lunes, 29 de agosto de 2011

PRENZLAUER BERG

Estoy sentado en la terraza de un delicioso café en el barrio berlinés de Prenzlauer Berg. Jesús ha entrado al baño y a por unos cafés. Yo observo extrañado que la mesa de al lado está llena de chicas embarazadas. No entiendo porqué, entonces caigo que al cruzar la plaza hemos visto un pequeño mercadillo donde se venden objetos para el bebe y ropa de niño... Los vendedores eran los propios padres.



De mis disquisiciones me saca la voz de un niño negrito, de no más de 4 años que se acerca hasta mí y me dice: Hola, soy Mateo, ¿tú quién eres?. Lo hace en un balbuceante español. Su padre que está en una mesa cercana, disfrutando del periódico y terminándose su brunch, le regaña con amabilidad: Mateo no molestes al señor… Le dice en un perfecto castellano.
No molesta y, bueno, si me ves como un señor, algo he tenido que hacer mal esta mañana a la hora de vestirme…
Disculpa pero no quería decir eso.
El papá se levanta y se acerca hasta mi mesa: Soy Jorge. Me sonríe: Debemos tener la misma edad, ¿no?...
¿Y te sientes como un señor?, le respondo irónico.
Mateo me enseña una jirafa lego con la que no deja de jugar, yo sin pensarlo dos veces lo subo en mis piernas. Le sonrío al padre y le digo: ¡Qué pasada de barrio!...
Eso dicen. ¿Tú primera vez en Berlín?...
No, la cuarta. Pero siempre había visto este barrio con prisas o de noche. Me parece una maravilla...
Eso nos pareció a nosotros y nos quedamos. Pensamos que podría ser un buen sitio para vivir...
Le sonrío, no sé que responderle y digo: Me llamo Antonio. ¿Sabias alemán, no?... Sabíamos un poco, yo por mi trabajo lo tenía fácil, pedí traslado y me lo concedieron... ¡Que valientes! Le digo con cierta envidia, ante la decisión de la que me ha hecho participe.
Cuando estás enamorado puedes con todo y buscar trabajo no es difícil en Alemania.... Mateo no deja de jugar con la jirafa. Yo juego con él mientras escucho a su padre. Tiene un extraño acento español: ¿De dónde eres?...
Huesca...
Joder, eres la primera persona que conozco de Huesca...
¡Ves! Has tenido que venir hasta aquí para eso, si te molesta el niño...
Ni mucho menos, me encantan...
¿No tienes?...
Que va, me gustaría pero lo veo tan difícil...
Eso pensé yo pero en menos de un año, estaba Mateo con nosotros...
¿Lo adoptasteis aquí?...
No, en Brasil, ahora estoy pensando marcharme para allá...
Lo está haciendo mucha gente, yo estoy aprendiendo portugués por si las moscas...
Tal vez nos volvamos a encontrar por allí...
Pero yo no dejaría este barrio por nada del mundo, se tiene que vivir tan a gusto...
El invierno es muy duro y bueno… para mí está lleno de recuerdos. Creo que nos vendrá bien a los dos un poco de calor…
Claro, el sol es tan importante, aunque vivo en Madrid soy del sur...
¿De dónde?...
Martos, un pueblo de Jaén...
Ya, de donde Rafael...
No, Rafael es de Linares pero se llama Martos de apellido...
Es verdad...
Supongo que el invierno aquí debe ser tela...
Sí, sobretodo éste, el más duro de mi vida...
¿Tanto frío ha hecho?...
Mi pareja murió...
Lo siento...
Fue justo al terminar las Navidades, lo atropelló un coche...
Joder...
Ya, nos hemos quedado solos...
A Jorge se le humedecen un poco los ojos. Mateo, instintivamente, se baja de mis rodillas y va hacia su padre. Se sube en él y pasea su jirafa lego por la barba.
¡Venga, vámonos, que es hora de comer...! Se pone de pie con el niño en brazos... ¡Oye, un placer!...
Lo mismo digo y ánimo...
Gracias, éste no me deja rato para pensar...
Imagino...
Tal vez nos volvamos a encontrar, me dice mientras se aleja, llega a su bici y monta al niño en un asiento trasero... En una playa de Brasil... Ambos nos sonreímos...
El mundo es un pañuelo, le digo con cierta emoción.
Sube en su bici... Pásalo bien en Berlín....
Me marcho hoy...
Buen viaje, entonces...
Los veo alejarse por las calles del barrio donde fue feliz. En ese momento sale Jesús con los cafés y me dice: el café por dentro es una pasada.