viernes, 4 de diciembre de 2009

NADANDO

Esta noche antes de salir me ha dado por escribir todo lo que pienso mientras nado… Llevo más de 15 días donde mi cabeza es una autentica olla a presión… No, no voy a explotar… lo que pasa es que no dejo de reflexionar… de pensar… reflexiono mientras ando por la calle, mientras escucho música, mientras nado, mientras escribo, mientras almuerzo… mientras sueño… incluso las reflexiones han empezado a cabalgar dentro de mis sueños…

Una ruptura hace que miles de puertas se te abran… que busques respuestas a muchas de las preguntas que te acompañan en tus quehaceres diarios… Son preguntas que hablan de mí, de las decisiones tomadas, voluntaria e involuntariamente, durante los últimos 20 años… son esas decisiones las que me han conformado y me han hecho ser lo que soy… Desde hace unos cuatro años decidí caminar solo por esta vida… me lié la manta a la cabeza y empecé la ruta… durante cuatro años me he limitado a andar… y ya lo decía Machado y lo cantó Serrat… el caso es que el camino se hace andando… y lo sigo haciendo… pero necesito saber… tal vez saber cosas que todos ya sepan de mí… pero es el momento de asumir… de asentar… de decidir… de afrontar y de saber que soy lo que soy… que no hay nada de malo en ello… que no puedo luchar contra mi naturaleza… que no me puedo negar… que tampoco debo aspirar a ser lo que no soy o no puedo llegar a ser… puedo mejorar lo que soy pero no cambiarlo… mejorar pero no ser otro… tal vez ese haya sido mi fallo… querer ser otro que no era yo… me asumo mientras nado y me doy cuenta que soy totalmente arrítmico… que soy desincronizado… y mientras nado pienso: menos mal que cuando era niño, no había en mi pueblo una piscina cubierta donde aprender a nadar… porque si la hubiera habido, estoy seguro que hubiera mejorado mi “no ritmo” y mi desincronización y me hubiera convertido en un gran nadador… hubiera participado en las olimpiadas del 92 y me hubiera hinchado de follar con deportistas de élite… y sería un ser insoportable… seguro… que me hubiera aprovechado de los demás… con crueldad… sería casi un vampiro de afectos… pero menos mal que la piscina y la natación han entrado en mi vida 30 años tarde… 30 años donde yo he asumido y aprendido muchas cosas… y sé que soy lo que soy… ya está bien de no querer serlo… voy a seguir … caminando… nadando…

8 comentarios:

patry dijo...

El aceptarse a uno mísmo es lo más difícil que se nos presenta en nuestra vida.
Puedes disculpar, ayudar, apoyar, reírle,amarle,gritarle,darle otra oportunidad,escucharle,negarle,abrazarle,
SIEMPRE HABLO DEL OTRO, pero cuando se trata de hacernoslo a nosotros mismos...el camino parece interminable para no encontrar la excusa adecuada!!!

Un abrazo que bucea

JD dijo...

Estaba escuchando en el "yo tuve" una cancion de A-HA y de repente he reparado en que por muy inconsecuente que sea el pop (y no lo digo por A-HA, verbigracia) si algo tiene es un tremendo poder evocador. Y me he dicho: Hete ahi las nostalgias de Antonio...un tio tan musiquero.

Mazinger y yo dijo...

A mí el lema de los adictos en rehabilitación me encanta: Señor dame fuerzas para cambiar lo que puedo cambiar, paciencia para aceptar lo que no puedo cambiar y sabiduría para distinguir lo que puedo cambiar de lo que no.

Creo que madurar es eso. Adquirir esa sabiduría de saber cambiar lo que se puede cambiar y aceptar lo que no. Porque siempre hay que seguir cambiando cosas y teniendo metas, pero también aceptar y no frustrarse demasiado cuando algunas cosas no pueden ser.

Houdini dijo...

Hay un viejo chiste que me encanta: un tipo en una piscina de dice a otro "oiga, ¿usted no nada nada? a lo que contesta el tipo: "Pues no, es que no traje traje"

Para nadar, caminar, saltar, vivir, hacen falta trajes diferentes, que tenemos que buscar... a veces te los regalan, a veces tienes que ir a las rebajas, otras te los encuentras como por arte de magia...

houdin.

Anónimo dijo...

Y de repente empieza la canción que necesitas escuchar justo cuando estás nadando, y te destroza. Pero a la vez te sale una sonrisa que no puedes evitar y te das cuenta de que te estás sonriendo a ti mismo. Es una sensación contradictoria. Te acabas dando cuenta de que tú que te creías invencible también necesitas besos en el cuello como el resto de los mortales, necesitas follar cada sábado y sentir que perteneces a la raza humana. Sabes que tiene poco sentido seguir manteniendo un blanco y negro constante que no te depara nada bueno.. pero no puedes vivir sin ello. Necesitas seguir nadando, y abusas de los puntos supensivos.

A
(de Antonio)

Anónimo dijo...

Definitivamente, nos encontramos más de lo que creemos, a pesar de la la distancia y de las vidas diferentes que seguimos.

Esas, y otras muchas cosas, pasan por mi cabeza, no cuando nado, pero sí mientras corro por la ciudad.

Aceptarse es lo difícil... y cuando creamos que estamos complacidos con nosotros mismos... Alguien llegará a cambiar lo que habíamos asimilado.

Por cierto... dentro de poco, te veo como David Meca. A ver si también cruzas el estrecho, aunque no sea a nado.

Amador Aranda Gallardo dijo...

No me puedo creer que te haya dado por nada...al menos ya has encontrado tu deporte. Yo todavía busco el mío, jejej. Un beso guapo, y llámame o algo, que hace mucho que no hablamos.

Justo dijo...

Jaja.. empecé natación hace unas semanas también.. y está bien, pero hacer tantos largos da de sí, le das a la cabeza, se puede pensar de todo.. porque lo que estoy intentando, en mi caso, es no contar las vueltas que llevo, ya que entonces es un aburrimiento total...