domingo, 20 de abril de 2008

VIDAS CRUZADAS


En las calles, en los bares o restaurantes, en los andenes y vagones del metro, en los centros comerciales, en las tiendas de ropa o en las tiendas de barrios atendidas por chinos, en las discotecas, en el tren o en el cine, sentados detrás nuestra, hay otros que se cruzan, tan sólo unos segundos, unos minutos o como mucho unas horas, con nosotros. Otros que se alejan al momento de nuestras vidas, pero antes nos regalan, si prestamos un poco de atención, una ráfaga de las suyas. Una ráfaga que a veces es insustancial o cotidiana: “… mi madre me dijo” o “… y yo que sé… la culpa era de él” o “…Tú sabrás lo que haces…” Frases que podemos repetir diariamente a cualquiera de nuestros conocidos o ellos a nosotros.

Pero si un día, se nos olvida en casa el ipod o dejamos de prestarle atención a la última novela que nos ha recomendado una amiga o nos aburre el periódico gratuito que nos dan a la entrada del metro, y seguimos escuchando, con atención, a aquellos desconocidos que nos asaltan con sus palabras, podremos descubrir que sus vidas son de cine o son un interminable culebrón, que están llenas de literatura o de discursos asequibles de revistas del corazón, que su banda sonora vital es melodiosa o atonal. Y son algunos de esos vendavales los que nutren a posteriori los cines o las pantallas de plasma de nuestros hogares, los anaqueles de las librerías más elitistas o los estantes de los quioscos de barrio, los auditorios con la acústica más selecta o las pequeñas salas improvisadas donde se programan conciertos íntimos. Pero antes de llegar a esos lugares, dos vidas tuvieron que cruzarse por unos minutos. Una de ellas fue como la semilla que se dejó posar en la tierra fértil de la otra. Una hablaba y otra espiaba en silencio y luego regó con amor la semilla que le prestó sin saberlo el o la desconocida. Eso es la inspiración...y sólo eso…

Siempre existe una pequeña casualidad o causalidad, no importa cual de las dos, para que las musas te visiten. El otro día mi ipod deja de sonar en mitad de una ruidosa cafetería, llena de humo de cigarros, de voces desagradables y de luces crudas… mientras busco entre los 5000 temas uno acorde con mi estado de ánimo, distingo la voz de un chico que habla con un amigo. Dos adolescentes que no le corresponden a ese lugar… uno de ellos tiene una voz triste apesadumbrada y el otro lo escucha, y sus frases, a las replicas del joven triste, son de ánimo… intento saber que es lo que le pasa… empiezo a hacer cábalas: lo ha dejado la novia, ha discutido con sus padres… pero no, es algo más serio… hablan de alguien que no está, alguien que está mal… alguien que está siendo operada en esos momentos… la conversación va captando por segundos mi atención… imagino que es su madre o su hermana, ya que habla en femenino… pero de repente da un dato que me descuadra: “joder… no sé… como tiene tanto pelo… yo ni se la veía… como va siempre como una loca… le encanta restregarse con las plantas…” Sin duda no es una persona… y mi ipod deja de importarme. Su perrita, lleva con él desde que tenía 8 años y ahora tiene 16 ó 17, se la regalaron una noche de reyes… él le enseñó a mear a cagar en la calle, la ha lavado, duerme en su habitación, seguro que lo vio llegar borracho la primera vez en su vida, le ha contado sus más íntimos secretos… y el veterinario le ha dicho que la herida tiene muy mala pinta… tal vez tenga que cortarle la pierna… y el chico llora, más bien intenta no llorar y su amigo lo anima… y yo pago mi café, salgo de la cafetería, me pongo el ipod y me pongo a imaginar la vida de este chico con su perra, mientras camino en dirección a la estación de Santa Justa.

Me montó en el AVE dirección Madrid y leo un relato de John Berger, que cuenta la despedida de una madre y un hijo en Lisboa quince años después de haber muerto ella. Estoy inmerso en el mundo mágico de Berger y las voces de dos mujeres me asaltan desde los asientos de atrás. Estoy en la posición idónea para escuchar con descaro y no ser descubierto. Tengo curiosidad por verle los rostros, por saber sus edades pero prefiero no moverme para no levantar sospechas, no sea que dejen de hablar. Me imagino que tienen treinta y algo… clase media alta, universitarios, ya que una de ella es profesora en alguna universidad… la profesora le cuenta a su amiga, el extraño viaje que hizo en Semana Santa. Recibió la llamada del novio de un amigo suyo, que viven en París, para decirle que su amigo se había intentado suicidar y que lo sentía mucho pero él no se podía hacer cargo del suicida frustrado… y que no quería que llamara a su familia. La profesora no lo dudó y compró el primer billete de avión y se presentó en Paris. Allí descubrió toda la verdad. Su amigo, había estado viviendo en Colombia hasta hace unos meses, se enamoró de un alumno suyo de no más de 18 años y cuando se trasladó a París se lo trajo en el equipaje. El colombiano, cuando se vio en Paris, se fue olvidando del amigo de mi vecina del asiento de atrás del AVE, que también era profesor universitario, hasta que decidió romper con él. El catedrático no aceptó la decisión y se tomó, por accidente o no, un tarro de tranquilizantes… A estas alturas, el cuento que estaba leyendo había dejado de interesarme por unos minutos… pero la historia de mi vecina dio un tremendo giro… casi inexplicable… Mi vecina comenzó a hablar del colombiano y de lo amable que había sido con ella… como le había enseñado París mientras su amigo se recuperaba en el hospital primero y en su apartamento después. Mi vecina llegó a la conclusión que el colombiano no era nada gay… pero bueno, que algo tenía que hacer para salir de allí… era comprensible… quería estudiar… y ahora lo estaba haciendo en la Soborna… Su amigo necesitaba afectos y el colombiano un visado y el profesor se lo facilitó… pero por un visado no puedes estar toda la vida con alguien, concluyo mi vecina… y continuaron hablando de los bulevares de París y del barrio latino… la conversación dejó de interesarme y el libro de John Berger me sumergió en otra historia… de vez en cuando volvía a poner el oído… pero ahora hablaban de la feria y la lluvia… de esa forma me bajo en Madrid y olvido mirar hacía atrás. Nunca sabré como eran su verdaderos rostros… aunque yo ya le había puesto uno.

Al día siguiente me cruzo por la calle con un hombre y una mujer… yo estoy comprando el País, en mi quiosco habitual de la latina, ellos llegan a comprar su prensa y sólo pude captar una frase de su conversación, que escribo sin dudar en la solapa del periódico recién comprado: “ ¿Tú crees que es bueno que dé la vida por mí?” Esa pregunta, cuantas respuestas me deja sin contestar, cuantas historias por escribir, cuentas vidas sufridas por verter en paginas blancas del Word… Ese día cada vez que abro y cierro el diario me cruzo con la frase… y es gasolina para mi imaginario… Me cruzo con ella cuando miro la cartelera… decido ir a ver la nueva película de Isabel Coixet: “Elegy” que está basada en un libro de Philip Roth y que le ha servido al guionista, Nicolas Meyer, para hacer un guión lleno de sensibilidad, de vida, de personajes reales, de muerte, de dolor, de angustia, de belleza… que la Coixet ha sabido plasmar con un ofició único… dejando decir a sus actores, colocando la cámara a la altura de sus ojos, evitando el engaño y emocionándonos desde la verdad… esa verdad que cuando se percibe en el cine nos hace vibrar de emoción.

Cuando salgo del cine, volando de felicidad, empiezo a preguntarme en que momento Philip Roth o Nicolas Meyer o Isabel Coixet se cruzaron con esas ráfagas vitales que le inspiraron para hacer de la cotidianidad, arte… de la vida, Elegy.

miércoles, 16 de abril de 2008

ANÓNIMOS VALIENTES

Estos son algunos de los COMENTARIOS ANÓNIMOS, y uno sólo firmado con nombre y apellidos, que he recibido en los últimos días… sé que Martos no es sólo esto… que somos muchos… y diferentes… y tolerantes… y abiertos de mente… esas palabras que para algunos no tienen sentido… es fácil insultar a un padre muerto desde el anonimato, o una tendencia sexual, o censurar las ideas políticas… tantas cosas… Sin duda el anonimato nos hace mucho más libres y más valientes. Y si en lugar de anónimos, fueran balas… yo y algunas de las personas que más quiero ya estaríamos muertos… juzgar vosotros mismos.


…Mira señor Antonio (que de señor por cierto tienes poco mas bien señora que te gusta mas)

… y toda es chusma que tienes en el teatro contigo digase Rosana o tu por ejemplo abandonar el teatro y dejarlo a gente que realmente lo ame y sepa hacerlo porque "teatreros como tu" hay muchos pero que realmente valgan la pena pocos... y Rosana al igual que los demás del teatro por favor dejarlo, ya bastante tienes Rosana con trabajar donde trabajas por enchufe como ahora también en el teatro, porque de artista poco tienes.

… Esta gente, los revolucionarios de Martos, grupito de iluminados, rojos de pacotilla

Anda rosana vete a cagarla...... Rojos morireis como en el 36.

NADIE esta en la posesión de la verdad y quien crea que si: ¡¡que pena!! porque al final lo unico que va a ser es un DESGRACIADO

Antonio Hernandez: Hoy no voy a trabajar, porque me he levantaooo maricon perdio.


Ros y boyeras os estais revolucionando, patry...demasiadas revoluciones no son buenas

Hola,.Soy gay, con ideas más bien liberales...pero estos maricones rojos me dan miedo y asco

mi querido amigo antonio yo he hecho todas esas barbaridades excepto lo de meterme nada por el culo y no son tan dificiles lo que hay que hacer es comer pelusilla y ser menos maricon parece mentira que te pagemos los marteños un sueldo por decir esas mariconadas que eres tan tonto que cuando ves una peli porno gay piensas que los actores al final se casan. te dire mi sueño erotico: TIRARME AL CERDO DE TU PADRE VESTIDO DE HELLO QUITTI. paz hermano

qué vergüenza de tío....y la pena esq todo el pueblo de martos estemos pagando a este tío por dirigir un teatro....SEÑORES, QUÉ PENA!!! ERES PATÉTICO ANTONIO HERNÁNDEZ, QUÉ PENA DE TU MADRE SI LEE TODO LO QUE ESCRIBES...

Ya veo que has censurado el blog, como los franquistas. Eres un demócrata.

Antonio, Rosana. Estoy que no vivo. Con lo que tuvimos que luchar contra Franco, eso sí, después de que se murirra, y siempre al alcance la vidriera y el comedor (Silvio Rodríguez dixit), con el dinero de papá, para que pudiéramos chupar las pollas que quisiéramos, para que nos dieran por el culo uno a uno o varios a la vez (previa o posterior aplicación de hemoal), para que nos follaran simultánea o sucesivamente, por detrás o por delante, para que pudiéramos romper matrimonios a nuestro antojo (que se jodan los hijos..
Resulta que todavía queda gente en Martos que, en los tiempos del nuevo gobierno de zETApe, se escandaliza porque hay mujeres, eso sí, jóvenes, bellas y adineradas, que van al bar con sus maridos.
Algo hay que hacer. Por lo pronto, continuar en la lucha y dar los nombres de esas perdidas, seguro que fascistas o votantes del PP (como papá).
¡A las barricadas! ¡No pasarán……..(otra vez, porque una vez si que pasaron!
Fdo. Francisco Niño Aragón.

Hoy en enviado una copia de este post y de tu pagina a la COPE en jaen explicandoles quien eres y en lo que trabajas...me parece que va a haber mucha presión en el Ayuntamiento para que puedan mantenerte en el cargo por mucho tiempo.Esas cosas pasan...que le vamos a hacer...

lunes, 7 de abril de 2008

Nombres propios

Amanecer. Amanecer rosado. Ediltrudis. Nubes de caramelo. Nubes rosas. Orencio. Pasta de dientes y fluor. Actimel. Guillermo. Calle húmeda. las últimas luces de las farolas. Pelayo. Olor a pan. Niños que van al colegio. Cielo azul. Piruletas. Marcela. Ruido de coches. Paso de peatones. Benedicta. Café solo o con leche. Tostadas con mantequilla. Simeón. Aceite de Oliva. Donuts. Tomás. Oficinas. Cadenas de montaje. Más nubes rosas. Berta. Compañeros fumando un cigarro. Water. Isabel. Teléfono. Conversación. Internet. María. Jefes en traje de chaqueta. Jefes que revisan. Federico. Descanso. Sandwich o emparedado. Emiliano. Pinos. Olas. bronceador. Despiertas. Elisa. Dos horas más. Desconectas. Nubes Rosas. Margarita. Olvidas. Remenber. Daniel. Lentejas. Ternera. Café o Té. Rosa. Bostezas. Chicle de fresa o de plátano o de menta. Cristobal. Más teléfono. Más conversación. Valentina. Fin. Coche. Otro paso de peatones. Ana. Mercadona. Pan. Leche. Azúcar. Carne o pescado. Pantaleón. Gym. Sudor. Bicicleta. Luis. Duchas. Cerveza. Barriga. Ruperto. Familia. Serranos. Física o Química. Grey. Antonio. Sofá. Tomates. Lechugas. Sara. Leche. Sueño. Nerea. Escaleras. Cepillo de dientes. Lucas. Cama. Largero. José Ramón. Silencio. Negro.

martes, 1 de abril de 2008

DOBLE MORAL


Desde hace unos días tengo pesadillas: Una extraña panda de encapuchados, más que encapuchados son nazarenos negros, me empiezan a perseguir, yo corro y corro… y ellos cada vez están más cerca… hasta que me meto por callejones estrechos y oscuros para intentar evitarlos y allí me rodean… y me dan la paliza más salvaje que he recibido nunca: me patean la cabeza, el estómago, la boca, me pisotean las manos, me escupen… y cuando terminan la tunda, me recuerdan, desde su anonimato (menudos valientes), que es en nombre de Jesucristo, la decencia, el orden y la moral cristiana… y que avise a todos los que me rodean, lo que le espera sino dejamos de provocarlos con nuestra forma de vivir y de pensar. Me levanto sobresaltado y asustado… Desde entonces camino con miedo por las calle de mi pueblo… Observo extrañas miradas, miradas represoras en cada esquina, miradas oblicuas, miradas anónimas que me maldicen en secreto… Miradas que viven encerradas dentro de su doble moral, esa moral que significa que tu mano derecha nunca averigüe lo que hace tu mano izquierda…

Ayer, me encontré con mi amiga Candela en la entrega de premios de la unión de actores… una entrega de premios dedicada al mundo de los actores… gremio denostado por muchos por vivir al limite, vivir siempre con la verdad por delante, vivir sin doble moral, vivir dando la cara, vivir aceptando que somos unos neuróticos, llenos de miedo y llenos de inseguridades, que nos cuesta crecer y madurar pero que poco a poco lo hacemos… ya que luego debemos aportar todo nuestro aprendizaje vital en los personajes que creamos y damos vida… Hemos decidido vivir en esta vida otras muchas vidas y de esa forma nos volvemos cada vez más tolerantes, comprensivos y permisivos. Pues mi amiga Candela me contó que se había encontrado con un antiguo amante mío en Sevilla… Yo, llevado por la curiosidad, le pregunté: ¿cómo está?. Ella me dijo: Es más fácil saltarlo que darle la vuelta… tiene 4 hijos, está esperando el quinto y es director de un colegio del Opus. Yo simplemente me sonreí y sentí pena… Y me pregunté. ¿Cómo un actor abordaría un personaje como éste? Un chaval lleno de posibilidades, vital… que poco o poco va reprimiendo sus deseos y se doblega… y se convierte en lo que no quiere o no desea ser. Conocí en otra época a este chico… recuerdo sus sueños, sus deseos… y como su entorno se impuso y él se retiró en silencio y acepto otra vida, otra vida donde reina la doble moral y la represión de su yo más íntimo. Y aceptó que esta era su forma de vida… Hasta ahí todo bien… el problema viene cuando seres como éste, que viven en continua infelicidad, comienzan a ser intolerantes con los que han decidido vivir con la verdad como bandera.

Vivir haciendo gala de tu verdad, trae problemas… los intolerantes atacan… Como dice mi admirada Almudena Grandes: “Hay que ser intolerante con los intolerantes” y yo añado… y también con los que viven en doble moral y te critican y te juzgan y son capaces de patearte en un rincón oscuro encapuchados de nazarenos e imponerte su fundamentalismo religioso como forma de vida… A estos es hora de advertirles: os conozco… y puedo contar cosas de vuestra vida privada que os destruiría… Por ejemplo sé secretos inconfesables de componentes de alguna asociación cultural folclórica y de costumbres populares… Conozco la vida oculta de alguno de esos sujetos, que están vertiendo sobre mí todo tipo acusaciones: padres de familia, de esos que cantan a todo pulmón su decencia y su moralidad a ritmo de zarzuela, que han compartido conmigo noche y cama… Alguna soprano cercana a la Caballé, de comunión semanal, que busca el consuelo, semanal también, de algún conocido mío para que la haga llegar a la nota más alta en mitad de los orgasmos que su marido no sabe proporcionarle… Hombres de buena moral, profesores de colegio de pago religioso, que imponían sus ideas a ritmo de reglazo, que frecuentan, en secreto, tugurios llenos de carne de muchachas del Este, y que la compran a kilos a cambio de unos pocos euros teñidos de caridad… Más padres, de familias decentes, que engañan a sus hijos con las mejores amigas de estos… o madres, de familias decentes, bellas, jóvenes, adineradas, abandonadas y aburridas que sueñan en las barras de las tabernas marteñas con ser penetradas por bellos y jóvenes divorciados… Antiguos directores de colegio vejando a todo tipo de personas mientras dan la comunión… Vosotros sabéis quienes sois, ¿verdad? Yo también… ¿Queréis ver vuestros nombres aquí expuestos? Es fácil… Yo no pierdo nada y vosotros mucho: familia… reputación… vida… y esa doble moral que preconizáis y queréis imponer a golpes de cruz…