¿Por quién doblan las campanas?
Vuelvo a Madrid sin música. El viernes viniendo a Jaén mi compañero, de asiento trasero de tren, me sustrajo de forma sibilina e inteligente mi ipod. Desde ese momento empecé una caída libre y sin paracaídas. Donde he ido tomando conciencia de mis limitaciones, de mis ansias y de mis equivocaciones… Todo cambia, todo gira… todo se acaba y todo se transforma, es algo que sé, que he cantado, que he aconsejado pero que cuando toca asumirlo en tus propias carnes cuesta… Llevo meses precipitando un cambio, un mudanza vital necesaria, que supone una ruptura, un final de temporada, un punto y a parte o un punto final.
Final no, me niego a que sea final… prefiero y a parte. Ahora toca otra cosa. Toca empezar a una nueva etapa y decir adiós a ciertas ataduras (cómodas, amigables, ricas, familiares, acogedoras) que me han hecho fluir, experimentar, enriquecerme y ser lo que soy durante unos cuantos años de mi vida. Ataduras (y por favor que no se entiendan como algo negativo) que me impiden desarrollarme, coger mi vida por los cuernos, montarme en un tren de ida (siempre volviendo) que me aleje de una vez por todas de mis raíces.
Este tren de ida y vuelta lo pille por primera vez hará ahora cerca de 19 años. Primero Madrid y siempre volvía: tenía que ver a la familia… era un adolescente asustadizo que me daba miedo enfrentarme a la vida. Me sentía más seguro cobijado en la familia y no me atrevía a volar por mi mismo… soñaba… despertaba… volvía a soñar… vivía unas cuantas horas… volvía a soñar con la vida que quería vivir… pero el miedo (miedo a la dificultad, a lo incomodidad vital, al fracaso) me frenaba y me hacía que me refugiara constantemente en mis raíces… Y en esas raíces… encontré el amor… y el amor que me ayudó a crecer, a tener seguridad en mí… a ganar confianza… me obligaba que siguiera enraizado… que siguiera comprando siempre billete de ida y vuelta, daba igual el destino de ida: Madrid, Granada o Sevilla, la vuelta siempre era a la peña, al polen del olivo (al cual soy alérgico), a las calle empinadas que llevan a Santa Marta.
Tanto viaje me hizo perder algunos miedos, ganar algunas inseguridades, crecer, conocer a otros viajeros, profundizar en mis orígenes, ser capaz de criticarlos desde lejos y desde cerca, amarlos, odiarlos… Reconocerme en ellos y rechazar la parte de ellos que me molesta… pero, poco a poco, me fui integrando en ellos… la vinculación se va haciendo más y más profunda… decido volver: por amor, por trabajo… por bucear más en mi mismo… los billetes cambien de dirección... vivía en el pueblo y sólo era un visitante de fin de semana de la gran ciudad… Lugar donde dejé parte de mí… tal vez la parte que había construido yo solito y sin la ayuda de nadie.
Han sido cuatro años llenos de virajes… llenos de sorpresas… de cambios de domicilio, de abandono de hogares… de conocer a gente que me han aportado lo mejor… de meter mi vida en cajas… de ver como las personas que quiero se localizan y encuentran su lugar (momentáneo en el mundo), de perder yo el mío… de saberme querido, cómodo, de sentirme capaz de renunciar a sueños, de luchar por no renunciar a ellos, de sentirme rico en amigos, de sentirme agradecido, de sentirme un pequeño líder odiado por muchos y amado por otros… y por eso sentirme útil, saber que he abierto puertas… haber sido capaz de valorar otras formas de entender la vida, que he visto el bosque… y no sólo el sendero de baldosas amarillas… de saber que mi sendero está lleno de curvas… y que a pesar de todo, de saber que el bosque es rico, verde, frondoso, agradecido, quiero seguir el camino por mi sendero… un sendero que construyo yo… que no quiero depender de nadie… que asumo que soy perrillo sin amo… y que este perro sin amo y con ano… va a empezar a dejar de comprar billetes de ida y vuelta… que va a empezar a cortar vínculos que me imposibilitan crecer hacia mi mismo… que me siento incapaz de dar más… que necesito mi tiempo para mí… refugiarme en mí… disfrutar de mi soledad… de mis escritos… de mis cines… de mis paseos solitarios por la Gran Vía… de buscar más formación… de alejarme de mis raíces y crecer hacia arriba, no bucear hacía abajo… porque he llegado al fondo de mi mismo… porque eso han sido estos cuatro años: una titulación en autoconocimiento… y es mayo… y me enfrento a los exámenes finales… y sé que los voy a aprobar… ya que he estudiado, he hecho practicas… y soy mi alumno y mi profesor…
Viajo hacia Madrid (sin música)… sé que me quedan algunas vueltas más… pocas, las justas… que poco a poco se irán haciendo más escalonadas… hasta que se conviertan en vueltas de placer… porque siempre estarán mi familia, mis amigos…
Sin duda es el final de una etapa y se quedaran en la cuneta muchas cosas, personas… otras remontaran el viaje conmigo… este blog, poco a poco, dejará de tener sentido… ya que ha sido y está siendo el reflejo de una época, de un momento vital… y como cuando empezábamos un nuevo curso… tendré que comprarme una libreta nueva, con olor a imprenta, con las hojas limpias para volver a empezar… a escribir en ella las tareas diarias, las vivencias personales y compartirlas… un cuaderno que tendrá otras dimensiones… otras intenciones… otros invitados, sé que muchos permanecerán, porque mi casa, nunca real, será siempre su casa… He descubierto una nueva forma de comunicación… que me enriquece y me regenera… que me obliga y me enfrenta a mí y a los demás… no voy a perderla… Buscaré otro nombre… otra dirección… y allí nos volveremos a encontrar…
Como no tengo ipod y he dejado olvidados mis grandes cascos verdes en casa de Rosana y José (tendré que volver a por ellos)… En mi cabeza, llena de músicas, resuena una y otra vez una bella canción de la Granja: “¿por quién doblan las campanas?”
“¿Por quién doblan las campanas?,
romperé una lanza a su favor,
¿por quién doblan las campanas?
Siete veces por semana,
siete veces nervio a flor de piel,
siete veces por semana.
Y sigo aquí al pie del cañón,
olvidado en un rincón.
Deliciosamente amargo,
fui sorbiendo el jugo de un limón,
deliciosamente amargo.
Como un trago envenenado,
como un trago helado a reventar,
como un trago azucarado.
Búscame al pie del cañón,
donde apenas luce el sol.
Sabes que siento hablarte en clave extraña,
siento que no entiendas la canción,
¿por quién doblan las campanas?
Primevara silenciosa,
mi flequillo lacio habla por ti,
primavera deliciosa.
Arrogancia en tus palabras,
deja que te pida una vez más,
¿por quién doblan las campanas?
Búscame al pie del cañón,
donde apenas luce el sol.
Sabes que siento hablarte en clave extraña,
siento que no entiendas la canción,
¿por quién doblan las campanas?
Sabes que siento hablarte en clave extraña,
siento que no entiendas la canción,
¿por quién doblan las campanas?”
Y sé, que es por este ciclo de idas y vueltas, que es por el ano (años) del perro.
13 comentarios:
Creo que te entiendo, que estamos en un momento de nuestras vidas parecidos, aunque a mí aún me quedan por hacer un par de viajes.
Hace casi 3 años decidí dejar las maletas en casa y regresar de Granada, necesitaba reencontrarme, estar con la familia, sanar las heridas de las decepciones, descansar de la vida.
Me puse a bucear y hoy empienzo a resurgir de mi última caída en mar abierto, el viaje hacia uno mismo es el más necesario e importante que debemos hacer en nuestra vida, encontraremos todas las respuestas en nuestro interior, es duro saber lo que uno es y de qué está hecho pero a la vez reconforta.
Cerra etapas, abrir nuevos diarios, emprender kms 0 es señal de bienestar, ahora quieres volar y sabes que puedes hacerlo, no te prestaré mis alas porque las tuyas están bien abiertas, pero recuerda ave fenix que si algún día decides bajar el vuelo será para coger de nuevo fuerzas y ahí estaremos todos, me sumo a la peña, a las calles empinadas, no de martos, de San Roque, que tamnién tiene perro, con ano pero sin rabo, con la misma sensación de asfixia q provocan los pueblos pero tb con el mismo recibimiento hogareño para refugiarte de una caída.
ADELANTE, LANZATE AL VUELO!!!
No me esperaba esto cuando me preguntaste ayer cuando iba para Madrid...
Cómo me he identificado contigo al leer esto Antonio, me siento exactamente igual. Qué ganas tengo de charlar contigo con un café (o un té) de por medio y contarnos cara a cara muchos más devenires...
Como siempre, esto, una etapa más y un momento más de crecimiento interno que nos servirá de algo... creo.
Besos próximos...
Sé lo que se siente en los laberintos del alma que buscan una ubicación, un suelo firme donde aterrizar. Pero quizás el problema está en que siempre lo hemos buscado en lo externo y no hemos buceado en nuestro interior donde tenemos que encontrar la calma y nuestra pista de aterrizaje. Yo me siento igual, en un juego de idas y venidas que en vez de encontrarme me alejan de mi misma. Buscar espacios con nombres y con personas amigas para sentirme bien han sido mis últimos kilómetros donde me he cargado de buenas e intensas energías, donde he compartido tertulias inolvidables, donde me he sentido amada y he amado mucho a la vez... pero ahora, también tengo esa necesidad de mirar en mi interior y fortalecerme desde Inma. Yo no cierro ni abro nada, sólo quiero seguir con una búsqueda que empecé hace tiempo y que desatendí.
Me gustó mucho compartir este fin de semana contigo.
Te quiero. Un beso grande
Revoluciones... Todos sabemos que son necesarias, que nos cambian, que nos hacen vivir.
Un besote.
Dos días sin leer tu blog, y lo pones todo patas para arriba. Bueno, ya sabes que te apoyaré en todas las decisiones que tomes, aunque, no te precipites, que también eres tú mu precipitao a veces...jeje. Es broma. A lo mejor es solo un mal día..., o dos. Besos guapo.
Adelante Antonio, estas en el momento perfecto, sobresaliente, ideal para ampliar el disco duro e instalar nuevos y sorprendentes programas. Este mundo va que vuela y lo sabes- Ya no puede haber en el mundo nada ni nadie que te pare, tienes las ganas, sabes lo que quieres, como y cuando, y lo más importante el camino para conseguirlo. Todos lo demás vamos a seguir aquí expectantes.
1000 besos
;(
jo
......
miau!eres y siempre serás una persona importante en mi vida. No cambies nunca y dejame compartir contigo muchos momentos más...y si cabe... algun viajecillo...
apóyate en las pérdidas, úsalas para escapar, para tomar impulso. los cambios son el caldo de cultivo ideal para profundizar, los viajes también. ya tienes todo lo necesario, ánimo!
pe: ains! pobre ipod!!!
apóyate en las pérdidas, toma impulso. los cambios son el caldo de cultivo ideal para profundizar, los viajes también. ya tienes todo lo necesario, ánimo!
pe: pobre ipod...
Qué sería de nosotros si la vida no nos diera la oportunidad de reiniciar.. y ello no quiere decir, como tú bien expresas, que se renuncia a nada de lo que se ha sido, simplemente es el momento de una cuenta nueva.
Es algo ilusionante, positivo. Estoy seguro de que lo verás así. Mucha suerte de nuevo.
que bueno saber que me lees, saber que compartimos un escenario, un guión, unos sentimientos similares y unos valores...las relaciones surgen y congenian por eso, por tener valores en común, de ahí que nazcan las pandillas de pijos, hippys, cuarentonas busca tios y tantas otras...¿qué nombre le ponemos a nuestra pandilla? ¿cómo explicar al mundo real esta conexión?
un gran beso y un fuerte abrazo de quien espera compartir contigo algo más que un blog..
gracias antonio... estoy de un desánimo y un agobio que no es normal, quiero que esto acabe ya... encima estoy pre-reglosa, todo a la misma vez, me cago en diez...
besos
Publicar un comentario