lunes, 20 de julio de 2009

MI VIAJE A LA LUNA


Hace 40 años que el hombre piso la luna. Y mi barrio, La Latina, se está convirtiendo en el último reducto heterosexual de Madrid. ¿Cómo unifico estos dos temas? Son dos ideas que me iban dando vuelta a la cabeza desde hacía días: leía noticias en la prensa, caminaba por el barrio y sólo me cruzaba con heteros que expandían con toda naturalidad su masculinidad o feminidad por mis calles, en los bares, en las plazas, a la hora de comprar el periódico en el kiosco. Heteros que volvían sus cabezas cuando pasaban por su lado bellas mujeres… mujeres que sonreían coquetas cuando hombres musculazos las miraban con descaro… mujeres en falditas cortas… rubias de bote… rubias… morenazas… el barrio se ha llenado de bares donde ellos se relacionan, donde comen a precios desorbitados, tabernas antiguas que ellos las han hecho modernas… bares nocturnos donde mueven sus cuerpos al ritmo de musiquita andaluza… o Amaral… grupos a los que adoran y entonan sus canciones como si fueran verdaderos himnos. Bailan y se seducen mutuamente con una única intención terminar compartiendo una cama y al día siguiente a otra cosa mariposa… Volver a la latina… y de nuevo empezar el periplo… cañita… una tosta donde te clavan… más cañas… mojitos… visita al Delic… el bar con el peor servicio de la Latina… ¿alguien me puede explicar por que los camareros del Delic son tan gilipollas e inútiles? Yo los gasearía… y me comería de gratis un buen trozo de tarta de zanahoria. Mojitos y más mojitos que es la verdadera gasolina de estos heteros… Pues compartiendo con Salva un trozo de tarta de zanahoria y dos mojitos en el Delic, mientras él es mal atendido por los inútiles camareros, yo releo el País y me detengo en un precioso artículo que narra como una de las antenas que coloco la Nasa para el seguimiento del “Apollo” la puso en un pueblo de la sierra de Madrid y como la vida del pueblo cambio a raíz de esa antena y como hoy nadie se acuerda ya de ello. Al volver Salva con los mojitos y la tarta, le enseño el artículo y le pregunto que si él cree que el hombre subió a la luna. Salva me dice que no y que si hubiera subido lo hubiera vuelto a hacer. De repente esta conversación hace que mi mente viaje hace veinte años atrás. Es otro viaje, es otro tiempo, estamos en el año 1989. Jesús, Javi, Pedro y yo vamos montados en un autobús de Ureña con destino Huelva. Algunos no han cumplido aún los 18 y otros ya los tenemos… acabamos de terminar COU y hemos aprobado selectividad y hemos echado la preinscripción para estudiar aquello que queremos estudiar… Vamos a recorrer con nuestras tiendas de campaña la desconocida costa de Huelva. Es nuestro primer viaje… que para mí será casi iniciático… como lo fue para Armstrong el de la luna veinte años antes. En ese autobús los cuatro amigos discutimos si el hombre en los pasados veinte años había vuelto a subir a la luna. Ahora vuelvo a discutir con Salva… sé que en estos 20 últimos años no lo ha hecho… y tal vez no la haya hecho nunca… pero sí sé que pasará lo que pasará, se subiera o no, o todo sea una gran película montada por la NASA, a Armstrong la vida le cambió y la mía también cambio en ese viaje a las costas de Huelva, veinte años después de que el hombre, supuestamente, pisará la luna. Recuerdo que todo pasó una tarde de siesta, algunos de mis amigos se habían quedado en la tienda a dormir, yo me baje a la playa, estábamos en el camping de Matalascañas… y me puse a andar playa arriba… de repente empecé a descubrir a hombres y a mujeres totalmente desnudos. Nunca había hecho nudismo, con cierta timidez me quite el bañador y comencé a andar desnudo por la playa. La inmensa playa de arena cada vez se iba quedando más solitaria. Las mujeres casi habían desaparecido y sólo habían hombres tumbados al sol. Yo me senté en la orilla. Era casi un niño. Tenía algo de miedo. Allí se estaba cociendo algo que yo desconocía pero que me atraía irremediablemente. Seguí caminando por la playa. Miraba a los hombres que tomaban el sol boca arriba. Nunca había visto tantas pollas y tan de cerca… y me excitaba. Y me tenía que volver a sentar en la orilla y dejar que el agua me mojara y que todo se bajara y de esa forma volver a poder caminar por la orilla. En una de estas paradas, un chico se acercó y se sentó a mi lado. Para mi, en aquel momento, era todo un hombre… ahora creo que no llegaría a los 30…. Empezó a darme conversación. Me dijo que era de Huelva. Yo le dije que era de Martos y me toco. Yo me excite tremendamente. Estaba muerto de vergüenza y se lo dije. Él me contestó que tenía una tienda de campaña y me invitaba. No lo dude. Me fui con él. Aún recuerdo el olor del plástico de la tienda, el calor del sol, su sudor, mi sudor… sus pelos… el sabor de su cuerpo… tenía miedo y temblaba… pero estaba disfrutando… yo había tenido relaciones con otros chicos de mi edad pero esto era otra cosa. Él me besaba y yo lo besaba… Joder… creo que sabía hacer cosas que yo he ido aprendiendo con los años… No hubo penetración, él quería y yo no me dejé… tenía miedo… me corrí y él sobre mí. Me acuerdo que salí casi corriendo de la tienda con dirección al mar y allí me limpie de los restos de su semen, del mío, de su sudor con el mío y del sabor de su saliva en todo mi cuerpo… De ese día conservo los olores… todos los olores que se quedaron impregnados dentro de mí. Tuve miedo pero me gusto y mucho… El mismo miedo que Armstrong cuando llegó a la Luna. Por eso cada vez que hablan del día que el hombre piso la luna, yo me veo a mi mismo tumbado en una vieja tienda de campaña de plástico, invadido de un sol de Julio, rodeado de olores físicos y saboreando miles de sabores salados… Nunca me arrepentí de haber dado ese paso… porque como dijo Armstrong: “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad".

12 comentarios:

Justo dijo...

La mejor visión del aniversario...no me has defraudado. ¡Viva el verano!

(En La Latina tenemos nuestro reducto, acuérdate, o por lo menos teníamos, que hace mucho que no voy. Se llama The Paw. Y los hetero escuchan cosas mucho peores que Amaral, a mí Amaral me encantan. La Oreja es culpa toda de ellos, y El Sueño de Morfeo también).

Un beso

Unos zarcillos pa mi luna : dijo...

... Mercedes, mi abuela, vivía la Tv de forma interactiva...cuando veía una película o un culebrón le hablaba a los personajes de la escena. Avisaba a la futura víctima que su agresor estaba detrás y la increpaba por estar en el lugar inadecuado, mientras trataba de calmar mi nerviosismo desenmascarando la ficción. Se empeñaba en contar uno a uno los cámaras, realizadores y técnicos que había detrás de todo aquello para que supiese que ese indeseado final, en realidad no estaba ocurriendo; replicaba a todos los telediarios, en cada una de sus ediciones. Crecí viendo como discutía de política, derecho, economía e incluso del tiempo, con Matías Prats, Rosa mª mateo, Jesús Hermida, Victoria Prego, isabell tenaide… hasta con el mismísimo Luis carandell (he de confesarte que este último junto con Andrés Aberasturi fueron mis favoritos). Incluso con el propio Maldonado por desconocer que cuando el viento traía el humo de los pilares dirección Martos, llovía seguro, dijera él lo que dijera. Así fue como hasta su último día resistía su soliloquio con Jesús Alvarez.

Pues bien amigo, 36 años después que Amstrong pusiera sus pies en la luna, ella se marchó convencida de nuestra ingenuidad. Recuerdo que tenía (año arriba, año abajo) poco menos que mi Celia, cuando viendo un reportaje en informe semanal que celebraba el décimo aniversario de la llegada del hombre a la luna – yo flipaba. Me parecían rígidos esos hombres “en su cápsula de albal”, pero flipaba-, ella reventaíta de la risa decía: “¿no te lo estarás creyendo?...todo lo que “dise” (era alcalaína) la tele no hay que creérselo…Como si eso fuera tan “sensillo”.

…Tan importante como creer será dar los pasos, aquí o en la luna. Sea donde sea. Y sobre todo si ellos conservan frescura y una alta dosis de inocencia… Tanta que nos reflote la ingravidez de los días.

Un beso importante.
Te quiero.

Pd. Este otro abrazo para Ivanpu.

patry dijo...

Parece que te veo: un chiquillo desnudo y curioso caminando...y sigues caminando, han pasado algunos años y no has perdido la curiosidad y quizás tampoco el miedo.

Caminemos juntos.

Diego Canalla dijo...

Suerte tuviste, por el valor digo , de entrar en esa nave espacial de plástico. Lo importante es ser capaces de disfrutar todos nuestros viajes como si fuera el primero de nuestra vida, que aunque tengamos en el bolsillo las llaves de la nave, sigamos sorprendiéndonos en cada paseo de lo bella que puede llegar a ser la luna.

Te beso

desde Chile dijo...

Joder, ya te echaba de menos. Qué alegría tener una nueva entrada tuya...

Te quiero. Y ya queda menos

V

Ana (poemahouston) dijo...

Antonio... con lo que me gusta a mi un mojito bien hecho y la Latina... Del Delic no te digo nada... el té está malísimo... sólo por eso no merece salir en el New York Times.

Tu particular viaje a la luna es interesante... yo el real no sé si acabo de creérmelo... el tuyo es mucho más palpable.

Guapo, mil besos.

PD: me siento tan extraña escribiendo así...
PD2: Rosana, me has despertado una sonrisa... mi abuela también hablaba a la televisión... retransmitía hasta los anuncios.

discreto dijo...

Aparte de para mostrar un posible resentimiento inexplicable hacia la heterosexualidad (dése usted cuenta de lo pronto que elimina a las mujeres en la escena de la playa) ¿qué tienen que ver los heterosexuales en este texto? Leido el texto, y el inoportuno comentario de Justo, quiero pensar que no están ustedes proponiendo ghettos para los homosexuales ... Eso sería salir del armario para meterse en la jaula ¿no cree? En ese caso no le carguen la culpa y la deuda al resto de la sociedad.

La heterosexualidad no está ligada al gusto musical, que yo sepa o que la ciencia haya concluido. Así pues, podría tratarse de un tonto prejuicio o, simplemente, una chorrada más de las muchas que hay que escuchar o leer. Horteras, los hay en ambos lados y en todos los que puedan imaginarse. Lo que no conozco yo, créame, son homosexuales a los que les guste Iron Maiden. Si los hubiera, del mismo modo que si fuesen heterosexuales, me traería sin cuidado.

El resto del relato me recuerda poderosamente a Houellebecq y sus escenas en "Las partículas elementales", pero sin interés.

Siga ahí, yo le sigo de lejos.

Unos zarcillos pa mi luna : dijo...

...me ha hecho gracia que pensaras que me escondía tras el seudónimo del último comentario...No obstante lo comparto a pies juntillas. Lo suscribo como si lo hubiera escrito, ya lo habíamos hablado. Ya me resultó desacertada la asociación...anda que... poner un cercado musical a la sexualidad...

combatientes70 dijo...

Discreto te respondo:
1/ Tengo prejuicios con un grupo de heterosexuales como tengo prejuicios con muchos homosexuales... peluqueros criticones, metementodos, musculosos... que tienen su respuesta en los heteros que visitan la latina... por cierto me toca cruzarme con estos tb por chueca... seguro que lo que me pasa es que tengo prejuicios hacia el ser humano en general...
2/ las mujeres desaparecen de la playa porque desaparecen realmente... no había por ningún lado... estoy seguro que si hubiera habido y se hubiera acercado alguna tal vez me hubiera dejado llevar por sus fluidos... por cierto no hay nada más placentero que sentirse en medio de ambos géneros... penetrado por un hombre y tu penetrando una vagina... es el placer máximo... normalmente me conformo con el sucedáneo... que es sentirme entre dos hombre... pero si alguna se apunta yo estoy deseando a experimentar más...
3/ nadie pide ghettos... hay gente que crítica que Chueca se aun ghetto... un ghetto por definición es un sitio de donde no puedes salir... y que yo sepa tú entras y sales de chueca, por ejemplo, con toda la normalidad del mundo... lo que si me gustaría es cruzarme con menos imbéciles... por cierto yo a la sociedad no le cargo ninguna culpa, conozco a los imbéciles muy bien... los veo de cerca... mis mejores amigos son heterazos y eso no me molestan en ningún lado... no tengo ningún problema con los heteros... bendita sea la ironía y que poco la pilla en mi texto... si usted viniera por la latina... y los viera tal vez les escribiría una canción, por ejemplo... o una poesía o yo que sé... Parece que le molesta que hable así... yo no creo que ustedes(no sé si usted es hetero, homo, bi, trans o persona animal o cosa) deban darse por aludidos...
4/ ¿Homosexuales que le gusten iron maiden? Yo que sé... los homosexuales son los culpables de productos como soraya... y bisbales y bustamantes y celines diones... hay algo más hortera... por cierto yo a bustamante yo ponia a cuatro patas y que me cantará.
5/Siento que no le interese mi relato... pero es lo que hay... es mi blog y es mi vida y yo mime conmigo... si me quiere seguir siguiendo siga, aunque sea de lejos... entiendo su adicción sadomasoquista... mil besos si es posible bien cerca de sus zonas...

y no sea tan discreto y muéstrese, hombre, salga de su jaula... mi amiga Roxy ya tiene identidad para usted... piensa que es lesbiano...

Inmaculada Pedrosa dijo...

La desnudez ingenua con la que empezaste a descubrirte con ansias y con ganas de experimentarlo todo me emociona. No te veo con miedo, al contrario, me resultas valiente, niño curioso que cada día aprende y yo aprendo contigo, desde ti, en cada renglón que te leo.

Te quiero y lo que más me gusta, que cada vez te siento más dentro.

Gracias por estar ahí.

Anónimo dijo...

Un gallego en la luna luna...!!
como andamos todo bien?
aquí mucha calorrrrr!!

Justo dijo...

Yo ya doy por supuesto que hay complicidad al hablar de las cosas que hablamos y al decir lo que decimos. O doble lectura, o ironía, aunque también haya un fondo de verdad.

Me parece que Discreto lo ha visto desde fuera, y por eso se ha molestado un poco. No hay ningún motivo para hacerlo... tú ya lo has explicado bien.