martes, 21 de abril de 2009

ODIO

Odio no saber sobre que escribir.
Odio no ser capaz de hacer una entrada decente.
Odio la capacidad de Amador, de Carlos Montero, de Justo, de Rosana o Patry para hacer entradas brillantes.
Odio que tenga tiempo para ver tantas series de TV.
Odio no tener nada importante que decir.
Odio no poder provocar.
Odio no haber sido capaz de publicar dos de las últimas entradas que he escrito.
Odio estar autocensurándome.
Odio no tener tiempo para mirar los blogs amigos.
Odio perderlo ligoteando por Internet.
Odio perder el tiempo follando con desconocidos que conozco por Internet.
Odio follar con parejas que se llevan de puta madre.
Odio correrme y que ellos sigan juntos.
Odio tener que dormir solo.
Odio levantarme solo.
Odio ser homosexual.
Odio ser heterosexual.
Odio ser sexual.
Odio el amor.
Odio al activo que luego es pasivo.
Odio el rugido del bear (pagina de contactos por Internet) cuando me llega un mensaje nuevo.
Odio no escuchar el rugido del bear.
Odio que no me conteste los tíos que me quiero follar.
Odio tener que decirle a un tío que no quiero saber nada de él porque no me gusta físicamente.
Odio que me lo digan a mí.
Odio ser tan superficial y vulgar.
Odio a quien lea esto y me critique.
Odio que me lean.
Odio que no me lean.
Odio tener tan olvidado el blog.
Odio que hayan disminuido mis visitas.
Odio no querer ir a Martos.
Odio que mi familia y mis amigos paguen el pato.
Odio no poder estar más tiempo con mis sobrinas y sobrino.
Odio el odio que le tengo a Martos.
Odio que Martos sea tan pueblerino.
Odio a Rouco Varela.
Odio algunas de sus políticas de mierda.
Odio a las que llegan al poder por ser nietas, sobrinas o primas de…
Odio los que pierden su tiempo hablando de mí.
Odio a los que se molestan porque escribo en mi blog lo que me sale de mis huevos.
Odio que alguno de esos tengan cierta responsabilidad en mi autocensura.
Odio este lamento.
Odio haberme enamorado.
Odio haberme tenido que desenamorar.
Odio temer volverme a enamorar.
Odio tener miedo a que me hagan daño.
Odio recordar.
Odio que el disco de love of lesbian me haga recordar.
Odio no ser capaz de reconocer públicamente que el último disco de Loquillo es grandioso.
Odio tener que olvidar.
Odio no ser capaz de hacer ciertas llamadas.
Odio volver a fracasar.
Odio romper mis promesas.
Odio no tener razones para quejarme.
Odio quejarme.
Odio que Martos ya no tenga un grupo de teatro.
Odio que Rosana, Gema, Lola, Ana y tantos otros no puedan utilizar el teatro para hacer teatro.
Odio no haber tenido los huevos suficientes para defender la escuela de teatro y que hubiera seguido sin mí.
Odio a la que se la cargó.
Odio que no hayamos hecho nada.
Odio la inmovilidad.
Odio la incultura de los concejales de cultura.
Odio tener que escribir esto.
Odio tener que desahogarme.
Odio que no se entienda que por eso abrir un blog. ¡PARA DESAHOGARME Y VOMITAR!
Odio esta entrada.
Odio odiar.






16 comentarios:

Anónimo dijo...

yo APLAUDO tu valentía
yo APLAUDO tu libertad
yo APLAUDO tu imaginación
yo APLAUDO que trajeras aire fresco a la cultura de este pueblo
yo APLAUDO tu trabajo al frente del teatro
yo te APLAUDO... así que no me odies (por favor).

Jesús dijo...

Me encanta la respuesta de Anónimo. Y creo que te pondrá un poco de "bálsamo" en el corazón. Ya ves, no todo ha sido derrota y frustración.
Como "Anónimo" yo aplaudo lo que has traido a Martos.

Como espectador dispuesto a que le sorprendan, le muevan, le incomoden y también le hagan disfrutar sé que Martos ha perdido. Ya se dará cuenta.

Un besote y ánimo VALIENTE.

Antonio Rincón dijo...

como hace Anónimo, aplaudo esta entrada, espero que tampoco me odies.

Clara dijo...

Pienso igual que Anónimo y Jesús.

Estoy segura de que somos muchos los que compartimos "ODIOS" contigo pero no nos atrevemos a decirlo.

APLAUDO tu sinceridad, tu creatividad y tu labor.

Animo y cuídate!

Un besito,

Djana dijo...

Ole, ole y ole; hay que tenerlos muy bien puestos para publicar esta entrada. Es la primera vez que te comento, aunque no la primera que te leo; me gusta tu frescura, tu sinceridad y sobre todo tu claridad.
Animo y mucha fuerza.

Amador Aranda Gallardo dijo...

Por alusiones, jeje. En fin, yo también te odio a ti, por escribir tan bien teatro, y por tus guiones, te odio, pero odio del malo, eh.... El otro día, mientras le daba un vistazo a los textos para FARO volvía releer el tuyo, y en fin, creo que me gusta más incluso, lo sutil que es todo, y como armas tan bien el texto....en fin, pensé, qué cabrón es. Pues eso, con respecto a los otros odios, quizá a veces es mejor no odia, o no odiar a largo plazo, que luego se vuelve todo resentimiento, y eso le sienta muy mal al cuerpo. Un besote grande.

Anónimo dijo...

Aaaay.... cuánto odio hay en esta entrada. Mari, escribe otra. Yo no la aplaudo, que no me gusta verte odiando tanto, que si no te quedas ese o ele a. Así que... venga! a disfrutar del primaverazo que tenemos encima

Anónimo dijo...

yo odio que mi jefe sea tan falso
odio que él pueda llegar tarde y salir 2 horas a comprar, tomar café etc y yo no pueda hacerlo
odio el tono de falsedad con el que quiere ser mi amigo
Odio que mi otro jefe sea facha
Odio tener que hacer cosas para agradarle
Odio la tienda de ropa hortera que hay debajo de mi trabajo
Odio que la directora de contenidos sea una prepotente
Odio que me engañaran diciéndome que me subirían el sueldo y no lo hayan hecho
Odio que crean que soy tonta
Sólo por ser mujer
Odio haber sentido que me contrataron por ser mona
Odio haberme sentido chica de compañía en algunas reuniones de trabajo
Odio quien no tiene ni puta idea de equilibrio y diseño imponga sin dejarse aconsejar
Odio que los concursos estén amañados
y que se rian del esfuerzo de los demás
Odio no tener más dinero para comprarme ropa
Odio mi nómina pero no me quejo por aquellos que estan peor que yo
Odio a la gente pesimista
que sólo ve un 'no y un 'no' por delante
Odio que no le interese la cultura
Odio que me hayan juzgado sin conocerme
Odio la lluvia
Odio el puto despertador que hace que llegue tarde al trabajo
Odio los 8 kilos que me sobran
Odio saber que nunca los perderé
Odio que esta ciudad sea tan .... así
Odio pensar que quizas nunca conseguiré trabajar en eso que tanto me gusta
Odio que algunas personas digan 'te quiero' constantemente y a los pocos dias de conocerte. Es absurdo por Dios! no os dais cuenta?
odio que Antonio odie Martos...
aunque en realidad...
lo entiendo
Odio que la gente lo odie tanto, cuando lo considero unas de las mejores personas que se pueden tener al lado
Odio que no aprecien que el vive su vida con total libertad, y que la libertad es algo grandioso, cuando eso significa ser fiel a sí mismo
Odio comerme las uñas
Odio no tener terraza
Odio no tener amigos aquí
Odio no haberme esforzado en conseguirlo

Justo dijo...

Todas tus entradas son interesantes -lo sabes de sobra, picaruelo- pero a veces necesitamos un aliento, es verdad.

Me has dejado intrigado con el disco del Loco.. ¿por dónde va ahora?

Y aunque tengas autocensura, tus niveles son altos.. y eso lo agradecemos todos, porque nos anima, es una cadena que se va alimentando, para que todos seamos más libres.. y follar con desconocidos es una gozada, si sabes disfrutarlo..

patry dijo...

Lo del anónimo primero (pues he visto varios) es aplaudible al igual que tu entrada.

Se requiere odiar para querer, ¿o es el odio otro extremo del amor?, dicen que engancha mucho más....

Sea como sea siempre lo dejas bien claro todo y me gusta, porque la claridad me da equilibrio, el mismo q tú me aportas.

Te quiero cielo

Anónimo dijo...

odio lo que siento. pero amo por quien lo siento.
aunque a mi no me guste odiar.

Unos zarcillos pa mi luna : dijo...

Yo amo. Amo la vida y a las gentes que creen en la posibilidad de hacer un mundo a medida en el que todos quepamos.
Amo el aprendizaje diario y a quienes están por la labor de dar, y dar más. Por tanto amo la generosidad desprendida e infinita.
Amo la música, la pintura, un libro, el teatro...cualquier composición que mueva un ápice todo lo anterior.
Amo las mezclas.
Amo el sol, el aire y el mar, sin dejar de amar la muchedumbre y el vértigo de una ciudad.
Amo la autenticidad. A mi familia, a los amigos que son de verdad.
Amo hasta las despedidas porque pienso que dejar ir permite medir mejor a aquello de lo que te estás desprendiendo, además de dejar paso para que llegue algo nuevo, diferente, nunca igual.

En realidad pienso aunque podáis encontrar cursilería en los afectos y el amor, que amando se crece y fortalece más.

Ah, a ti. También te amo a ti.

Miles de besos que sí que quieren. Sin complejos.
R.

Mazinger y yo dijo...

Te autocensuras? Seguro? :)
Entonces los demás hacemos ganchillo.

Anónimo dijo...

odio no estar despierta siempre.
odio quejarme y no hacer nada.
odio no viajar
odio a los eternos niños, los que se conforman con un piso, un cochazo que te cagas, una play station y una wii. y hacen su política a partir de eso.
y no existe Chile, no existe México, no existe Ecuador, no existe África, ni la India, ni Finlandia, ni Costa Rica, ni la Antártida, ni La Pascua. pa qué?

me alegro por los jodidos autocompadecientes.
me alegro por los jodidos amargados.
me alegro por los que se mueren poco a poco y les gusta. por los masoquistas.

odio a los que laboralmente, no se crean más que envidias, competencias, zancadillas, críticas e hipocresía en lugar de hacer algo POR MEJORAR SU PUTO NEGOCIO D E M I E R D A. y de paso se miren al espejo por favor.

odio a mi padre.. ese borracho narcisista y autocompadeciente, que no solo se quiere morir, sino que le gusta que veamos como se muere.
y además cree que nos moriremos de pena los demás y que siempre le recordaremos.

no odio mi ira, la ira que llevo dentro, porque la transformo en algo positivo, en algo constructivo y punto.

no odio el hecho de saber que estamos solos en la vida.
me gusta.
que mis decisiones son mías, que mi libertad es mía, que soy amoral, que me importa una mierda el miedo de mi madre y su burbuja, que me importa una mierda que sufra porque me importe una mierda. siempre hay que aprender, no solo cuando se es adolescente.

y sí soy una jodida borde... PERO ENCANTA TRANSFORMAR MI IRA EN ALGO CONSTRUCTIVO.
y me gusta desprenderme de ataduras, compromisos y superficialidad
porque donde no hay nada no hay nada que perder.

Pasarás la página y verás que estás preso otra vez... dijo...

Escucha "walk on water" de Kevin Ayers, te calmará.

Anónimo dijo...

ole que fino eres.... si aire fresco es sexo homosexual... si, ha aportaado mucho