
Esta última semana la he pasado en la feria de teatro de Palma del Río, es una muestra de teatro, la más importante que se hace en Andalucía y donde se da a conocer los espectáculos más importantes de teatro que se han producido en el último año. Yo he ido como programador del teatro de Martos y como autor del montaje “¿Próxima cita? Hotel Paraíso. He visto una media de 7 espectáculos al día y poco tiempo me daba para escribir pero si mucho para reflexionar de teatro y esta es una de mis reflexiones.
Sarah Kane es una de las autores de teatro que más me han influido a la hora de escribir y entender el teatro. Sarah se suicidó el 20 de febrero de 1999 a los 28 años de edad, por culpa de una depresión. Yo tuve la suerte de conocerla unos tres meses antes, en el Instituto de Teatro de Sevilla (CAT), donde por aquellos años yo era alumno, fue el mes de noviembre de 1998, y durante ese mes nos transmitió su forma de comprender y hacer teatro a un grupo de incipientes dramaturgos andaluces. Sarah pidió que se tradujera una de sus obras, “Blasted-Reventado”, ya que por entonces su teatro no era conocido en España y que la leyéramos antes de empezar el curso. Nos pidió que pensáramos el tema de música que colocaríamos en nuestro entierro y que lleváramos diez fotos, personales o no, que nos impactara por alguna razón. La verdad que la preparación del curso sirvió para removernos por dentro y esperar impactantes a la profesora. Sabíamos que Sarah Kane estaba considerada en Reino Unido como una de las mejores dramaturgas del momento, era provocadora, tremenda, rompedora, atroz y única. Sus obras no dejaban a nadie indiferente... para algunos era inmundicia humana y para otros una autentica genia. Yo tengo que reconocer, que tras conocerla y convivir con ella, mi forma de escribir y entender el teatro cambió por completo. Entendí que tras un teatro tan agresivo como en una primera capa parecía el suyo, se escondía la autora que es, sin duda, la última romántica del siglo XX. Ahora, casi diez años después, cuando estoy trabajando con un grupo de jóvenes de Martos, textos de su última obra, la que dejó escrita antes de suicidarse y que llamó 4.48 psicosis, me doy cuenta que es una mujer que vivió por y para “el amor no correspondido” y esa no correspondencia la llevó a vivir en las tinieblas más atroces y dolorosas. Su teatro es un canto desesperado por compartir el amor que sentía con la persona que deseaba. Son textos llenos de drama, de sensaciones vitales, que todos hemos sentido y sufrido cuando amamos con pasión y esa pasión se ahoga en nosotros mismos y no es compartida con nadie... Palabras contundentes que se te clavan dentro y que son agresivas, llenas de rabia, de pasión, de amor vivo dispuesto a morir... ¡ Cuantas veces hemos lamentado que otra persona no sienta lo que nosotros sentimos...! Sarah explora el sentimiento del amor y lo lleva a sus últimas consecuencias… y convierte en textos dramáticos aquel vía crucis personal, en el que vivió y la llevó al suicidio, y que todos hemos atravesado alguna vez en la vida. Y os pongo un pequeño trozo como ejemplo: " Mierda. Mierda. Mierda por rechazarme al no estar nunca, mierda por hacerme sentir una mierda, mierda por desangrarme todo el amor y toda la vida que tenía, mierda mi padre por hacerme la vida para siempre y mierda mi madre que no se fue a la mierda y lo abandonó, pero sobre todo, mierda Dios por hacerme amar a una persona que no existe, mierda mierda mierda."
Os invito que estéis atentos… ya que el próximo viernes 3 de agosto estrenaremos un montaje… sobre Sarah y el amor que hemos titulado DESORDEN…