martes, 27 de octubre de 2009

FELICIDAD POP

Llevo 21 días desenganchado del mundo de los blogs. Razón ninguna. Simplemente no encontraba nada que decir y no quería ver que todos los demás tenían mucho que contar. En estos más de dos años que llevo escribiendo siempre tenía algo que contar, algo sobre mí que me parecía interesante, pero en estos 21 días, el mismo número que el día de mi cumpleaños y el día que hice la primera comunión y me comí a Dios enterito, no he encontrado nada que compartir. No quería compartir que estaba escribiendo un guión sobre Cayetana de Alba y que se nos atrancaba el segundo capítulo y que un día de repente vimos la solución y todo empezó a funcionar. Ni que mi relación empezaba a serenarse y que lo que había empezado siendo bueno ahora era mucho mejor. Ni que mi primo Jesús se casó con Rosalía y que me gustó verlo tan feliz y a ella tan radiante. Ni que me tuve que encerrar en mi piso de Fuengirola para centrarme y poder terminar en un tiempo record el capitulo de Cayetana. Ni que allí me di cuenta que California está más cerca de lo que piensas. Ni que viaje a Lisboa y fui feliz pero una reunión de trabajo trunco mi apreciada felicidad y me hizo volver a Madrid… Me parecían cosas mundanas, simples e insignificantes. Cosas a las que no sabía como ponerle la literatura necesaria para hacerlas interesantes…

Hasta que una tarde caminando solo por las calles de Lisboa, una tarde gris, donde percibes como una borrasca llena de agua entra desde el atlántico para atravesar toda la Península Ibérica… bajando una cuesta lisboeta con mi ipod conectado a mis cascos verdes y a todo volumen… comenzó a sonar uno de los más bellos temas que he escuchado: Music is a princess de Prefab Sprout. Entonces me di cuenta que la felicidad llega a borbotones de no más de cuatro minutos, como una buena canción pop. Era feliz, sólo por 3 minutos y 32 segundos… caminaba, disfrutaba con la luz gris de esa tarde, los edificios elegantes y decadentes de Lisboa me vigilaban y yo a ellos, sentía que estaba donde quería, era un poco de allí, iba a recoger a Filipe del estudio de arquitectos donde trabaja y no necesitaba más… la felicidad se esconde en una buena canción pop… y Prefab Spraut había convertido mi vida en un video clip durante 3 minutos y 22 segundos.





A la mañana siguiente, al despertar, Filipe y yo tuvimos 3 minutos y algún segundo más de sexo fantástico. Fue rápido, salvaje, apasionado, perfecto y le susurré esto es la felicidad. Él me respondió que con que poco me conformaba. Entonces le expliqué mi teoría de que la felicidad se esconde en una canción pop y que en una vida puede estar llena de canciones… y lo mágico es saber reconocerlas y tararearlas… hacer tuyo ese breve lapso de tiempo… que nada es eterno… y la felicidad tampoco lo es…

martes, 6 de octubre de 2009

DIEZ MINUTOS

Diez minutos para desahogarme escribiendo. Mientras vuelvo a escuchar a Bon Iver. No sé que hacer, que decisión tomar. No es fácil dejar de querer. Pero algo ocurre, algo te frena y te quedas bloqueado: Un ilógico ataque de celos. Luego se arrepiente y llora, llora como un niño… y tú lloras con él… pero ya nada es igual… ¿quién puede soportar el lloro de un niño? Desde ese momento no fijas la atención en nada. No eres capaz de leer la prensa. El libro, que tienes a medias, deja de interesarte. Te cuesta elegir música, es más prefieres ni ponerte los cascos. Intentas escucharte. Intentas escuchar a los demás. Nada te consuela. Decides no acelerarte. No tomar ninguna decisión de la que luego te arrepientas. Caminar desde nuevos ministerios hasta gran vía, pararte en la Sueca, compartir un café, seguir de compras con los amigos, ver atardecer desde la terraza del Oskar en Madrid… Una cena secreta con una garza majestuosa… Llegas a casa. Duermes… Pero al despertar… Nada, todo sigue igual. Pero la sensación es física. Sé donde ubicarla. Es angustia. Es como si una manzana o un huevo se te alojara un poco más abajo de la garganta y un poco más arriba del corazón y no puedes expulsarlo. Te ahoga. ¿No hay un espidifén que lo haga desaparecer?