miércoles, 16 de mayo de 2007

EN MIS NOCHES HA VUELTO A CANTAR EL CUCO ( capitulo 1)

EN MIS NOCHES HA VUELTO A CANTAR EL CUCO

A partir de ahora, de vez en cuando, voy a meter en el blog un diario que he titulado: “En mis noche ha vuelto a cantar el cuco.” Sé que puede ser largo, pero yo me expreso a través de la palabra y me gustaría que todos los que llegaran al final de cada capítulo me hicieran sus comentarios… sé que puede a llegar a ser muy intimo, pero creo que me apetece jugar con mi intimidad como material para construir… se que me expongo… pero que más da… gracias

Capitulo 1


En mis noches ha vuelto a cantar el cuco. Mi madre tomó la decisión de vender la casa donde habíamos vivido de niños, la casa está situada en la calle campiña, calle que fue el centro de Martos durante los años 70, 80 y parte de los 90. En la parte baja de la casa teníamos la tintorería, que era el negocio del que vivimos y aún vive parte de mi familia, ese local comercial aún nos pertenece, pero el resto de la casa la vendimos, tal vez había muchos recuerdos en su interior y tras la muerte de mi padre era mejor no reabrirlos y con el dinero nos compramos un apartamento en la costa para que todos los disfrutáramos, al fin de cuentas era uno de los sueños de mi padre y que no puedo realizar y decidimos vivirlo nosotros por él.

Mi padre murió demasiado joven, creo que siempre se muere demasiado joven. La casa familiar de la calle campiña, una vez traspasada, se convirtió rápidamente en un edificio de apartamentos, tres, uno por planta. En la primera planta nosotros teníamos: la salita, el salón, la cocina, le aseo pequeño y un pequeño patio; en la tercera estaban las cámaras y allí una habitación donde estudiaba y guardaba mis primeras revistas pornos y la terraza; y en la segunda planta, que es donde yo vivo ahora, teníamos: los dormitorios, el de mis padre, grande y espacioso que daba a la calle campiña, el mío, oscuro e interior con una solo ventana que daba a un baño, y el de mis hermanas muy luminoso, que daba al patio y desde donde se contemplaba y se contempla un gran pino, donde habita un cuco desde siempre. Desde niño me he dormido con el canto nocturno de ese cuco, era algo familiar y que jamás le di mayor importancia, hasta esta noche en la cual he vuelto a dormir en mi casa de la calle campiña, pero ya no es mía, aunque vivo en ella de alquiler… Es la vida, que te sorprende con cosas tan mágicas, extrañas y contradictorias como ésta… ¿quién me iba a decir a mí que iba a pagar un alquiler por dormir en mi casa? Pues sí, he vuelto a casa, aunque ya no sea mía y he vuelto tras pasar el año y medio más duro de mi vida.

Ha sido un año y medio de grandes cambios, muchos de ellos tremendamente duros: una separación, abandonar la casa donde creí que ibas a pasar el resto de mi vida, la mudanza de dicha casa, meter tus cosas en una húmeda cochera e intentar aprender que las cosas son solo eso cosas y darte cuenta que no lo son, que las cosas tienen significados y que el cuerpo tiene memoria, aceptar que nada es para siempre, que todo cambia para bien o para mal, que se puede volver a ser algo inconsciente, algo más joven, que hay amigos de siempre, que hay nuevos amigos, que necesitas la soledad, que necesitas estar rodeado de gente, que necesitas diversión, que necesitas… que te falta la ira para poder escribir, que tienes que buscar nuevas fuerzas para escribir, que hay días que te angustias y no sabes porque y días que eres feliz y tampoco sabes porque… pero que a pesar de todo tienes que seguir viviendo, aunque un día, sin saber porque, en mitad de una plaza italiana, en un pueblo perdido de la Toscaza, Lucca, rompes a llorar y sí sabes porque: lloras por lo perdido, por el amor perdido, por los días perdidos, por las decisiones tomadas, por los miedos, por las angustias, por el tiempo compartido, por el tiempo compartido y no deseado, por la falta de valor, por el miedo a la soledad, por el miedo a ser uno y no dos, por el miedo a volver a enamorarte, por el miedo a volver a sentir… y te das cuenta que ese lloro es un luto, un luto a destiempo, pero es el luto que tú, en este caso yo, he hecho cuando he podido o he querido hacerlo y descubres, en esa plaza italiana, que ese lloro sana y lloras y te liberas… aunque sabes que la sombra de una relación de doce años te perseguirá, seguramente toda tu vida.

Tal es así, que ahora concluyendo la mudanza a mi antigua casa alquilada ahora por mí, ya que he estado viviendo durante un año con dos personas únicas que me abrieron sus casa, sus vidas y sus corazones para poder recuperarme del dolor, reabriendo cajas de mi pasado, han vuelto a reaparecer recuerdos fantasmas pero ahora tengo la fuerza e incluso muletas para enfrentarme a ellos… y saber que debes convivir con tu pasado, al fin de cuentas es lo que he hecho viniéndome a vivir aquí, vuelvo a recuperar mi memoria, a recuperar mis días pasados: mi infancia, mis padres, mis hermanas de niñas, mi adolescencia, el sonido hueco de la casa, el crujir de sus paredes, su luz filtrándose por rendijas, su olor… para convertirlos en el material que me haga crecer como escritor y como persona… esas son mis intenciones… ¿donde llegaré? El tiempo me lo dirá y espero que el cuco me acompañe cada noche en mis reflexiones con ese trino opaco, continuo, monótono, y para mi familiar y lleno de recuerdos. ¡Bienvenido a casa!

10 comentarios:

nemam dijo...

ohhhhhh Antonio, creo que es una de las cosas más bonitas que he leído tuyas....qué guay que compartas con nosotros tu diario,y tu cuco, que guay...hacemos una fiesta-pijama en tu nuevo hogar?? yo lo quiero escuchar!
Por cierto, me encanta tu casa, no sé hasta cuando vivirás ahí, porque eres un poco caja-de-sorpresas, pero la luz de tu salón me encantó, tb tus posters,cuadros,discos... las cosas de casa uno son parte de nuestra vida.yo no podría vivir sin mis libros por ahí,mis cuadros viejos,mis miles de revistas y dibujos..si no estoy rodeada de ellas no soy yo. Por eso estoy deseándo tener mi propia casa, de alquiler o como sea, para dar rienda suelta a todas mis cosas, mi vida y mi yo.

un besito Antonio.

Amador Aranda Gallardo dijo...

Un besote valiente. Precioso.

Anónimo dijo...

Ehhhhhh!, que bonito Antonio. Yo también tengo algunos recuerdos en esa casa, contigo y con tu familia, y por supuesto con tu padre, que era un tío increíble. Me alegro que nuestras familias fueran amigas y compartiéramos esos momentos.
Y me alegro mucho que hayas vuelto allí, para poner en orden tu vida y escribir, seguro que esa casa te ayuda.
Un abrazo fuerte

David dijo...

Creo que pocas cosas hay comparables a vivir en la casa que ha sido la tuya durante mucho tiempo. Seguro que la puedes recorrer con los ojos cerrados y no chocar con nada. Eso sí, que no te supere el peso de los recuerdos...

Anónimo dijo...

Cuando la otra noche fui a cenar contigo a tu casa nueva escuché el cuco, lo dije en voz alta ¡El cuco! debe llevar ahí toda la vida, me hizo ilusión volver a llamar a tu puerta, como hice miles de veces tiempo atrás, estar en tu espacio, mirar tus cosas aún revueltas, saberte un poco más grande, más valiente...claro que no puedo evitar estar triste por que te has ido, por los desayunos eternos, las siestas en el sofá azul, las conversaciones a las tantas...
Todo tiene su momento supongo, ahora estás preparado para abrir cajas, para abrir página sin miedo. Te deseo mucha suerte, siempre a tu vera. Te quiero

combatientes70 dijo...

gracias a todos por los comentarios, como siempre mi Mamen dándome fuerzas y amador apoyandome y josé compartiendo sus recuerdos conmigo, yo tb me siento orgulloso de que nuestras familias estén tan próximas, he crecido en tu casa, he comido tus mismos bocadillos, ese pan tan blando relleno de una nocilla especial que solo había en la casa de los molinas... mi aurora que es mi otro yo... mi yo más intimo y que paso horas y tardes compartiendo secretos en la tintoreria... a todos gracias por compartir mis recuerdos...

Anónimo dijo...

El miedo, la angustia, el desencanto, los malos recuerdos... estas cosas tambien nos hacen sentir que estamos vivos...

Esta entrada me ha recordado a la cancion "Vuelvo a ser yo" de La costa brava...

Anónimo dijo...

Qué recuerdos de tu casa!
Recuerdo cuando iba contigo de pequeño al videoclub chaplin y sacábamos una peli beta para verla en tu casa...cuando escuché los primeros vinilos de los Cure en tu salón, todas las noches viejas de los 80's y 90's...

Y la cámara, tengo ganas de volver a subir e impregnarme de ese olor que me haga viajar en el tiempo 15 años. Fue allí donde encontré en una vieja caja aquellas revistas a las que haces mención...Fue entonces cuando supe que a mi primo no le gustaban las chicas tanto como a mí.

Te quiero mucho primo, siempre has significado mucho para mí!!

combatientes70 dijo...

joder primo, me has has emocionado... que imagen más bella la de tu descubriendo mis revistas, que de película y de fondo el boys don´t cry, para mí tú tb eres muy importante.

Anónimo dijo...

esa angustia que sentiste la hemos sentido algunos, pero siempre se supera y lo que queda por vivir siempre es mejor, no lo dudes el tiempo me lo ha enseñado.