
Una cama tirada en el suelo, sobre ella dos hombres abrazados. Silencio tras el final del orgasmo. En un rincón de ese dormitorio, mientras esos hombres disfrutaban del sexo con pasión y atrevimiento, las noticias del mundo se filtraban por la televisión: caída de las bolsas, el gobierno inicia al ilegalización de ANV, Felipe cumple 40 años, Alonso y su coche... contertulios comentan noticia a noticia... sin saber que están siendo la banda sonora de algún momento mágico. Mi momento. De repente una noticia llama poderosamente mi atención... tan poderosamente que hace que salga de ese momento orgásmico. Digo, casi en un susurro: “No puede ser”. El chico me mira y me pregunta: “¿el qué?...” Mi susurro lo ha sacado de sus ensoñaciones. “Ha muerto el rubio de Brokeback Mountain” ”, le digo... Mientras en la televisión veo como una camilla sale de su apartamento.”Joder, no puede ser...” vuelvo a decir. “Se le fue las manos con las pastillas”, me informa mi amigo... Mi cabeza comienza a volar mientras sigo acariciando los hombros de mi amigo... Hablamos de cine, de series de televisión, de viajes a Lisboa... pero ya no estoy allí... la noticia me ha impactado tanto que tengo necesidad de salir, de comprar un periódico y de saber más. Me visto. Me despido con promesas de volvernos a ver y salgo de su casa. El invierno mañanero de Madrid me recibe. Olor a porras, como aquí se dice, y de café en las esquinas de los mercados. Llego al primer quiosco y compro “El País”. Mientras camino hacia Tirso me empapo de la noticia: "Fue encontrado inconsciente en su apartamento", según ha asegurado un portavoz policial...” ¿inconsciente, la policía, qué le pasó?... “El cadáver fue descubierto por el ama de llaves en el apartamento, donde el actor vivía, en el barrio del Soho de Nueva York...” Tenía un ama de llaves, vivía en el Soho. ¡Qué envidia!... “La mujer trataba de despertar a Ledger porque tenía cita con su masajista, que también se encontraba en la casa. Estaba inconsciente boca abajo a los pies de la cama y los intentos de reanimación fueron en balde...” ¿un masajista para empezar el día? ¡Qué buen despertar! “La familia del fallecido ha definido la muerte del actor como "trágica, inesperada y accidental"... ¡Qué va a decir la familia! Siempre nos disculpa y más en estos momentos... “Tras la noticia, el apartamento del actor se rodeó de paparazzi y fuerzas del orden, además de curiosos sorprendidos por una noticia, que al principio pareció una broma pesada...” Es una broma pesada, tenía 28 años, ¡Qué, coño, le interesa (nos interesa) a los demás el sufrimiento ajeno!... “Estamos investigando la posibilidad de que haya sido una sobredosis, hemos encontrado somníferos junto a su cama", ha dicho este agente al ser preguntado por las causas exactas de la muerte de Ledger.”.... ¡Qué inteligente! “ Ledger tenía una hija con la también actriz Michelle Williams, a quien conoció en el rodaje de Brokeback Mountain, donde precisamente interpretaban a un matrimonio y con la que estuvo unido sentimentalmente, sin casarse, tres años, hasta septiembre de 2007”... ¿Cómo estará mi Michelle?... “A la espera de los resultados de la autopsia oficial, que tardarán entre 10 y 14 días, la familia sigue insistiendo en que se trató de "una muerte accidental" debido a la ingesta de pastillas de prescripción médica. La policía investiga un billete de 20 dólares enrollado, con residuos de una sustancia desconocida, encontrado en su apartamento de Nueva York. El hallazgo ha dado alas a las voces que hablan de sobredosis.” ¿Y qué, si fue una sobredosis? ¿quién no se ha pasado alguna vez con algo?, pienso. Y mientras camino por la Latina sigo pensando... Lo que sí es seguro es que Heath Ledger no podía dormir: Las preocupaciones, el desamor, el exceso de amor, el stress, la tensión, la injusticia social, el futuro de su hija, el exceso de trabajo... la vida. Parece que su cabeza iba a mil por hora, que lo que pasaba a su alrededor le afectaba más de la cuenta. Que fácil es cerrar los ojos y no pensar en nada, quedarte dulcemente dormido, o dormir sin parar más de 8 horas. Pero para él no lo era. Heather no descansaba y esto hacía que lo que le preocupaba le desvelara aún más y el ansiado descanso no llegara. Y para poder alcanzar el momento R.E.M. necesitara relajantes, sedantes o pastillas para dormir. Y poco a poco se fue acostumbrando a ellos y los efectos deseados, en los cuales su cabeza dejaba de pensar por unas horas, no llegaban. Y dormir cada día le costaba más y necesitaba más de una pastilla. Y un día, una pastilla más. Dos días, dos pastillas más y el sueño que no venía... Cuatro días, seis pastillas y Morfeo de vacaciones... Ocho días sin dormir y doce pastillas con un vaso de agua con gas. Y las preocupaciones van a más cada noche y el carácter se vuelve más irascible. Y siente que cada cosa pesa más: pesa la responsabilidad porque no encuentra el caudal expresivo para darle vida a su nuevo personaje... o pesa no tener tiempo para disfrutar de tu hija... te sobrepasa que un amigo tuyo le toque padecer un cáncer... o que tu hermana deje a su marido... o no entiendes las decisiones políticas de los partidos a los que has confiado tu voto, ni hablar de las decisiones de los que ni siquiera has votado... y te sientes impotente por lo que ocurre en África... o porque el sin techo que duerme, cada noche, en la boca del metro que hay cerca de tu portal, una mañana aparece carbonizado por Dios sabe quién. Y la oscura noche hace que todo lo grande sea aún más grande... y piensas: ¡pero si creo que lo tengo todo! Soy un tío que ha hecho cosas maravillosas: una hija... (¡menudo mundo que le voy a dejar!); He amado a mis chicas, a mi familia, a mis amigos.... (¿pero ellos me han amado a mí?); he construido personajes con los que muchos se han identificado y han servido para que otros muchos cambien de vida y sean algo más felices... (¿felicidad); me han nominado al Oscar... (¿Y?); ¿Por qué no puedo dormir? Una pastilla y dos y tres y otra más... y agua con gas... y más agua con gas... y otra pastilla... quiero dejar de pensar... quiero pensar en azul... quiero soñar... quiero soñar con una playa desierta... pero la imagen de otro día más, de mañana, interfiere en la ensoñación de la playa y vuelve el insomnio... y otra pastilla más para recuperar la playa... a mi hija... y la playa... y no vuelve... y otra pastilla... y ahora me sobreviene mi propia imagen... yo con una escopeta... me la coloco debajo de la boca y me disparo... grito sobresaltado... sé que no es cierto... es sólo un recuerdo... una imagen de cine... el suicidio sólo pasa en las películas... todo se vuelve nebuloso... y a ciegas me tomo la última pastilla que me queda en el tarro... me cago en la puta... mañana tendré que apañar más... sino no podré dormir... y por fin el sueño me vence... caigo poco a poco... profundo... oscuro... eterno sueño...
Y llego a casa... y despierto a Cynthia... le digo: Heath Ledger ha muerto. ¿Quién?, pregunta ella asustada. El rubio de Brokeback Mountain... Y Cynthia me pregunta: ¿Por qué?