martes, 29 de mayo de 2007

LA VERDAD ESTA AHI AFUERA



La verdad está ahí afuera. Así rezaba la frase publicitaria de la famosa serie “Expediente X”. Pero yo creo que no, que la verdad siempre late dentro de nosotros. Y lo único que hacemos es salir afuera a buscarla, la mayoría de las veces sin encontrarla. ¿Y por qué digo todo esto? Llevo pensando unos días que las más bellas historias de amor son aquellas que no vivimos y que sentimos dentro de nosotros mismos. Cuantas veces nos hemos creído enamorados de una persona y hemos sido incapaces de comunicárselo y mientras sentíamos esa secreta pasión dentro de nosotros, imaginamos con todo lujo de detalles esa historia de amor. Construimos como sería esa primera llamada o ese primer mensaje que esa persona nos envía para quedar con nosotros. Imaginamos los nervios ante esa primera cita, las dudas ante que ropa ponernos, la música que pondríamos en nuestro equipo, a todo volumen, mientras nos vestimos para ir a su encuentro. Ideamos ese primer encuentro con todo lujo de detalles, el lugar, lo que tomamos, la conversación que mantendremos, los cruces de miradas, los torpes roces al querer coger los dos la última aceituna que queda en el plato y como te la cede o tú se la cedes…

Fantaseamos con el momento de la despedida que se hace eterna y dependiendo de cada cual, esa primera cita, imaginaría, terminará o no en la cama. Las mías siempre terminan ahí… que le voy a hacer no me gusta perder ninguna oportunidad. Y luego sigo fantaseando con la mañana siguiente y como el sol nos despierta e ilumina su cuerpo desnudo… que desayunamos en la cama y que volvemos a follar con pasión y con hambre… y que seguimos en la cama, hablando, contándonos nuestras vidas, compartiendo y confesando secretos, aficiones, historias familiares, recuerdos infantiles o adolescentes y sin saber como, nos volvemos a enganchar y se nos olvida que hay que comer y sin ducharnos, con el olor mezclado de nuestros fluidos y de nuestros cuerpos salimos a la calle y todos los bares tienen ya la cocina cerrada y en una taberna casposa nos ponen unos tristes bocatas de salchichón seco y nos saben a gloría… y ninguno de los dos es capaz de decir nada de lo que siente, por miedo a estropear ese momentazo mágico y la despedida se alarga y se alarga y al final sólo nos decimos: “… bueno nos llamamos…” y al día siguiente no te atreves a mandar un mensaje, piensas: “… que lo mande el otro primero” y al final no aguantas más y lo mandas y tu mensaje se cruza con el suyo, ya que te llega en el mismo momento que tú lo enviástes… Cuando imaginas, esas cosas pasan en tu realidad ficticia… Incluso recreando tu hipotética pasión, eres capaz de vislumbrar futuras peleas y discusiones y como se solucionan entre besos, abrazos y folladas salvajes… Y eres capaz de recrear hasta el final de la relación, donde tú rompes porque el amor se te ha gastado de tanto usarlo, como decía la copla… Pero os recuerdo, estamos imaginando… imaginando una historia que queremos que se cumpla… pero cual es la realidad, lo que está ahí fuera… la realidad es otra, esa persona ni siquiera sabe que existes… ni jamás te propone una cita, ni te cede o le cedes la última aceituna, ni te hace el amor la primera noche, ni te cuenta su vida en la cama… por supuesto nunca llega la primera pelea ni la última… todo lo has vivido dentro de ti y , sin duda, es más perfecto que la verdad… desde aquí os animo a vivir historias de amor imaginarias… a escribirlas dentro de vosotros, adornarlas con la música que queráis, situarlas en el lugar que deseáis, y sobre todo con la persona que queráis… que más de que él o ella lo sepa… sin duda ellos se lo pierden… Y os preguntaréis, ¿con quién quiere vivir Antonio la historia que ha descrito…? No lo voy a contar eso pertenece a mi imaginación, a lo más personal e intimo que existe… si os animáis contadme la vuestra… quien quiera que diga el protagonista o la protagonista y quien no que se lo guarde para sí… todos tenemos nuestros pequeños secretos que hacen que la realidad esté dentro… y que inútilmente estropeamos cuando salimos a buscarla fuera y se hace realidad… ya que la persona de nuestros sueños tiene la sensibilidad donde las avispas y nos maldecimos por haberlo conocido… y haber hecho realidad un sueño que solo era eso… Ya lo decía Calderón: “Los sueños, sueños son…”

5 comentarios:

Kt. dijo...

Esta invitación si que me pone a pensar! Porque no sé si inventarme el personaje y una nueva historia o volver a vivirla con quien ya la viví...

¿El personaje? un ex novio!

En ese tiempo la realidad mejoraba la ficción y leer tu post es volver a vivir cada momento que si no es igual mucho se asemeja a lo que narras!
Soñar es gratis y es mejor que llevarse siempre las tablas en las cabeza! jeje

Besos desde Venezuela.

Anónimo dijo...

Cada día cambiaba mi fantasia, cuando esperaba, desde hace un tiempo no fantaseo ni espero: estoy, así descubro cada día que la realidad supera a la ficción, en lo bueno y en lo malo.
Ya no fantaseo, estoy viva y siento.
Te quiero canalla

Anónimo dijo...

hay veces que se cumplen las historias imaginarias, a mi se me ha cumplido y estoy feliz y me siento vivo y me hace feliz hacer feliz a la mujer que estuve soñando con ella durante dos largos años sin atreverme a decirle nada.
yo no me sentia bien, ahora todo es maravilloso.
gracias por sentir casi lo mismo que yo.

Anónimo dijo...

Yo llevo ya varios meses sumergido en una de estas historias, y cada dia que pasa, me meto mas dentro, creo que será muy dificil salir de ella...
Es increible el poder de mi mente, jajaja y la verdad es que todo lo que has dicho, me lo he imaginado.

Anónimo dijo...

Antonio lo que has contado en esta entrada es un clasico de la vida y un clasico de todo el mundo, a todos nos ha pasado...