Diario de un viaje.
Sábado 2 de Febrero 2008
8:00- 9:30
El tren de las ocho y cinco que sale de Jaén con destino a Cádiz y que para en Córdoba, será la primera fase de este viaje. De nuevo Lisboa. Niebla. Frío helado en el tren. Bart Davenport suena en la cabeza. Ganas de bailar como si la vida fuera un musical. La vida no es un musical. Reflexiono sobre el frío. El frío te puede paralizar o hacerte caminar por los pasillos del tren. Llegar hasta una máquina que vende: patatas lays, doritos tex-mex, ruffles onduladas, zumo pascual tropical, oreo, mini chips, trident fruit, twix, yosport de fresa, nestea, laiker sin, kit kat, zumosol, pascual de chocolate, fanta de limón, coca cola Light, coca cola de toda la vida, fanta de naranja, agua liviana, aquarius. El frío me paraliza delante de la máquina. No sé que tomar. Observo que hay una bolsa de patatas ruffles onduladas caída dentro de la máquina. Me pregunto ¿cómo habrá llegado hasta ahí? Sigo sin saber lo que tomar. Se acerca un revisor con cara de buena persona. Le digo que estoy helado. Él me intenta convencer de que el grupo eléctrico no se ha puesto en marcha. Yo sigo pensando ¿qué me apetece tomar de lo que me ofrece la de máquina de bebidas y snacks? El revisor, tras picarme el billete y contarme una milonga, continua con su revisión. Yo indeciso, sin saber si me apetece un batido de chocolate o un kit kat, decido que me estoy meando. Voy para el baño. Meo. Los orines echan humo al ponerse en contacto con el mundo exterior. Un vaho llena todo el water. Salgo de él. Atravieso de nuevo todo el vagón. Llego hasta la máquina. Ya sé lo que quiero: un kit kat. Un euro. Tengo un euro en monedas de 50, 20, 10, 10, 5 y 5. Las voy echando para darle de comer a la máquina. Selecciono el número 43, es el que corresponde al kit kat. Toda la maquina comienza a moverse. El recipiente que debe recoger la ansiada chocolatina, se eleva con la bolsa de patatas fritas ruffles onduladas, pasa del kit kat y coloca en la boca de salida las putas patatas fritas onduladas. Su pedido, gracias. No doy crédito. ¿Para esto he dudado durante más de 10 minutos sobre lo que quería tomar? Decido que nadie me va a amargar el día. Que no voy a protestarle al pobre revisor. Saco las putas patatas ruffles onduladas de la maquina. Las observo y pienso: seguro que a Cynthia le va a gustar para desayuno. Una moneda de un euro. Vuelvo a marcar el número 43. Toda la maquina comienza a moverse. El recipiente que debe recoger la ansiada chocolatina, esta vez la recoge y la coloca en la boca de salida. Su pedido, gracias. Meto la mano con miedo. Tacto el interior. No encuentro el Kit Kat. No puede ser. Rebusco. Tacto a ciegas. En un hueco de esa oscura boca mis manos se rozan con algo. Lo agarro con fuerza. Lo saco. Es mi Kit Kat. Vuelvo a mi asiento. Abro el plástico rojo del kit kat. Me acerco el chocolate a la boca. Lo muerdo. La gallete cubierta de chocolate cruje en mi boca. Sabor a colegio. Sabor a despensa. Sabor a infancia. En medio de la campiña cordobesa. El sol va elevándose. La niebla desaparece. Córdoba cada vez más cerca.
LISBOA. HORA LOCAL 17:50
El viaje Córdoba-Lisboa transcurre calmado en el coche con Cynthia. Hablamos de nuestro pasado, de nuestro presente e imaginamos un futuro ideal... mientras los love of lesbian nos acompañan, al igual que este septiembre, cuando en otro viaje Madrid-Lisboa se los presente a Cynthia y ella se enamoro de Santi y de su música. Cantamos sus canciones y de vez en cuando las mezclamos con las de La Casa Azul. Las cinco horas pasan rápidas y entramos a Lisboa por el puente 25 de abril. Me siento cómodo en la ciudad y llevo a Cynthia hasta nuestro hotel en pleno Barrio Alto. Soltamos las maletas y nos tiramos a las calles. Buscamos nuestro restaurante favorito para comer arroz con cilantro y pulpo. Pero ya no dan de comer... seguimos callejeando y en una calle estrecha encontramos una pequeña terraza al sol. Comemos Bacalao y Frango. Un bica y sigue el paseo. Tiendas. Ropa. Quedamos con Félix en el Brasilea. Allí está Ruth, Eduardo y Pessoa. Yo necesito dormir. Me disculpo y llego hasta el hotel. Aquí en la cama os escribo. Seguiré informando.
4 comentarios:
como me has recomendao, aquí estoy, sentá...Dejar que Jose se mueva,recoja, doble,cuelgue, barra, limpie, friegue...libre de mí. Mientras él cambia nuestras sábanas, y en el baño de la planta de arriba Guillermo, mi fontanero favorito, cambia la puta cisterna que claudicó tras permitirnos a cincuenta personas, mear todo lo ingerido
cuando el Fran y el Richi, yo me siento a leer el inicio de tu aventura "carnavalesca" y me da gana de una chocolatina....regreso de la cocina y lo único que he encontrado que se le parezca y me lo permita ha sido una triste galleta chocolateada "carrefour" pero con fribra....
Creo que el moli desiste también de su batalla. Se sienta en el sillón al que yo doy la espalda, junto a la chimenea, y ojea y reojea y vuelve a ojear el último número de Rockdeluxe.
Regreso a la cruzada.
Nene, pa mi que deberías convencer a tu familia de vender el piso en la playa...y os compráis uno en lisboa, que lo amortizarías tu mucho mejor...además, que tiene más clase, jeje. Besos, y pasadlo bien.
Estoy pua, en el Julio T'verne (o argo asín)....la foto mas increible ya te la hemos remitido....mi Oooose y la que te escribe, de Rey Misterio y...putifurci pressing cath...no hay barrio alto sin en cambio os añoramos igual.
OQ.
besos guarros de patxharán.
R.
aquí tranquila, y con los últimos coletazos de una resaca de mil pares...despiertas una y otra vez la necesidad de regreso a la Lisboa que sacude. Esta vez quiero en el regreso estar acompañada de voses, y como no de mi moli.
un estuario de besos.
TQ.
R.
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