede apetecer es estar allí. Tienes q reponer velas a San Antonio. Para todas. Un beso!” Llego hasta los bares del club de la esquina. Un mojito en un bar. Otro mojito en otro bar. Un tercer mojito en otro bar. Conozco a unos portugueses que me dan conversación. Camino con ellos hacía el Bricka Bar. Saludo a Mauro. Hablo con él. En la conversación aparece Luís, Tomás… el pasado. Bailo. Es hora de ir al Trumps. Me despido de Mauro. Camino solo. Llego al Trumps. Me pido un smirnoff. Bailo. Miro a un chico. Me mira. Me acerco. Le digo que me suena su cara. Es verdad. Es portugués. Se llama Fernando. Es muy simpático. Hablamos. Sabe español. Tuvo un novio gallego. Le pido que me hable en portugués. Recorremos juntos todo el Trumps: barras, pistas de baile, baños, escaleras. Mauro nos ve juntos y nos sonríe. Casualidad. Nos conoce a los dos y le gustamos juntos. Fernando tiene que irse. Sus amigos se van. Vive a las afueras, Amadora. A Fernando no le gusta tener sexo de primeras. Yo no estoy para sexo. Me besa. Le beso. Nos besamos. Sus amigos deciden tener paciencia. Me pide el móvil. Me besa. No se lo puedo dar. Me escribe el suyo en el mío. Le hago una perdida. Ya tiene mi móvil. Nos besamos. Se marcha. Tal vez no nos volvamos a ver. Bailo una última canción. Bajo las cuestas de Lisboa. San Bento. Cuesta de Santa Quiteria. Llego a casa. Duermo.

Lunes 1 de diciembre. Día mundial de la lucha contra el sida. Día de la independencia en Portugal. Fiesta. Despierto temprano. Llamadas y más llamadas que no me dejan dormir. Mensajes. Un amigo de Évora donde estreno mi obra de teatro: “Buenos días. Estoy em évora… con muito frio e chuva. Espero que se tenha divertidota noite. Estive no bairro alto sabado, estava uma confusäo com a policia… estás em Lisboa atè quando?Besito.” Dormito entre llamada y mensaje. Alex me dice: “Hola Nano. Espero que hayas tenido un buen fin de semana. Yo con ganas de verte. Un beso grande”. No me dejan dormir. Escribo. Hago una llamada. Envío un mensaje. Me ducho. Me visto. Decido que ropa ponerme. No tengo gomina. Y yo con estos pelos. Bajo a la calle. Busco un super abierto. Compro gomina. Me peino. Vuelvo a subir hacia la plaza del Príncipe Real. Frente a ella hay un arco. Tras él una escalinata. La busco. La encuentro. La fotografío con el móvil. La meto en un mensaje que llevo escribiendo días. Mando el mensaje. Escucho en el ipod My Way. No espero respuesta. Es un mensaje de paz.
El sol sale tímidamente. Deja de lloviznar. Lisboa brilla. Soy feliz. Camino bordeando el Barrio Alto. Mensaje de Félix: “Disfrútala mucho…Recorre sus calles, emborráchate de todo y ven nuevo, te lo mereces. Recuerda que no sabes español! Y sea quien sea que tenga carnet…Deja ya lo de Colón que te viene muy mal. Yo tb te quiero, me gustaría mucho estar ahí contigo. Un beso enorme.” Como un bocadillo de frango y sigo. Bajo a la Baixa. Al fondo veo la plaza del Comercio. Subo a la Alfama. Me paro en Santo Antonio. Informo a mis amigos, vía mensaje, que estoy orando por todos. Me responden. Maestra: “Ahora mismo me he transportado ahí contigo. A ver si esta vez nos escucha”. En la iglesia rezan el rosario. Me acuerdo de mi abuela. Bellot: “Gracias…” Bajo hasta la cripta, donde se cree que nació el santo. Salva: “Es usted grande y muy sabio. Ojala te escuche tu santo. De todas formas estoy seguro que la vida te devolverá mucho del bien que haces. Te mando mil besos desde los fríos madriles.” Sigo subiendo hacia la Alfama. Me paro en el mirador de Santa Lucia. Me encanta los tejados de metal. Mensaje de Iván: “ Que bonito. Yo de promo en Málaga. Lo más”. Lisboa me recoge. Me llama Jesús, el hermano de la maestra… con él sigo subiendo hacía el mirador de Gracia. Mi lugar favorito de Lisboa. Y ella y yo nos miramos. Nos sonreímos. Somos felices juntos. Bajo por unas escaleras oscuras y llenas de moho que crece a los pies del mirador. Mensaje de Jesús de la Torre: “¿Cómo te sienta el Invierno en Lisboa? Sé fuerte y no cometas el error de dedicar tus pensamientos y mensajes. Lisboa es sólo para ti. Disfrútala.” Como me conoce el cabrón. Barrios llenos de emigrantes: indios, angoleños, marroquíes, brasileños, cabo verde… Mensaje de Cynthia (como respuesta a mis rezos a Santo Antonio): “Así se habla esposo, sólo porque algunos no nos devuelvan lo que damos no por eso tenemos que dejar de dar y de amar. Gracias por estar ahí, por tus consejos, por compartir tu Lisboa y tu santo conmigo. Tq, esposo.” Llego al Roxio. Avenida de la Liberade. Me llama Fernando. Me invita a que comamos juntos al día siguiente. Acepto. Miro la estatua de Marqués de Pombal. Plaza de la Alegría. Recibo un mensaje como respuesta al mensaje de la foto de la escalinata. Lo guardo para mí. Mientras oigo Divine Comedy y su Generation Sex se lo cuento a Salva, a Mamen, a Rosana, a José Molina. Me vuelvo a encontrar con la escalinata. Ahora estoy a sus pies. Comienzo a subirla. Mensaje de Mamen: “Disfruta de Lisboa que es donde querías estar. Antonio, diviértete y borra el dolor.” Le contesto mientras sigo subiendo: lo estoy haciendo. Y ella me responde. “Oleeeeeee, madre mía… triunfa. Disfruta de esta vida que nos sorprende en cada esquina. VIVE” Sigo subiendo peldaño a peldaño. Rosana: “Respira Lisboa, amigo. Esa ciudad es tuya. Te quiero y te beso”. José Molina: “ No tengas dudas…el tiempo te hace verlo todo más claro”. Llego a todo lo alto de la escalinata. Al lugar donde comenzó todo. Mi camino de hoy me ha vuelto a traer hasta aquí. Ahora sí que digo adiós. Ahora sí estoy preparado para cerrar. Mensaje de Salva: “Como me gusta esa canción. Ponte being boring y la historia será un calco. Que valor tienes de irte a esa ciudad solo, con las energías que allí se mueven. Un abrazo enorme y un montón de besos. Cuídate mucho.” Miro la imagen de la escalinata y me marcho sin mirar atrás. La vida sigue. Una cena. Lula a la plancha. Un cíber café. Facebook. Blogs. De vuelta a casa. Caigo rendido. Nuevo. Duermo.

viernes, 21 de noviembre de 2008

SEDENTARIO O NÓMADA

Hay días que quiero ser sedentario. Los menos. Pero ocurre. Y son los días donde se produce el bajón. Ya que miras a tu alrededor y te das cuenta que no tienes na de na… Na de na material ni emocionalmente estable. No tengo dinero en el banco, no tengo hipoteca ni piso, ni un trabajo, ni una pareja, ni hijos, ni herederos… Todo lo que te hace ser una persona normal, con anclajes allí donde estés. En esos días mi amigo Jesús me dice que soy una novelera por que me pongo terriblemente trágico. Pero esos días pasan, como pasa una canción triste y melancólica. Y de nuevo me sumerjo en mi mismo y en mi ritmo de vida… en un no parar… un no parar desordenado que no sé donde me llevará. Sé que soy inestable, perezoso, que me cuido poco… que tal vez me dé demasiado (pero me gusta que lo voy a hacer… ) pero es que me gusta recibir en la misma proporción… soy versátil… redondo… Y siempre ando buscando… como si nunca consiguiera la felicidad buscada… como sin saber lo que quiero, siempre lo estuviera buscando… pero sé que tiene que ser otra cosa… y por eso no dejo de proponerme opciones que me lleven a una cierta estabilidad… siempre descontento con lo que tengo y siempre queriendo más… Será una huida continua de mi mismo o una búsqueda continua de mi mismo ¿Cuál es la diferencia? ¿Para que sirvo? ¿Para que no sirvo? El caso es que aquí estoy… que ayer estrené en el centro de Madrid… en uno de los teatros con más solera de Madrid… un espectáculo grandioso y tras recibir el aplauso del público, sé que ese tipo de teatro, de producciones, de forma de entender el trabajo tampoco es lo que busco. Antes quería llegar a cuantas más personas mejor… ahora no… ahora sólo quiero que una persona me entienda. Una persona anónima… que se acerque, por casualidad, a mi blog, o algún espectáculo mío y se emocione. No puedo seguir vendiéndome… no puedo seguir regalando mi talento… No puedo permitir que otros me limiten…

Soy un nómada. Tengo que seguir este viaje de búsqueda vital personal… y en esa exploración personal tengo como única compañera la palabra… la escritura para expresarme… para llegar a algunas almas anónimas… pero mi viaje es mi vida… Ya sé quedó atrás esa pregunta con la que nos angustiaban de niños y adolescentes y jóvenes… ¿Qué quieres ser de mayor? Yo ya soy adulto, ya soy mayor… y sé que quiero ser yo. He llegado a mí… No soy médico, ni abogado, ni tintorero, ni profesor, ni electricista… No tienes porque ser nada… puedo ser muchas cosas… o ninguna… Sé que necesito el dinero para vivir , y maldita sea, me gusta vivir bien… lo acepto y no me rebelo… aunque tal vez debería hacerlo y sería un poco más libre… Lo que si me doy cuenta es que tengo algunos lastres que me impiden seguir caminando, algunas veces eres tú mismo y con ese lastre tienes que convivir toda la vida… pero otras veces son personas que me frenan… que me limitan desde su bondad o que hacen que yo mismo me limite ya que nos encontramos en momentos vitales y de crecimiento distintos… hemos caminado juntos pero es el momento de decir adiós… un adiós cariñoso y lleno de recuerdos… un adiós que nos invite a reencontrarnos en otro momento de esta vida… Tal vez sea el momento de liberarme de esos lastres y poder seguir mi camino con menos peso… algo más libre… es el momento de soltar amarras… de seguir caminando sin rumbo fijo y valorando, desde mi mismo y haciendo que los demás valoren mi palabra, mi escritura y mi forma de mirar y de observar el mundo para convertirlo en arte… en acción… en teatro… en palabras…

viernes, 14 de noviembre de 2008

LOS ESPACIOS

Los espacios, los lugares tienen alma… Me voy desnudando vitalmente por plazas, en bares, en restaurantes, en cines, en pisos que alquilo o en casa donde me invitan a vivir, en habitaciones de hospitales, en azoteas, en jardines, en piscinas, en escalinatas, en miradores, en cafés, en bares, en discotecas…en trenes, en aviones, autobuses, metros… En tanto lugares donde la vida se me ofrece sin máscaras y creo ser feliz por unos minutos, o unas horas, o unos días… me gusta recordar esos espacios… me gusta sentirlos como míos… ya que en esos lugares he dejado un trocito de mi mismo, un pedazo de mi corazón, un poco de mi sangre vital… ¿pero qué pasa si, por circunstancias de la vida, lo que ocurrió en ese lugar se convierte en un recuerdo amargo…? Lamentas que ocurriera y casi prefieres borrarlo de la memoria… Habrá personas que se nieguen a volver a dicho rincón… que quieran borrarlo de su memoria… Yo me niego… Prefiero exorcizar ese espacio… Volver a él… esta vez solo y recoger el trocito de mi corazón que dejé… Sentarme por unos segundos allí y mirar hacia el infinito y pensar y decirle a las piedras, a los desconchones de la pared, a la pintura, a la hierba que crecen casualmente por las rendijas de las baldosas, a las ventanas, a los edificios, al sol que alumbra ese breve espacio donde tú ya no estás… ni estarás…: “Estoy vivo… he sobrevivido… devuélveme lo que te di… no te lo quito… volveré de nuevo… lo estoy haciendo ahora… sólo quiero borrar… superponer este recuerdo al pasado muerto y enterrado… quitarle importancia a lo aquí vivido… sentirme importante en ti y para ti…” Habrá veces que necesites un avión para llegar hasta allí… otras veces una simple película servirá de terapia… Eso me ocurrió hace unos días… Hay una playa que para mí es mágica, llena de luz… de vida… donde he vivido momentos únicos… sobre ella hay una casa minimalista, pura, arquitectónica y única… con una piscina que se funde con el Atlántico…he visto crear esa casa… desde sus cimientos hasta convertirse en lo que es ahora… allí, cuando sólo era un solar, una semana santa de hace 9 años reconduje una historia de amor; apoyado contra su muro mientras los obreros hacían la mezcla para sus cimientos, otra semana santa, escribí un cortometraje que nunca rodé; la visité con mis amigos y la revisité con Rosana en un verano lleno de luz… Un verano después, en su playa, a sus pies, creí sentir la punzada del amor…

El mismo día que asistí al entierro de ese amor… para evadirme y olvidar el dolor… me metí en el cine… a ver la nueva película de Agustín Díaz Yanes, “Sólo quiero caminar”… en esa casa y sus alrededores, donde yo he dejado tantos trocitos de mi corazón… se desarrolla uno de los momentos más importantes de la película, el detonante… El encuentro de una de las protagonistas con el que será su futuro marido… Cuando la vi, quise salirme de cine… Sentí un cierto ahogo… pero reconduje mi propio dramatismo melodramático… y me dejé llevar por las imágenes que allí transcurrían: unas putas mamándoselas a unos mafiosos mexicanos, un mafioso que le pide a la puta que se la acaba de chupar que se casé con él, un asesinato a bocajarro a lado de la piscina con “la playa de los alemanes” a los pies, el Atlantico … y esos disparos fueron sanadores… no necesité viajar… Esos disparos habían matado el recuerdo… habían localizado “el núcleo del error” y lo habían aniquilado… habían amontonado un nuevo recuerdo… quitándole protagonismo al anterior… supe que mi destino era volver a viajar y amontonar… borrar las horas vividas y compartidas… volver a los sitios y dotarlos de un nuevo significado… llenarlos de verdad y aniquilar la mentira… Sólo me queda un sitio de los vivido en el que me es imposible entrar… Un sitio tan lleno de recuerdos, de años, de vivencias, de días, de noches, de amigos, de amor, de sexo, de música, de proyectos escritos, de descubrimiento, de amantes, de lloros, de cine, de teatro… Me refiero a mi casa en Sevilla… se la entregué tan solo conocerlo… y ahora allí han brotado nuevos recuerdos… que no puedo borrar… y sobre los que no puedo edificar nada nuevo… Pero me queda mucha vida… y muchas balas en el cargador… balas como las que aniquilaron mi recuerdo de la playa de los alemanes… balas que llenaran ese lugar profanado de vida.

martes, 11 de noviembre de 2008

MIS AMIGOS

Siempre puedes levantar el teléfono y llamar… siempre puedes mandar un mensaje y sabes que te responderán con otro… sabes que tienen un hueco en su cama para ti… si quieres huir puedes ir hasta Atocha y pedir un billete a alguna parte y sabes que en esa parte te estarán esperando… si tu casa te pesa y tienes que trabajar, sabes que puedes poner el culo en la suya y pasar trabajando toda la tarde… sé que puedo levantarme en mitad de la noche y acostarme con ella y que me abrace muy fuerte… sé que cuando flaqueo, tendré un consejo agradable o desagradable… sé que si necesito evadirme el jueves podré ponerme púo de gin tonic con ellos…o el viernes o el sábado o el domingo o el lunes o el martes o el miércoles y de nuevo el jueves… sé que si necesito viajar y no estar s-o-l-a, alguno se vendrá conmigo… sé que puedo hincharme de llorar con ellos y al segundo hincharnos a reír… sé que me respetarán si necesito estar solo, aunque en el fondo estarán muy preocupados… sé que me mandan toda su energía aunque estén bien lejos de mí… sé que no dejan de llamarme para ver como estoy… sé que están de mi parte… sé que sufren conmigo… sé que me entienden más que yo a mí mismo… sé que quieren lo mejor para mí… aunque yo no lo vea así… sé que querían este desenlace más que yo… sé que ven las cosas antes que yo mismo… saben lo que es lo mejor para mí… y a veces enmudecen, para que te equivoques, y a veces no te dejan que te golpees más… están alerta… te observan… y cuando no puedes más aparecen, aunque siempre están, y te arropan… y te cuidan y te miman… y te obligan a que te enfrentes a la verdad… y pasan contigo el mono… y te sacan a la calle o te piden que salgas… y poco a poco todo pasa… y tú sigues adelante y ellos a tu lado… y habrá un día en que a ti te tocará hacer de ellos con alguno de ellos… y así una vez y otra… con uno y con otro… y ellos otra vez contigo…y toma y “daca”… y por los siglos de los siglos amen… Gracias…

lunes, 3 de noviembre de 2008

AMAR, PARAR, OLVIDAR (complemento de la entrada "Al partir")

¿Por qué nos sentimos desengañados cuando alguien nos deja de querer? ¿Por qué creemos que el amor puede mover montañas? ¿Por qué nos sentimos frustrados cuando nos somos capaces de conmover al otro? ¿Por qué esperamos que el otro nos sorprenda, incluso en el último minuto? ¿Por qué esperamos… una llamada, una visita, un cambio de opinión…? ¿Por qué creemos que llevamos la razón? ¿Por qué no entendemos las razones del otro? ¿Por qué nos puede el orgullo? ¿Por qué nos sentimos despreciados? ¿Por qué todas las canciones de desamor parecen que están escritas para ti?

¿Cuándo te das cuenta que algo no funciona? Siempre es una señal… como si se iluminará una pequeña luz roja en tu interior… pero no le quieres hacer caso… La primera vez que vi esa luz roja, fue cuando estuvimos visitando el museo de la ruinas de Bolonia… algo paso… un comentario sin importancia…: “No me gusta el edificio”… y te preguntas, como si fuera un resorte: “¿seremos compatibles?”… La luz se apaga y tú sigues entregado al día, día… Ese mismo día la luz parpadeo un par de veces más… pero mis ganas de conocerle, de emocionarme… eran mucho más poderosas… Estaba dispuesto a entregarme… iba a él sin limites… Había llegado a ese, mi momento vital, abonado, preparado… mi cuerpo… mi mente… mi deseo… pedían… casi me exigían vivir una historia… necesitaba abrazos, besos, viajes compartidos, proyectos, ilusiones… E ignoré la luz roja. Me pregunto: ¿Él vería esa luz roja en su interior durante esos días?

Estaba cansado de polvos rápidos con desconocidos… polvos que son como pajas… de noches de caza para terminar en cualquier cama y donde el sexo sólo se disfruta a medias. Empecé a hacer el amor con él… me pareció maravilloso desde el principio… saborear su boca… entregarme a él sin miedo… con confianza absoluta… empecé a diferenciar lo que había tenido con lo que tenía… el sexo con él era bueno… el mejor… No el mejor porque no haya tenido otro sexo… sino porque sé comparar… Y sé que el sexo amplia su dimensión cuando se practica sin miedo… porque me gustaba mirarlo a los ojos… estrecharlo… sentirlo arriba o yo arriba, abajo, delante y detrás… Me sentía acoplado a él. Se lo decía… Le decía lo bien que estaba con él en la cama… y él no se lo creía… me decía que con toda la experiencia que tenía seguro que con él no era la mejor y que estaba exagerando… y él no se daba cuenta que la experiencia poco sirve… No hay comparación… cuando se ama y se siente… Se lo decía cada vez que follábamos… y yo notaba otra vez la luz roja… algo fallaba… Mi pasión no era su pasión… Maldita luz roja… la penúltima vez que hicimos el amor… le dije lo bien que me sentaba y lo bien que lo pasaba con él… le pedí hablar de sexo… comunicarnos a través de la palabra… y me dijo que de eso no le gustaba hablar… y ahora me pregunto ¿Cuántos límites?

¿Cuándo estás enamorado los límites existen? No… Los límites desaparecen, el amor hace que todo caiga… que los miedos desparezcan porque el amor te libera… Ese es el amor verdadero… Pero existen imitaciones… sentimientos que confunden… necesidades que te hacen creer que estás enamorado… pero cuando lo estás de verdad los proyectos se posponen, el otro nunca se te presenta como una molestia… como una intromisión en tu intimidad… eres capaz de cambiar planes… porque necesitas al otro a tu lado… Dejas de tener miedo… no te avergüenzas del otro… ni le pides que cambie… porque no hay cambio, hay complementación… sobre todo en el principio… el guante encaja a la perfección… todo se acopla… la tuerca rueda sobre el tornillo… fácilmente… pero ¿qué pasa si el guante se encaja? ¿o aprieta? ¿o queda pequeño? ¿o la tuerca se resiste? Tal vez es que no se está preparado para apreciar ni vivir ese sentimiento… No es tu momento… no pasa nada, o tal vez esa no sea tu tuerca o tú la mano que llene ese guante… y tienes que seguir buscando guantes donde cobijarte o tornillos que te penetren…

Reconocer que no es tu momento o que el guante no te gusta es doloroso… Yo durante años intenté encajar en un guante que no era el mío… emocionarme cada vez que el tornillo me atravesaba… era incapaz de posponer, de cambiar planes… Me conformé… y dejé de buscar, de sentir… sabía que lo que sufría por mi parte no era amor… pero me contentaba cobarde… Ahora entiendo de que sirve el pasado… ahora entiendo que se aprende… Durante estos dos meses, había veces que me sentía exigiendo cosas que me habían exigido en mi pasado… que me escuchaba diciendo frases que me habían dicho… me descubría pidiendo cosas que me habían pedido… Por eso no he necesitado años para reconocer, para leer la situación… he detectado el fallo… he visto a luz roja… y tras unos días de lucha he sido capaz de parar… de decir no, no hay amor… sólo hay reflejos, falsas imitaciones… y es el momento de saltar… es el momento de sufrir pero lo mínimo posible… Es el momento de parar…

Parar… que difícil es concluir… poner un punto y final… sobre todo cuando se siente… hay que ser terriblemente frío… evitar ver, evitar llamar , evitar mandar un mensaje, un email… evitar un encuentro, evitar una nueva conversación, evitar una contestación, evitar canciones que estén llenas de recuerdos… evitar… Y tienes necesidad de mandar mil y un mensaje… o hacer llamadas o presentarte delante de su puerta y llamar y decir: “estoy aquí”… Sobre todo hay que evitar pensar que el otro va a darse cuenta de lo amarga que es tú perdida y ese, supuesto, dolor va a hacer que sienta , que reaccione y el amor que no ha experimentado por ti aparezca como si fuera un milagro… pero los milagros no existen… Y es en esos momentos cuando debemos ser fríos, racionales, calculadores… ¿y el problema es cómo serlo?

Primero o después días de luto… días de lloros, días de cansar a los amigos con la misma historia… de repetir una y otra vez lo mismo… de intentar explicar lo mal que estás… de asimilar la perdida… asimilar que no vas a volver a hacer el amor… que no lo vas a besar, ni a tocar… ni a sentir las cosas que has sentido… que no se cumplirán las cosas que imaginaste… no viajes, no cenas, no cines, no paseos… no peleas tontas, no discusiones… no vacaciones compartidas ni días de paro a medias… Olvidar… Olvidar…

¿Cómo se olvida? Hablando… bebiendo, drogándose, bailando, leyendo, viendo películas, cenando con amigos… evitando estar a solas… estando a solas si lo necesitas, follando cuando lo necesites, y siendo consciente que no va a ser como era… sólo es un desahogo… una explosión… una paja compartida… llorando y riendo… conociendo a gente, sorprendiéndote por otra gente, mirando el mar, viajando… Viviendo… Sólo se puede olvidar viviendo… Viviendo… porque vivir duele y sana. Y tal vez dentro de unos meses… cuando la herida se haya cerrado… y tu cuerpo se haya preparado vuelvas a confiar en el amor.

Al partir

He decidido decir adiós. Mantengo el móvil desconectado gran parte del día. Devuelvo sólo las llamadas que me interesan. La soledad me aterra. La noche más. Bendigo los gin tonic. He descubierto la BOMBAY SHPHIRE. Espectacular. Y más espectacular aún si le restriegas por el borde unas rodajas de limón. Los mojitos se han quedado olvidados como el verano. Tengo la sensación de que todo ha sido una gran mentira. Otra historia más que yo mismo me he inventado y a la que no he sabido darle el final deseado. Y como todos mis finales, triste y desolado. Félix entraría en discusión conmigo para que le cambiara el final, pero es que la vida, por lo menos la mía, no cree en los finales felices. Si lo pienso y analizo el detonante, la historia ya preconizaba un final así… Todo empezó con una advertencia… “No va a pasar nada esta noche”… Y la advertencia, en lugar de invitarme a la retirada, me provocó y me puso a prueba para ver si sus palabras eran sólo palabras. Pero gano la partida y ese maravilloso amanecer lisboeta fue eso... palabras y palabras… nunca acción… y en ese momento debía haberme retirado… no haber intercambiado el móvil… No era ningún reto. No. Sólo era una persona que caminaba y que por unos segundos se había cruzado conmigo, en una ciudad luminosa… y que tenía muy claro lo que quería… igual que yo… yo buscaba y él no buscaba absolutamente nada. No tenía que haberle mandado ningún mensaje más… Ni haber llamado a su móvil. Ni pasar horas hablando que a Vodafone le parecía gloría. Tenía que haber viajado a Cádiz con Rosana, con José, con las niñas y con mi maestra… Haber compartido con todos ellos ese último fin de semana de agosto. No tenía que haber dejado de comerme las uñas. Ni haber regalado mis manos. Devuélvemelas. Ni haberlo invitado al cumpleaños de Félix. (A ti sí Dani). Ni haberle presentado a mis amigos. Ni haberle enseñado mi cama. No tenía que haberlo besado en la calle, ni en la discoteca, ni en los baños… No tenía que haber seguido hablando por teléfono con él… horas y más horas… No tenía que haberlo invitado a mi estreno, de esa forma no lo habría vuelto a ver. No tenía que haberle dicho: “te quiero como los africanos, sé que te quiero ahora… mañana ya se verá.” No tenía que haberlo despedido en Atocha. Las despedidas son bellas y dolorosas cuando crees que estás enamorado. No teníamos que haber disfrutado juntos de Madonna… Cynthia, Madonna era para ti y para mí y encima discutimos… No tenía que haberle apañado un piso donde vivir… joder… ese piso, esa casa, representaban para mí, una de las épocas más doradas de mi vida… ahora la he manchado… Ni haberme bañado con él en Cabopino. No tenía que haber ido a Sevilla… Ni haber cenado con él pizza en mi pizzería favorita, ni compartir helados en raya… ni caminar por mis calles de Sevilla… No tenía que haberle ayudado a limpiar el piso… No tenía que haber conocido a sus amigos… bueno en realidad no los conocí… Teníamos que haberlo dejado en ese momento… tal vez lo hicimos… pero no conscientemente… Y llegó la fiesta de mi cumpleaños… no tenía que haberte invitado… No te enfades. No te duela… Nos equivocamos… Los dos… yo por querer y tú por dejarte querer. No era tu momento… Ni el mío. Cada uno viviendo su vida… y nos encontramos… yo te hice reír… y eso fue lo máximo que teníamos que haber compartido… unas risas… y un adiós… tal vez nos volvamos a ver… tal vez no… Espero olvidar pronto. Espero que mis heridas se cierren sin mucho dolor. De todas formas gracias… gracias por hacerme sentir.

domingo, 26 de octubre de 2008

DOMINGO POR LA MAÑANA

Domingo por la mañana. Esta noche se ha cambiado la hora. Los que no hemos salido y hemos dormido una hora más, llevamos ya un rato con la lavadora centrifugando. No me gusta este cambio de hora. Anochece mucho antes… y sin duda desde hoy la sensación de invierno ira creciendo de manera agigantada. Por lo que me despierto contrariado… pienso que me gustaría andar hacía atrás… sí… volver a agosto a Lisboa… y como no puedo hacerlo. No lo hago. Recibo un correo de vueling donde me ofrecen vuelos a 30 euros…

Y todas estas palabras son nada más que excusas para no decir que estoy tremendamente jodido… triste… bloqueado… que necesito resetear control, alt, supr… y como tengo un mac, no puedo… y tendré que forzar una salida… o yo que sé… que necesito escaparme de mi mismo… no pensar… no volver mi cabeza a estos dos meses… que han sido felices… pero que se han disuelto como el mejor de los caramelos… y está dejando un regusto amargo… y no quiero… si es sólo un caramelo… que sea eso, un caramelo… pero que no deje ningún regusto… la cabeza no deja de desordenar pensamientos… y es un bullir desorientado… como esta entrada que no termina de decir nada… porque no sé aún que decir… porque no sé si debo asumir una nueva despedida… un nuevo adiós… un nuevo fracaso… ¿por qué lo vemos como fracasos?... ¿por qué no como triunfos personales?... Estás preguntas las hago para mi mismo y me gustaría responderlas con mi Mamen… Sé de sobra que hay algo que ha dejado de fluir con naturalidad… los acoples no han funcionado… Soy excesivo… abierto… soy ruidoso… provocador… vital… no tengo miedos… sólo a mi mismo… voy a por todas… me gusta exteriorizar lo que siento… no soporto dejarme cosas dentro… y cuando las cosas no fluyen, empiezo a tragarme palabras por miedo a que lo que era bueno deje de serlo… y surge el miedo… y por unos minutos, unas horas, unos días… me niego a mi mismo y habito en el silencio, en una futura mentira… pero mientras eso ocurre las vísceras se me “enmierdan” y un día exploto y no admito que las cosas no son como yo quiero… o como o necesito que sean… porque lo que era bueno ya es malo… ya no es natural… ya no es cómodo… ¿hay solución?, te lo pregunto a ti Mamen, mi gata preferida… ¿Se puede querer de formas diferentes? ¿se puede aprender a amar a otro como él lo necesita? ¿quién debe aprender? ¿los dos? ¿para amar hay que negarse, silenciarse, limitarse? ¿entonces por qué queremos amar? ¿por qué ser dos? ¿por qué? Cuando surgen todos estás preguntas… todo deja de fluir… entonces ¿qué hacer? Seguir andando… viajando… visitar a una antigua amante… ir a Lisboa… pienso… y no lo dudo. Compro un vuelo a Lisboa con vueling para el próximo 30 de noviembre a las 20:20 de la tarde. Falta más de un mes para ese día y no sé que me puede pasar… si habrá algo o alguien que me impidan viajar… si eso fuera así, sería tan importante, que no echaría de menos estos 30 euros. Pero sí echaría de menos Lisboa y sus calles… Tengo Nena Daconte dentro de mi cabeza y parece que cada una de las canciones están escritas para mí… “yo quería recorrer tus labios… descorchar mi vida junto a ti…” . Por eso en estos próximos 34 días que me quedan hasta que pille ese avión con destino conocido, deseado y necesitado… voy a tener que ensayar, que viajar unas cuantas veces Madrid-Martos-El Puerto de Santa María-Madrid… no sé si algún trasbordo a Sevilla, prometo seguir escribiendo, estrenaré en Madrid… tengo planificado casi cada día… y no sé si me agobio… no lo sé… no sé si me gusta… no lo sé… Sólo sé que el planning está hecho… y yo he dejado que se haga y sólo me queda asumirlo… no puedo romper… no debo romper… además, no tengo porque hacerlo… ya llegarán días de ruptura y de coger la vida por los cuernos… y decidir que hacer con ella… o que no hacer… y de volver a perder o a ganar… por ahora tengo 34 días hasta que me deseen de nuevo un buen vueling… y Lisboa me vuelva a recibir y yo la salude besándola en los labios… pues sin duda es mi amante perfecta… la que nunca me falla… la que me espera y no me recrimina… la que me da y yo le doy… sin una queja… sin un reproche… que me invita a un bica… a un mojito… a un amanecer con vistas o a una bella puesta de sol… me ofrece las mejores zapatillas de diseño… y un bacalao y un arroz… y un tranvía… y el Tejo con su ribera… y bares con hules de plástico… Ya sé que soy un pesado… que soy repetitivo… pero cuando estás enamorado… y yo lo estoy de esta luminosa ciudad… los defectos no se ven… se difuminan… no importan… es un amor abierto, un amor sin exigencias… porque nos hemos acoplado con facilidad… nos gustamos, no desentonamos… tenemos trayectorias comunes… somos vagas… somos abiertas… muy plebeyas y algo ordinarias… vivimos con lo que tenemos… y siempre estamos en crisis… nunca llegamos a fin de mes… nos gusta el cine… la música pasional… por lo que no tenemos miedo de cantar con el pulmón cuando sentimos el amor por nuestras venas y gemimos sin que nos importe que el vecino se despierte… y si debemos llorar lo hacemos cantando un fado… y abriendo las puertas de nuestras tabernas para que todo el que pasé sepa el porque de nuestro dolor… ambas somos portuarias… algo obreras pero nos gusta perdernos y ser señoriales por La Lapa… contradictorias y valientes… noctámbulas… habladoras… cafeteras… Mi amante perfecta me recibirá dentro de 5 domingos… y no me ofrecerá nada nuevo… porque ella y yo sabemos como somos… y lo que necesitamos…

jueves, 16 de octubre de 2008

CAROLINA

Hacía más de 9 años que no sabía nada de Carolina y Facebook hizo el milagro. Pero lo cierto es que los rezos por mi parte, para reencontrarme con ella, venían desde atrás. Desde que este verano, la casualidad o causalidad hizo que compartiera una cena con un antiguo compañero de la facultad, Salva.

A Salva y a mí nos costo reconocernos. Pasamos más de dos horas hablando sin saber que teníamos un pasado común… fue él quién me recordó… y al instante abrió una parte de mi memoria que tenía clausurada: los años estudiando ciencias de la información en Madrid. Esos años los veía tan lejanos, tan inservibles, incluso inútiles que había apartado de mí todos los flash-back que procedían de ese tiempo. Porque me estoy remontando al final de los años 80 y principios de los 90. Salva y yo compartimos clases, amigos, días en la cafetería… Entre esos amigos estaba Carolina.

Carolina fue a la primera persona que conocí cuando llegue a la facultad. Octubre de 1989… era un día de sol, yo entré a la carrera tarde por un fallo en los expedientes académicos… por lo que las clases habían empezado cuando llegué a Madrid. La noche de antes, mis padres me habían dejado en una especie de pensión residencia de mala muerte, porque con todo el follón del expediente no había podido entrar en ningún Colegio Mayor (que era donde debían ir los chicos buenos como yo). Y esa mañana era mi primer día en la facultad, en la facultad de ciencias de la información, más concretamente en la especialidad de Imagen y Sonido. Me vestí nervioso y me marché para la facultad. Todo era nuevo, las calles de Moncloa, el bus, la zona universitaria y por fin esa mole de cemento que era la facultad. Perdido por los pasillos, preguntando, encontré la clase. Una puerta naranja al fondo del pasillo izquierdo, margen derecho de la primera planta. Allí estaba primero de Imagen. Y allí llegué yo un poco antes de la nueve de la mañana, con mi carpeta bajo el brazo y todas las ilusiones del mundo. Y apoyada en la puerta, fumando un cigarro, con unos levis 501 algo anchos, una camiseta blanca, unos ojos azules grisáceos y pelo negro, bellísima… estaba ella. La vi y me encantó. Entré en clase, con miedo dejé la carpeta en una silla y salí. No sabía que hacer y con más miedo aún me acerqué hasta esa chica. Era lo que siempre había soñado hecho mujer… bella, moderna, enigmática… tremendamente perfecta… y le solté a bocajarro: “Mira soy nuevo, de Martos, es mi primer día de clase y no tengo apuntes, me los podrías prestar… bueno me llamo Antonio”. Ella me sonrió. Joder… era más guapa aún y simpática y me dijo que por supuesto, que se llamaba Carolina. Sin duda era la chica más bella de la clase. Al día siguiente le devolví los apuntes y me senté a su lado y se convirtió en mi Cicerone en los primeros días en la Universidad. Yo me veía como un pardillo de pueblo y ella era todo lo que para mí significaba Madrid y la universidad. Descubrí que le gustaba la noche y que salía por Bilbao y Malasaña… que nos gustaba la misma música: la Frontera, los Ronaldos, Texas y sobre todo la Granja… y ese increíble disco que se titulaba “Azul eléctrica emoción” que escuchábamos en su Renault supercinco azul con el color azul de sus ojos iluminándolo todo. Y fue en su coche, con las ventanillas bien subidas, para que no se escapara ni un gramo de humo, donde me hice mi primer canuto… A los que no me enganché ya que el tabaco nunca fue lo mío. Pero entre exámenes, trabajos, clases, cafetería, mucha cafetería, conciertos, biblioteca… nos fuimos haciendo amigos… Nos fuimos conociendo… y se fueron uniendo muchos otros: Alice, Silvia, Gabi, Miguel… Y Ramón… Joder, Ramón era el tío más bueno de la clase… menudo chulo… de Albacete… increíble… y nos robo el corazón a todos y hizo que mi personalidad saliera a la luz… y que Carol y yo nos uniéramos mucho más… y que los secretos desaparecieran y convertimos a Albacete en una ciudad supermoderna… digo la convertimos porque jamás la visitamos… soñábamos con cruzar la Mancha y encontrar en dicha ciudad la New York española… No fuimos a Albacete, pero sí a Martos… y de esa forma Carol le puso cara a mis amigos de los que yo tanto le hablaba y escuchar en directo a los Lubidine… grupo Marteño con el que la martirizaba en su coche… Fueron años de universidad… para ninguno de los dos los mejores de nuestra vida… pero sin duda sirvieron para encontrarnos, conocernos y saber que estábamos ahí… que nos unía un hilo muy especial… y que siempre estaría ahí… por mucho que la vida y el tiempo nos separará… y lo hizo… Yo me marché de Madrid rumbo a Sevilla y pensaba en ella, la recordaba pero no nos llamábamos… no sabíamos nada el uno del otro… Cuando me marche, la dejé novia con un chico majísimo… Argentino… jugador de rugby… Argentina y el rugby otras dos pasiones que nos unían… En el año 98 volví a Madrid a presentar un espectáculo en la sala Mirador… y la invité y ella se presentó a acompañada del jugador de Rugby que con el que vivía… Y al verla en el patio de la Mirador… supe que ese hilo mágico seguía intacto… Cada vez que traje una obra nueva desde Sevilla, ella se presentaba el día del estreno. Y de esa forma en el año 1999 conocí a su hija María… y la vida nos volvió a separar. Perdimos el contacto. Los móviles, los fijos… Todo lo que nos ponía unir de forma real. Pero ese hilo imaginario seguía vivo. Carol aparecía en mis recuerdos… me preguntaba qué sería de ella… dónde estaría… cómo podría averiguar su teléfono… vivíamos en la misma ciudad pero no nos cruzábamos… ¿seguiría casada… sería feliz… como de grande estaría María, su hija, y cómo de guapo y de argentino seguiría Fernando…? Incógnitas sin respuesta que me unían mucho más a ella…

Hasta que una noche de verano… en medio de una cena informal Salva y yo nos descubrimos… y el fantasma secreto de ella se hizo real… Salva podría conseguirme su teléfono por medio de un amigo común. Lo hizo pero era un teléfono antiguo… Nada, no sabía que hacer… hasta que hace menos de una semana tecleé su nombre en el facebook y apareció su perfil… No lo dudé, le escribí y ella respondió a las pocas horas… dudaba que le chico que le escribía fuera yo… “¿dónde estaba su Antonio, con sus gafas y gordito?” Intercambiamos móviles y me llamó. No lo dudamos y quedamos para almorzar. Ayer fue ese día… Nos encontramos en la Musa de Malasaña, no podía ser en otro sitio. Nos reconocimos tan solo mirarnos. Ella está aún más bella, serena, impresionante, madura sin una arruga, sin un gramo de maquillaje, con un tipazo de escándalo, sigue llevando vaqueros que le sientan como un guante y unas botas de cuero… los ojos siguen siendo los más cinematográficos de la vida real… y su pelo ha cambiado… ahora es algo pelirrojo… como tributo a su hija María que sí es pelirroja. Comimos Tortellini, pavo, pastel de pera y helado de vainilla… mientras fuimos desenmarañando la madeja de estos casi diez años sin vernos… No hubo silencios, sólo palabras, yo siempre más frenético que ella y siempre sintiendo que mis palabras las escuchan sus bellos ojos… que eran devoradas por ellos. Carolina tiene la virtud de escuchar con su mirada, de hablar con tiento y acertar en cada palabra… Nos dimos cuenta que la madeja, que el hilo que nos unía… seguía allí, invisible pero seguro… Tras la comida un café en una bella plazoleta de Madrid donde el sol del otoño nos invadía y nos reconfortaba… “A las 5:30 tengo que esperar a María que viene del Colegio… te acompaño hasta el metro… El hilo tiene que seguir… ahora si que no te quiero sacar de mi vida… me he preguntado tantas veces dónde estabas…” frases que entremezclábamos mientras nos despedíamos… una cena, unos vinos, una noche de marcha… nos abrazamos al llegar al metro… la contemplé alejarse… observé su espalda… a ella… y en ese momento recordé una estrofa de una canción de Loquillo “Supersónica” que decía… “Sí, alguna noche te iré a buscar para llevarte a las estrellas. Y aunque no te haya visto en años, por favor, consérvate bella..”

miércoles, 15 de octubre de 2008

AGONÍA

Me siento bloqueado, espeso, perdido, descentrado… busco mil cosas sobre las que escribir y no termino ninguna. Me da miedo el folio en blanco. Siento sudores cuando me pongo delante de él. No sé cual es la palabra con la que debo empezar. La que escribo no me gusta y la borro. Y así una vez, y otra y otra… me levanto, me vuelvo a sentar… me tomo una taza de kellogs creyendo encontrar la inspiración… y sólo me inspirar para ir al water y evacuar lo que tengo dentro de mis tripas… intento volver… dos palabras, una coma, un punto y seguido… y Rosana me cuenta su día y yo el mío… e intento exponer algunas de las cosas habladas en los folios que quiero convertir en trozos de vida pero no me sale… me vuelvo interrumpir yo mismo… necesito un café… salgo a la calle, con la excusa de despejarme… el mismo café de cada mañana… y mientras me lo tomo busco inspiración en el País… vuelvo lleno de noticias… que intento conjugar dándoles sentido en mi folio blanco del ordenador… Y me interrumpen mil y unas llamadas y yo me interrumpo haciendo mil y unas llamadas… la maestra con su vida, Ely con su ir y venir, Jesús con lo suyo… entran a ser protagonistas de mi mañana por unos minutos… intento que algo de lo que me diga me inspire pero nada… más vacio… y me pierdo en otros blogs… y me gusta todo lo que leo… me siento torpe ante ellos y hundido vuelvo al maldito folio de Word blanco… por fin me salen dos palabras, una línea… que me frena una nueva llamada de una compañía de teatro buscando una escenario donde actuar, y yo le doy largas… y me siento un cabrón… me siento que alguna vez, cuando yo busque ese escenario… alguien hará lo que yo acabo de hacer… pero no puedo hacer otra cosa… más folio en blanco… más torpes palabras que borro y borro… una se queda, sólo una y me siento orgulloso y para celebrarlo huyo hasta el facebook… y me pierdo en él… Mamen me sorprende con sus fotos y sus comentarios… intento responder a algunos amigos… y al final tampoco sé que decir en otros muros que me invitan a escribir… por lo que me siento en la obligación de volver a mi pagina de Word… que sigue casi igual de vacía… y de repente un mensaje de él… que me hace sonreír… que me llena de energía… y maldigo que estemos tan lejos… pero le respondo… aunque hoy no encuentro inspiración ni para los mensajes… aún menos para mi historia… y me entretengo jugando con extraños juguetes que José me ha regalado... y las posturas me inspiran otras cosas... y quiero estar con él donde esté... y más posturas y más ideas calientes... y pasa la mañana y llega la tarde y me siento agotado… bloqueado, espeso, perdido, descentrado… sólo he escrito dos palabras buenas… ¿dónde están las demás? Mañana será otro día… espero que aparezcan algunas más… sino tendré que aceptar que debo desaparecer… cortar móviles… desconectarme de Internet… cerrar las puertas a la vida y escribir… es lo único que puede salvarme de esta agonía… href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSpgTxNRPlQTr7UjY651eZ9IqenMdZrUZDXbPKq9bzhf_WJPqdhAeSAO6t4kUVkYzM2EozGVPl9UKM-XyVpZxMQSqeuw_K83Ufz9dTa6DUYfbvqxPLkgmEXJeehGmmnZZG-e9GMuUbjGE/s1600-h/Imagen173.jpg">

viernes, 3 de octubre de 2008

DE MADONNA A RUFUS WAINWRIGHT Y CULO QUE ME TOCA.

Inicié estos 15 días de vacaciones viendo a Madonna en Sevilla. Un supermegahiper espectáculo que no te puede dejar indiferente y ayer concluí mi verano disfrutando de un concierto íntimo y maravilloso de Rufus Wainwright en el teatro Cervantes de Málaga. Dos espectáculos tan diferentes pero que sin duda tenían algo en común. Anoche intentaba averiguar que era lo que unía a Madonna y a Rufus. Y llegué a la conclusión que era que ambos sabían disfrutar con su ano. Que no tenían ningún complejo en poner su culo, en disfrutar de él o saber hacer que otra persona disfrute del placer anal.

El disfrute del ano es uno de los grandes tabúes de nuestra sociedad y está enraizado en lo más intimo de nuestro propio ser. Una de las películas que más me han influido, de diferentes maneras, en mi vida, La ley del deseo. Comenzaba con un tipo pidiéndole a otro que se lo follara… En realidad todo era un juego… y cuando el tipo que llevaba la voz cantante le pedía al chapero que le dijera: “¡fóllame!”. El chapero se volvía molesto y le decía que eso no era lo acordado…



Parece ser que si una persona es penetrada analmente por otra, la que está siendo penetrada se siente en inferioridad frente la otra. Hay personas que pueden sentirse de esa manera. Razones muchas. La primera, que la otra persona, la que te folla, te haga sentirte así. La segunda, que la sociedad, la educación nos haya inculcado a través de las religiones, de las costumbres, de los ritos… que dicha práctica es algo vejatoria, pecaminosa… y por lo tanto se rechaza. La tercera, está en nosotros mismo, vernos en inferioridad de condiciones frente al que nos penetra… Así podría enumerar muchas más… pero sin duda hay una razón física que nos frena y es el dolor… Tengo que reconocerlo, de primeras… si no lo has practicado nunca… y la persona que hay frente o espaldas a ti, cree que un culo es igual que una vagina y lo trata de esa manera no resultará fácil… Un culo es otra cosa, ni mejor ni peor, sino un culo… y hay que tratarlo con mimo… hay que saber hacerle mil y una caricias para que se abra poco a poco… no hay que tener prisas… no hay que ser brusco… hay que saber quererlo… amarlo… humedecerlo, activarlo… un culo está cerrado pero dispuesto a abrirse y hay que buscar la llave… ya que una vez abierto dentro nos espera mil y un placer… Dicen y creo que llevan mucha razón… que dentro del ano, los hombres tenemos escondido nuestro gran secreto, nuestro punto G… y cuando digo los hombres… no me refiero a los homosexuales… sino a todos… es ahí, en ese maravilloso lugar, donde Dios nos colocó el botón que desata todos nuestros orgasmos…

Me pregunto, siendo eso así, y puedo certificarlo ¿por qué se niegan heteros y homos a disfrutar de dicha práctica? Dicho uso nos hace más libres, nos hace romper tabús… y nos abre nuestros propios límites…

¿Cuántos prejuicios propios, internos y personales tendremos que romper más? Muchos creemos que vivimos en una sociedad libre… pero eso es mentira… lo que pensamos eso, vivimos en una burbuja falsa… una burbuja llena de permisividad… de vida positiva… de creernos que esta sociedad es una sociedad abierta… y lo cierto es que tenemos la bases para que así sea… pero los miedos están dentro de uno mismo… no fuera… Somos nosotros quien nos limitamos… quien nos ponemos excusas para negarnos a exteriorizar lo que sentimos… estoy seguro que habrá muchos hombres que disfruten de su punto g en intimidad pero que en público se nieguen a aceptarlo… que en la intimidad de su casa, de su dormitorio, de su baño… disfruten de mil y una cosa que jamás serán capaces de confesar en la barra de una taberna, a sus amigos o a sus familiares… ¿Dónde empieza la intimidad y donde acaba la cobardía vital? Muchas veces se confunden… se enredan y no sabemos o no queremos separarlas, diferenciarlas… es mucho más fácil vivir íntimamente en cobardía… limitar tu propia libertad.

Por eso Madonna y Rufus son grandes, son libres… ellos se muestran sin prejuicios… sin miedos… confiesan sus secretos, los muestran en sus obras… juegan con su intimidad y la convierten en música, en arte… No le tienen miedo a su culo… saben disfrutar de él, saben vivir la vida.



lunes, 22 de septiembre de 2008

CIFRAS

He vivido en 13 casas (contando la de mis abuelos)…
1 año interno en un colegio mayor…
1 año de okupa en casa de Antonio López…
Jugué feliz 1 año en un colegio de monjas…
He aguantado 12 años de falsa educación franciscana…
Estudié 2 años en un instituto publico…
Malgasté 5 años en la facultad…
Pasé los 4 años más maravillosos de mi vida en una escuela de teatro…
He corrido ccon 2 motos: una puch X20 y una vespino…
He tenido 4 equipos de música… 3 ordenadores de sobremesa… 3 portátiles… 9 teléfonos moviles… 3 ipod…
Tengo cerca de 520 dvd… 474 cds… cerca de 634 libros...
43 zapatillas de deporte… 78 camisetas… 14 pantalones… 12 bermudas… 8 cazadoras… 3 trajes…
Tengo este blog con 157 entradas...
Trabajé 1 verano en una autoescuela…
Ayudé a mi padre en la tintorería durante más de 12 años…
Escribí guiones para al salir de clase durante 3 años…
He escrito 11 obras de teatro...
He dirigido 16 obras de teatro...
Autónomo televisivo 4 años…
Director de un teatro 2 años…
Dramaturgo, espero que toda 1 vida…
He vivido 24 años en Martos…
8 años, con intervalos, en Madrid…
1 año en Granada…
5 años en Sevilla…
He visitado 13 países…
He estado en 2 continentes…
Tengo 1 madre única…
El recuerdo, la herencia genética y 2 huevos como los de mi padre…
Tengo 2 hermanas tremendas…
3 sobrinas maravillosas…
1 futuro sobrin@ niet@
2 cuñados que hacen felices a mis dos hermanas…
Tengo 4 primos, 1 tía y 1 tío…
12 amigos de verdad…
6 que hacen oposiciones a serlo…
15 amigos que han recorrido conmigo una temporada vital y luego desaparecieron…
29 amigos de una noche…
Viví 12 años en pareja…
3 meses de pareja abierta…
2 meses equivocado…
Me he enamorado de 1 gran mujer…
Durante 4 años tuve un amante clandestino…
Me gustó jugar con la promiscuidad durante 36 meses…
Llevo 22 días dónde el sexo se ha convertido en amor y viceversa… los mismos que llevo sin comerme las uñas, 22 días…
llevaba comiéndomelas 33 años…
Ayer cumplí 38 años…

lunes, 15 de septiembre de 2008

TURISMO DE INTERIOR

Suena Marine de Vincent Delerm mientras transito por la Mancha en un tren camino de mis vacaciones. Esta vez no voy a viajar… prefiero descansar, sopesar, escribir y amar… No quiero hacer otra cosa… aunque las ganas de viajar y descubrir un nuevo país no cesan… Turquía, Argentina, Israel y Palestina, Chipre… o de nuevo Portugal para seguir buceando en sus costumbres… Sentirme un simple turista paseando por sus calles… como a veces me pasa en Madrid… Ser turista en la ciudad en la que vivo o ser persona con derecho de voto en la ciudad en la que soy un simple turista. Hace unos días estaba sentado en un banco, en la Plaza de la Paja (sin duda mi plaza favorita de Madrid),
esperando a que llegará Verónica, para compartir con ella un desayuno que nos llevo hasta el Vermut… Mientras la esperaba, una chica a mi lado, una turista, de algún país del norte o centro europeo o yanki o canadiense-islandesa…, miraba un plano de Madrid. La turista mochilera observa por primera vez la plaza que para mí está llena de significados, de encuentros, de desayunos, de conversaciones, de confesiones, de mojitos compartidos, de noches, de ocio y de vida. Para la chica es un lugar, seguro que precioso, donde dejar posar su imaginación para construir historias que hayan podido transcurrir allí. Estoy seguro que la energía de algunas de mis vivencias podría caminar por la imaginación de la turista, tal vez neoyorkina… y servirle de simiente para escribir un cuento, un guión o una canción… o tan sólo un bello pensamiento…

En cada ciudad que recorro, ya sea turista o no, hay lugares mágicos, lugares que te atrapan irremediablemente, debido a la cantidad de experiencias vivénciales que en ellos habitan y debido también a los recuerdos que por allí pululan deseando convertirse de nuevo en vida. Es esa energía la que llega hasta los turistas que saben caminar perdidos por una ciudad desconocida y se sientan abatidos a descansar en medio de una plaza y reposan su espalda contra un muro de piedra lleno de historias. Cuando he sido turista he buscado en estos lugares mágicos el consuelo de las historias ajenas… pero otras veces he llenado estos rincones de mi propia vida… Hay una plaza en Lucca que se quedo que se quedó impregnada del dolor y las lagrimas de mi separación; una escalinata en Lisboa que llené de previo amor; una plaza con vistas al río, rodeada de arquitectura moderna, en Hamburgo donde compartí el cáncer de mi padre con un desconocido que había vivido lo mismo, un bar perdido de Munich donde una mujer con miedo me confesó en Español su vida mientras su marido la espiaba en Alemán…

Pero este año… estas vacaciones… buscaré esos lugares dentro de mí… esta vez juego en casa… voy hacer turismo de interior… bucear dentro de mí… para ser capaz de sacar una historia compleja y sorprendente de todo lo viajado y vivido en los últimos años… por eso necesito un poco de orden… ordenador por la mañana para escribir un texto de teatro, playa y libro por las tardes… por la noche alguna película en el ordenador o en el cine… y los fines de semana dedicados de nuevo al amor… días de playa, sal y sexo… volver a cocinar… volver a compartir un sofá… un colchón… un helado… un baile… una cerveza… un mojito… y llenarme de él… y cuando octubre llegue a la ciudad yo estaré preparado para recibir otro nuevo Otoño… pero mientras seguiré habitando en el verano del amor.

jueves, 4 de septiembre de 2008

ME GUSTAN TUS MANOS

- Me gustan tus manos.
- Te las cambio por las tuyas, responde, y de esa forma dejarías de comerte las uñas.

Es domingo 31 de agosto y estamos volviendo de Cádiz, de la costa de Zahara, Barbate, Bolonía, Los Caños y el cabo de Trafalgar… José Antonio es el chico de las manos preciosas y conduce. Me coloca su mano sobre la mía en el cambio de marchas. Él lo controla y guía mi mano cada vez que metemos una nueva.

Dos días antes nos habíamos encontrado en la Estación de Santa Justa. Pero antes hace 20 días, habíamos compartido un amanecer de película en Lisboa a ritmo del My Way de Frank Sinatra. Ese día nos miramos y hubo algo de magia. Luego nos separamos. Él debía volver a Sevilla. Durante tres semanas hablamos y nos mensajeámos. Dudábamos si la magia de ese primer encuentro era consecuencia de la energía de Lisboa, del alcohol, de las drogas y de Frank Sinatra…

Teníamos que despejar la incógnita. Y ambos con miedo decidimos darnos una oportunidad en Cádiz. Tal vez, el rincón de la península donde la luz es más pura y te ayuda a verlo todo mucho mejor.

Y nos encontramos el viernes al mediodía en Santa Justa, nos reconocimos, nos abrazamos tímidamente y nos montamos en su coche dirección los Caños de Meca. Yo había grabado música para el viaje, un regalo… Había confeccionado la banda sonora de esos días: Sinatra, Chet Baker, La costa Brava, Postal Service, Pet Shop Boys, La Casa Azul, Vincent Delerm y muchos más que fueron sonando mientras atravesábamos el bajo Guadalquivir y José Antonio me mostraba los pueblos en lo que había crecido y yo le explicaba porqué “los planetas” hacían poesía de la experiencia en “Un buen día” o le hablaba de la crónica de una separación a través de “la Buena Vida”.

Pero había tensión… teníamos dos días para conocernos… llegamos al Hotel… a la habitación… más tensión… El hotel no está mal, pensamos los dos… Nos echamos en las camas. No sabíamos que hacer. Él mostró su inseguridad… terminé una historia hace menos de dos meses, necesito tiempo… Yo entendí que me decía: no creo que follemos… y pensé… si quiere tiempo… tenemos todo el del mundo… Y mientras la luz se diluía por la ventana, los miedos hicieron lo mismo… José Antonio se quitó la camiseta y yo, tímidamente, le acaricié la espalda… Nos miramos y lentamente… mientras la luz desaparecía nos besamos.

Cuando nos dimos cuenta era cerca de medianoche y no habíamos cenado. Compartimos nuestra primera cena y una botella de vino de la tierra. Descubrí que él come poco y yo que los nervios me hacen comer mucho y muy rápido… y más si el pescado es bueno. Luego sentados en unos escaleras y con el mar de fondo compartimos mojito y coca cola (era él quien conducía).

Dormimos… él busco una manta para el frío… y al despertar nos fundimos en un nuevo abrazo. Buscamos el pasado de estas tierras en Bolonia, nos bañamos en su mar-océano… Mis amigos están cerca pero no nos cruzamos… aunque yo intuyo su presencia que me arropa… Nos untamos de arcilla y nuestra piel se vuelve sube al tacto mutuo… y el sol se esconde en las dunas de Bolonia mientras saboreo un nuevo mojito…

Al volver al hotel le duele la cabeza… yo con mis inseguridades, pienso que algo no va… Intuyo una distancia… pero los abrazos me serenan. Cree que una cena le reconfortará y lo hacemos en el restaurante del hotel. Yo pido un pescado de la zona: Borriquetas y menudo sabor… Él me pide un espidifén para su cabeza… Y me pide que no salgamos… A mí no me importa… volvemos a la habitación y es en ese momento cuando las máscaras caen… desnudos, uno frente al otro, empezamos a disfrutarnos… en medio de la noche, esta vez, yo tengo frío y él me hace entrar en calor.

Nos levantamos a la hora de dejar el hotel y nos vamos para Zahara de los Atunes y su playa de los Alemanes… Un lugar mágico donde la arquitectura de hoy se conjuga con la naturaleza… y empiezan las confesiones… él me dice que se excita si lo toco y me explica sus reticencias a expresar sus sentimientos en público… lo escucho y lo entiendo… Entiendo mi prisa… mi evolución… y me hipnotiza… y comenzamos a jugar con nuestras respectivas excitaciones… comemos Atún de la almadraba y ternera de la mejor... y seguimos confesándonos más trozos de nuestra vida… tengo la sensación de que el finde se escapa y necesito más tiempo… tiempo para más cenas, para más baños, para más arcilla, para abrazarnos en la cama y mirarnos… pero sólo nos queda un viaje en su coche de Zahara a Sevilla… Paramos en su heladería favorita de Barbate… y saboreamos helados de tarta de queso y turrón… y con la banda sonora del viaje iniciamos el regreso…

Observo su mano que la lleva en el cambio de marcha, de vez en cuando me roza mi rodilla… me excito… acaricio su mano con la mía… Él me mira excitado… y coloca su mano sobre la mía… y me invita a manejar las marchas pero dirigidas por él… lo miro y le digo…

- Me gustan tus manos.
- Te las cambio por las tuyas, responde, y de esa forma dejarías de comerte las uñas.

miércoles, 27 de agosto de 2008

CINE PARA LA FELICIDAD

Hubo unos años en que me olvide de vivir. O lo hacía a escondidas, en secreto, casi pidiendo permiso para hacerlo. Convirtiendo una simple cena con amigos en un infidelidad… Durante esos años… vivía gracias al cine… Iba al cine con una asiduidad semanal, llegaba a consumir 4 ó 5 películas a la semana, más todo lo que veía sentado en el sofá de mi casa. El cine me hacía sentir todo aquello que yo mismo me negaba en la vida. Recuerdo el día que coloqué el Canal Satélite Digital en mi flamante casa nueva. Supe en ese momento que esa sería la ventana que me uniría al mundo de lo visceral… Conocía al dedillo cada película que se estrenaba, estaba totalmente atento de la cartelera y no se me pasaba nada. Cuando acudí al cine o veía una película en casa, mi vida dejaba de sentir… yo dejaba de pensar… y soñaba por unos segundos que yo era otro…

Hoy en día… la vida se me ha impuesto… y aunque intento estar al día de todo lo que se estrena y ver cuanto más cine mejor… sé que cuando se encienden las luces de la sala, hay una vida fuera esperándome. Una vida llena de imperfecciones, de subidas y bajadas, de amores frustrados, de amigos maravillosos y otros a los que no comprendo pero quiero, de trabajos que no me gustan, de sueños por realizar, de sueños imposibles, de viajes sin monumentos ni museos, de catedrales llenas de luz, de discotecas ciegas, de noches de excesos y de tardes de cafés, de hombres guapos… y de hombres que me enamoran… de hermanas y madre, de familia de sangre y de familia de afectos…

Pero anoche volví al cine… Mi amiga Vero… me acompañaba… era la que me invitaba a ver la nueva película de Javier Fesser: “Camino”. Ella la había visto hacía unas semanas y me llamó emocionada diciéndome que tenía que verla cuanto antes… sabía que me iba a gustar. Sin duda iba condicionado positivamente. Pero había cosas en su contra, la hora: las diez de la noche y lo cansado que llegaba después de todo el día ensayando.

Pero se apago la luz de sala y comenzó la magia. El inicio te golpea con dureza y te deja atrapado en esa historia llena de dolor… Las primeras imágenes son de lluvia en una capital de provincias… Ves una iglesia… ves lluvia… y tus recuerdos cinematográficos te llevan sin querer a Calle Mayor… pero en unos segundos… estás sumergido en Ordet y tras este preámbulo de dolor… Fesser te hace revivir una época de felicidad que está filmada como el mejor cine de Summer de los 60 ó 70… del rosa al amarillo o adiós cigüeña, adiós… hay algo monjil… algo necesario para contarte en el mundo casto, opusiano en el que viven nuestros protagonistas… pero debajo de esta estética… está lo grande de la película… la construcción de la historia, como Fesser describe sus personajes, como los construye, como los hace humanos… Un guión sólido, lleno de verdad, lleno de humanidad… donde cuando aparece el dolor… te golpea como si fueras uno más… pero el dolor sirve para hablarte de algo más doloroso aún, la deshumanización del fanatismo religioso…

Las anteriores películas de Fesser me había parecido puros entretenimientos, muy bien rodados, pero entretenimientos… algunas veces con guiones que se iban desvaneciendo lentamente… pero ahora Fesser se ha convertido en nuestro Spilberg… sin duda es con el director con el que más códigos comparte… haciendo una película valiente, real, emocionante… los alicientes que deben tener todas las obras maestras… Y con interpretaciones llenas de verdad: Carmen Elías ganará este año todo lo que tenga que ganar por una de las construcciones de personaje más reales que he visto en años… pero a su altura está Mariano Venancio (¿dónde estaba este gran actor?), Nerea Camacho (que buen casting, encontrar una preadolescente con tanta magia), Manuela Vellés (que se merecía tener un personaje tan bien escrito como éste, para demostrar que es capaz de defender todo lo que le pongan, como hizo Caótica Ana)…

Anoche “Camino” y Fesser me hicieron por dos horas y media… salir de mi realidad… de una realidad llena de felicidad, de energía y de positividad… de un verano mágico que no quiero que se acabe… que quiero que cabalgue en el Otoño… un verano plagado de buenas sorpresas… un verano que comparto con Cynthia, con mi maestra, con Rosana, José y su prole… donde Luís me llena de vida… donde José desde Lisboa nos llena de saudade… donde Vero me enamora cada noche madrileña… un verano donde soy feliz… y donde el cine me evade también de esa felicidad… como en su momento lo hizo de la infelicidad…

lunes, 18 de agosto de 2008

SOBREDOSIS DE EMOCIONES

Necesito vomitar todo lo vivido en estos nueve días. Tengo el corazón dividido, la vida dividida… tengo sobredosis de emociones… sentimientos cruzados… ansiedad… desazón… vitalidad… dolor… los ojos llenos de luz, de amaneceres y de atardeceres… He vuelto a viajar a Lisboa… esta vez no iba solo… En un principio me acompañaba Cynthia y Félix… luego llegó la Maestra, la compañía invisible de José y Rosana, al día siguiente aterrizaron en coche la alegría de Luís y la templaza de Tomás… José me acogió en su casa y a parte de esta prole de amigos. Del pasado viajo Salva. José aportó a Luciano y las calles del Barrio Alto aportaron a mucha gente más: Javier e Iván; Javier y Bea; Dani y José Antonio, José y Jorge. La casualidad hizo que nos encontráramos con Carlos que también había venido en busca de tranquilidad a Lisboa. Cada uno se ha mezclado y se ha relacionado como ha querido o ha podido. Algunos se han vuelto a encontrar, otros se han fundido en una bella amistad, otros han compartido noches y mojitos, otros días de playa, otros confidencias y mentiras, otros amaneceres en miradores, otros desayunos, otros noches y drogas, otros mentiras, otros ilusiones, otros oraciones a Santo Antonio, otros habitaciones de hoteles, otros canciones, otros miradas, otros ilusiones, otros promesas, otros amantes, otros la Alfama, otros cenas, otros el barrio de Gracia, otros paseos abrazados, otros taxis, otros cama…

¿Y yo que he compartido? He vuelto a ver a sonreír a Cynthia, cada día está más bella, más grande, más limpia, más sana… Siente que puede volverse a enamorar y lo quiere hacer. Le reza a Santo Antonio y le habla de verdad, le pide por todos… No puede ir a su capilla, ya que es la primera en marcharse a Madrid… y yo camino hasta su Iglesia y traslado en un papel cada uno de sus rezos… La Maestra me acompaña en este peregrinaje y emocionada absorbe la energía que hay allí… y mira a Santo Antonio y le habla del amor… desde una verdad humana y profana…

José me abre su casa y me permite que encuentre por fin un hogar en Lisboa, José me cuenta su vida, yo le cuento la mía… Cynthia le cuenta la suya… y los tres nos fundimos en un conocimiento sin limites.

La noche hace que todo sea más confuso… que los sentimientos se entremezclen en miles de combinaciones… Una de esas noches de mojitos en el Barrio Alto y de bailar sin descanso en el Trumps… me descubro invitando a un chico, de mirada liquida y profunda, a desayunar y a ver amanecer en el Mirador de San Pedro… entre el café y los primeros rayos del sol nos descubrimos nuestras vidas… caminamos por callejuelas y nos sentamos en una escalinata que nos ofrece la ciudad a nuestros pies… una ventana se abre y comienza a sonar My Way de Frank Sinatra. Nos miramos a los ojos, sus ojos líquidos como si fueran láser sanan mis pupilas… y se nos dibuja una sonrisa que no sé muy bien que significa pero que me gusta. Él, una hora después, debe dejar su hotel y se vuelve a España.



Yo al día siguiente vuelvo a Madrid, a Martos y al tercer día ya estoy de nuevo de regreso en Lisboa… Vueling me desea un buen Vueling tanto a la ida como a la vuelta… y continúan los días de playa, los días de descubrirle a La Maestra mi Lisboa… y cruzamos el puente 25 de Abril mientras Javi e Iván nos regala un temazo de la Jurado y la Faraona que se llama: “Dejándonos la piel…” Como si fuera una premonición de lo que me esperaba...



... Al llegar a casa de José en busca de una ducha y unos pantalones limpios y una camisa para enamorar a la noche Lisboeta… alguien me sonríe… con unos tiernos ojos negros… y yo me empapo de ellos… me paralizo… y no sé como acercarme a ellos… lo hago con timidez… poco a poco… y durante una larga noche de excesos descubro que esos ojos negros y yo compartimos día de cumpleaños… que nos cuesta tomar una decisión... pero que cuando la tomamos, la tomamos… y que tenemos gustos similares por los hombres… el alcohol hace que la incipiente amistad crezca… él se fija en otro, un antiguo amante lisboeta mío… ¿casualidad o destino…? Pero esa noche… todo acaba… el chico de ojos negros se queda paralizado por el alcohol y debe marcharse… y al día siguiente reaparece, es mi última noche lisboeta, e intimamos algo más… no quiero invitarle a ver amanecer, ni a desayunar… eso es algo único y es para el chico de los ojos líquidos... sería una infidelidad hacía él … y mi antiguo amante reaparece en esta comedia romántica, robándome por esa noche su mirada oscura y llena de misterio… el chico de los ojos negros y yo nos despedimos con un abrazo y me pide el teléfono, no sé porqué me lo pide… intuyo que no lo volveré a ver más... y siento que Lisboa ha vuelto a jugar conmigo… que ha sacado todas mis emociones de paseo y me ha dejado totalmente desnudo frente a la vida....

Ahora escribo para ordenarme… para saber dónde estoy… para fijar los pies en la realidad… Estoy paralizado no soy capaz de mandarle un mensaje a ninguno, ni de hacerles una perdida, ni de llamar para mantener una conversación… tampoco tengo prisa… ninguna… sólo sé que estoy deseando amar… compartir… convivir… que lo necesito… que mi cuerpo me lo pide… que se lo he pedido por escrito a Santo Antonio de Lisboa… y también sé que Cynthia está conmigo, que la Maestra me da luz… que José me acoge en su ciudad, que Luís me acompaña en noches increíbles, que he vuelto a reencontrarme con Salva, que Félix vuelve a sonreír, que José y Rosana siguen siendo felices, que Verónica me espera en Madrid para compartir cenas únicas… y que todo ha sido gracias a Lisboa… esa ciudad que me saca para fuera y me mete hacia dentro… donde soy un poco más yo. Lisboa ha vuelto a ser el corazón de mi Verano.