martes, 30 de octubre de 2007

RAFA Y FAMILY

Este verano conocí a Rafa en Lisboa … Rafa llevaba una camiseta que ponía Family… fue lo primero que me fijé y rápidamente le pregunté: ¿Te gusta Family? Él me respondió que sí… y una corriente de unión se creo entre nosotros. Esa noche descubrí que Rafa era de Valladolid, que era diez año más joven que yo, que había estudiado derecho y que era registrador de la propiedad en un pueblo perdido de Galicia… en principio todo eso nos separaba más que nos unía. Pero lo que suponía Family, cultural y afectivamente, era más grande que todo eso.

Family es uno de los grupos de música pop más importantes de los años 90 y si me apuráis uno de los más importantes de la música pop española, y diciendo esto parezco un crítico de la revista rockdelux.

Family es casi un concepto de cómo entender la vida. Y tal vez, esa fue la extraña corriente de unión que nos recorrió a Rafa y a mí esa noche.

Family en sus canciones, las cuales no duran más de tres minutos, hablan de vidas inventadas donde la felicidad lo inundan todo, de viajes imposibles, del miedo a crecer, de paisajes llenos de sol y brumas, de piscinas donde nada tu amor imposible, de abrazos deseados y nunca dados, de recuerdos e ilusiones, de días de fiesta, de luz, de calor, de sueños, de veranos con finales infelices, de viajes a Portugal como si fueras Jack Kerouac, de vespinos cargados de adolescentes, de azoteas llenas de sueños, de mundos perfectos donde vivir felices, del miedo a atreverse a dejar de estar blindado y sentir, de Carlos Berlanga, de la perdida y su dolor, de la felicidad del amor deseado y alcanzado y luego perdido, de los viajes solitarios, de la perdida y del adiós. Cada canción de Family es un pequeño melodrama con una bella sintonía pop.

Y cuando miré a Rafa, supe que él valoraba esas cosas tanto como las valoro yo. Luego los días, mejor dicho las noches, han demostrado que lo que fue una conexión casual era cierta y que nuestras vidas por muy diferentes que fueran estaban llenas de paralelismos y de sentimientos parecidos.

Por eso, cuando conocemos una persona, tendemos a descubrir rápidamente sus gustos musicales, cinematográficos, literarios… y nos llena de alegría descubrir que compartimos algunos de ellos… y cuanto más especiales sean esos gustos que nos unen más armonía habrá entre nosotros… No es ser elitista... es que una persona sin duda se define por lo que lee, por lo que oye y por lo que ve… además de por muchas otras cosas... pero esas te pueden vincular de una forma especial... Si en una cena alguien dice que le gusta el padrino, te parecerá que es un tipo interesante, pero si dice que lloró con Magnolia, querrás empezar a conocerlo más a fondo... y si dice que Magnolia le pareció lo peor... en ese momento agacharás la cabeza y no dirás nada y lo pondrás en cuarentena durante unas horas o unos días... ya que su sensibilidad, ni peor ni mejor, poco tiene que ver con la tuya. Por eso cuando conocí a Rafa y supe que le gustaba Family supe que su sensibilidad y sus emociones estaban cerca de las mías y me apeteció seguir conociéndolo y así lo hemos hecho ambos. Y ahora sabemos que somos algo neuróticos, que nos gusta sentir el amor y el dolor, que entendemos a al perfección lo que significa la palabra te “prequiero” y que nos apetece utilizarla, que nos gusta bailar por la noche con Maria del Mar, que el ipod es muy importante en nuestros largos y solitarios viajes, que Christina Rosenvinge es todo un mito cultural, musical, erótico, que nos gusta grabar cds con bellos temas pop para compartir con los amigos o con las personas a las que “prequeremos”, como hace años hacíamos con las cintas de “casete”, que la ignorancia es atrevida y molesta, que no soportamos las camisetas de tirantes ni los zapatos deportivos, que Carlos Berlanga es el Morrissey español y que el melodrama al ritmo de Family es nuestra forma de vida.

sábado, 27 de octubre de 2007

VENCEDORES Y VENCIDOS

Estoy cansado de escuchar a esa derecha, que no se considera fascista, que la Ley de la Memoria Histórica no tiene ningún sentido y qué sólo va a servir para reabrir heridas cerradas. Yo añadiría, heridas cerradas a base de silencio, de represión y de 40 años donde nadie fue capaz de levantar la voz ni sentirse libre a no ser que te pusieras del lado del bando vencedor… Entonces, ¿me puede explicar esta derecha tolerante del P.P. como no esta de acuerdo con un ley que la da voz a las personas que estuvieron silenciadas en vida o muerte durante 40 años de falta de libertades? Yo quiero pensar que el Partido Popular no querrá tener nada que ver con esa dictadura ni con las multitudes injusticias que en ella se hicieron. Ni tampoco esta derecha, si volviera a ocurrir ese levantamiento de un ejercito contra un gobierno elegido por la urnas, se alinearía al lado del ejercito y apoyaría un gobierno dictatorial ni fascista, como hizo en el año 36 y como hizo igualmente la Iglesia. Por eso me parece increíble que tenga tanta importancia la canonización, que ese viejo nazi, convertido en Papa, va a realizar en Roma. Al fin de cuentas, como me han ensañado de niño, victimas hubo en ambos bandos y me pregunto: ¿por qué unos se merecen ser santos y otros no? La izquierda me dirá es que nosotros no queremos ser santos… y yo le digo desde luego que no quiero ser santo y menos si me canoniza un papa hitleriano.

Estoy de acuerdo con que mártires hubo y habrá en todas guerras y me da igual que sean monjas, curas, putas, maricones, radiólogos, obreros, jornaleros, madres solteras, tenderas, secretarias, mineros… lo único doloroso y cierto es que son mártires, personas que colocaron delante de una tapia y mataron de un disparo, en el más feliz de los casos… Pero¿ por qué hay unos mártires de primera división y otros de segunda? ¿por qué unos pueden llegar a ser santos y otros siguen ignorados y enterrados bajo el dictador en el Valle de los Caídos o en fosas comunes o en carreteras secundarias bajo kilos y kilos de hormigón y olvido?

La canonización de estas monjitas y curitas… lo único que hace es reafirmar estas divisiones. Y de cara a muchas sociedades seguir afirmando que en nuestra Guerra Civil hubo un bando de buenos y otro de malos.

De pequeño crecí pensando, debido a la educación que me dio parte de mi familia y en el colegio en el que estudié, que los rojos eran seres con cuernos y tridentes… Cuando empecé a utilizar la razón me di cuenta que tenía más de rojo que de santo y que ni los cuernos ni el tridente me crecían por ningún lado, por tener esas ideas y abrazar una forma de vida que poco tenía que ver con la moral que preconizaba la santa madre Iglesia Católica… Esa Iglesia que en lugar de condenar una guerra fratricida se colocó al lado del bando vencedor durante 40 años y vivió condenando a los rojos y convirtiéndolos en diablos… como van a hacer este próximo domingo, seguir subiendo al los altares a las victimas del bando vencedor… No sé porque me extraño siempre ha habido vencedores y vencidos…

viernes, 19 de octubre de 2007

ECHAR DE MENOS LO QUE NO SE HA HECHO

Echar de menos un cine.
Echar de menos un café en el Delic compartiendo una trozo de tarta de zanahoria.
Echar de menos un paseo por Madrid.
Echar de menos comprar juntos en el Fnac o por Chueca o por el barrio de Salamanca.
Echar de menos un viaje y prepararlo a medias.
Echar de menos un regalo.
Echar de menos miles de conversaciones que no llevan a ningún lado.
Echar de menos conocer a algún amigo suyo que luego se convierta en mío.
Echar de menos un concierto de Love of Lesbian.
Echar de menos alguna estúpida o enérgica pelea.
Echar de menos sentirme agobiado.
Echar de menos tener dudas.
Echar de menos un sábado soleado entre las sabanas.
Echar de menos una playa.
Echar de menos una infidelidad.
Echar de menos un olor.
Echar de menos compartir una serie de televisión.
Echar de menos una cocina y sus comidas.
Echar de menos un sofá… que hace un tiempo quise quemar.
Echar de menos conversaciones.
Echar de menos silencios.
Echar de menos polvos.
Echar de menos bailes.
Echar de menos todo lo que imaginé y no es.
Echar de menos estar.
Echar de menos nuestra canción que no existió.

jueves, 18 de octubre de 2007

ESTOY CANSADO DE CATEGORIAS

Los amigos son los seres más maravillosos del mundo pero sin duda tambien los más crueles. Ellos o nosotros, me incluyo, somos capaces de hacer que nos sintamos ridículos o absurdos. Ellos saben mejor que nadie cual va a ser el siguiente paso en tu vida y son capaces de decirte en cada momento que es lo que vas a hacer, como te vas a comportar, como vas a sentir... aunque tú ni te sientas, ni te comportes así. Ante ellos te quedas sin palabras cuando te sientes criticado y dejas de expresar cuales son tus verdaderos sentimientos y comienzas a hablar y decir lo que ellos ya piensan de ti o como te han categorizado, sin necesidad de compartir lo nuevo que llevas dentro... ellos saben de antemano como vas a reaccionar ante un desastre... sea el que sea... Ellos saben cual va a ser el siguiente paso en tu vida, aunque tú te sientas que no sabes caminar... ellos saben como vas a reaccionar, aunque tú sabes que no eres capaz de mover un dedo... Te categorizan y te quedas sin salida ante ellos... cuantas veces podemos oir: "y ahora vas a hacer..." y en ese momento te quedas sin palabras, desnudo... absurdo... tonto y categorizado... Odio que se adelanten a mí... que me dejen sin libertad... que vayan de sabios... que se sientan por enciman... como si ellos nunca se hubieran equivocado... como si sus vidas fueran perfectas y estables... y cuando muestra la mas mínima admiración por lo suyo te sueltan: "es que eres un envidioso..." Estoy cansado que me requieran que me comporte de una forma y cuando lo hago me digan que me estoy equivocando... de sentirme juzgado, de sentirme que lo estoy haciendo mal... eso ya lo sé yo y no hace falta que me lo digáis... ya me lo han dicho durante muchos años... Vosotros no sois perfectos... yo tampoco... ¿por qué os molesta? ¿por qué sabéis como estoy si ni yo lo sé?... ¿por qué? Los amigos, a veces, son crueles y se ceban con mis imperfecciones para sentirse ellos más perfectos... y mostrarse más limpios ante el mundo...
Todo esto lo digo porque el otro día vi una bella película: "No basta una vida" y en un momento dado un amigo (aparentemente perfecto) le decia a su amiga (aparentemente inestable): me gustaria ser como tú...

sábado, 6 de octubre de 2007

CASCOS VERDE=CAOS MENTAL

Unos cascos verdes para escuchar mi ipod. Caminar por Martos: ir al teatro, a mi casa, visitar a mi madre... Deshacer maletas. Poner lavadoras. Tender dentro de casa porque está lloviendo y dejar que el olor de jabón de Marsella lo impregne todo. Ordenar armarios. Contar cuantas zapatillas de deporte tengo para este invierno: 16. Empezar a bajar las series de televisión. Empezar a escuchar nueva música o antigua. Sentir que Elvis Perkins te gusta más de lo que esperabas. Descubrirte llorando desde el minuto 20 del primer capítulo de la segunda temporada de "brothers and sisters". Mandar un mensaje. Comprar una cola light para mí y un paquete de fortuna para Rosana e ir a cenar a lsu casa. Saborear a Rosana y su cocina. Discutir, hablar, planear... con Aurora. Observar Martos desde el coche de Ely y con Ely. Mirar el teléfono por si alguien te ha respodindo el mensaje. Nadie. Seguir escuchando la niña imantada en los cascos verdes pistacho. Empezar a sentir una extraña angustía que necesitas frenar y no eres capaz. Flores para la angustia. Colocar un teléfono de los 70 en casa y sentir que tu casa suena como hace 25 años. Que el sonido de un télefono te haga viajar en el tiempo y recuerdes cuando viviamos en mi casa y sonaba el teléfono y no sabiamos si era pa la tintorería o para nosotros. Si era para nosotros sonaba el timbre de la casa, todos corriamos a cojer el teléfono rojo y entonces descubriamos para quien era la llamada. Ahora cada uno tiene un móvil, cada uno tiene su linea personal... Tu número te pertenece... Si suena tu móvil, si recibes un mensaje (salvo equivocaciones) sabes que es sólo para ti... podemos tirarnos horas esperando una llamada o un mensaje que no llega. Y descubres mientras esperas... que los amigos están tu lado, que las lavadoras no dejan de funcionar, que el teatro empieza a recibir espectáculos interesantes, que los amigos se cruzan entre ellos, que tu madre se preocupa por ti y te hace un arroz único, que Grey está más perdida que tú, que la mirada de O´malley está llena de miedo, que eres igual de tonto que Kevin Walker (uno de los hermanos de brothers and sisters), que mis sobrinas siguen creciendo, que el reiky es una solución pa poder dormir, que no te apetece salir, que estás bien protegido en tu cama, que te duele estar solo pero que no te queda otra, que el móvil puede recibir un mensaje y sentirte feliz... sólo porque recibes un mensaje... Y decides aunque sólo sea racionalmente que no puedes seguir así... que quieres estar pendiente de ti, que quieres disfrutar de tus 16 zapatillas, de las lavadas en la lavadora, que quieres dejar de buscar mil referencias a las series que conecten con tu ciclo vital, seguir disfrutando de caminar sin vergüenza por Martos con tus cascos verdes por mucho que te miren... que quieres esperar el próximo finde sin esperar nada más... que necesitas ser libre de nuevo, ser tú, poder dormir... y no pensar... dejar de pensar aunque sólo sea unos segundos, unos minutos, unas horas, un día o varios... ser tú, egoista y tú... poder follar sin pensar... ¿por qué no puedo hacerlo? ¿por qué? ¿Por qué me siento como la niña imantada?

martes, 2 de octubre de 2007

EL FIN DE LAS VACACIONES

Hace un mes, escribí una entrada donde os contaba que empezaban mis vacaciones. Hoy un mes después subo una nueva, donde cuento que se acaban. Ha sido un mes intenso, emocionante y lo mejor de todo sorpresivo. Ya que los planes que tenía ideados no se han cumplido y me he dejado llevar por lo que la vida me ofrecía en cada momento.

Empecé viajando a Berlín con Gema. Ese viaje lo ideamos la tarde de antes de empezar las vacaciones. Barajamos varios itinerarios y al final Berlín gano la partida frente Londres, Ámsterdam y Praga. Unos días en la vieja, histórica y fría Europa. Unos días llenos de paseos, de descubrir museos, teatros, restaurantes, clubs… de vivir en la calle, de patear todos los rincones de una ciudad a la que se debe ir una vez en la vida, si se quiere.

Y de vuelta, Madrid me recibió con los brazos abiertos: amigos, cines, teatros, cenas y comidas en restaurantes, noches de copas, locales nuevos y divertidos, proyectos para el futuro. Y yo me entregué a Madrid. No me quedó más remedio. Madrid estaba lleno de sorpresas, de historias que se me ofrecían y, que yo como torpe que soy y neurótico, no sabía como capear. Por eso tras mi cumpleaños, donde organicé una fiesta de lo más salvaje, me escapé con mi buena amiga Cynthia a Lisboa. Esa ciudad con la que sueño poder vivir una larga temporada, alguna vez en la vida. Y Lisboa me ordeno y me hizo darme cuenta que no es malo sentir y fue como un pequeño trampolín que dejó que fluyeran mis sentimientos…

Y de Lisboa a Madrid de nuevo…. y espera y llamadas… y viajar un día a Martos, para abrazar a Aurora. Y de nuevo Madrid donde he vivido un fin de semana pleno. Donde aposté por lo que quería y lo hice sin miedo, sin dudar de mí… y conseguí lo que deseaba. Al final creo que estoy aprendiendo como debo hacerlo. Sabiduría y espera. Decir todo lo que piensas y quieres y no olvidarte de que eres tú. Creo que siempre he tenido miedo a ser como soy. Me parece que soy algo excesivo y que puedo asustar al personal, tal vez sea así, pero los que superan esa primera impresión de pánico, se quedan y se convierten en personas importantes en mi vida, ya que me atrevo a mirarlos a la cara y ellos a mí. Por eso, en estas vacaciones, creo que he aprendido que debo comportarme sin máscaras, sin miedo… mostrarme como soy, creo que es la única forma de conquistar.

Ahora vuelvo al pueblacho, a mi Martos, a reencontrarme con amigos y amigas, con mi familia, con mi trabajo, con mis enemigos… A desarrollar una labor en la que creo, aunque algunos no crean en mí. A volver a la maravillosa monotonía invernal: trabajo, teatro, ensayos, gimnasio para perder algunos kilos de más, cenas con los amigos, noches de cine, noches en el Belfast o en la quinta, viajes a Madrid, a Granada, retomar series de televisión, dejarme asombrar por otras, descubrir nuevas músicas, disfrutar de las antiguas, leer algún libro (tengo miles atrasados), disfrutar de Aurora, de Lola, de Ely, de Rosana, de Jose Molina, de Amador, de Gema, de la gata desaparecida, de Merce, de Cynthia (que nos va a acompañar), de mis sobrinas, de mi familia, … Va a ser un trimestre pleno, tengo fuerzas para disfrutarlo, gente con quien compartirlo y ganas de hacerlo… es bueno volver y sentirse en casa tras las vacaciones.