Ayer mientras veía en el cine la película “Madres e hijas “ de Rodrigo García, en mi cabeza se mezclaban diversas líneas argumentales. Por un lado todas las historias que se narran en la película, que hacían que, mientras las disfrutaba, yo analizara de forma inconsciente mi propia vida. A Eso se unía a la conversación que había tenido, minutos antes de entrar en el cine con mi amigo Jesús, sobre el fútbol. Mientras hablaba con él, crucé por delante de las carteleras del cine Golem, donde siguen proyectando “A propósito de Elly”, película iraní de la que ya os he dicho que me parece de lo mejor que se ha estrenado este año… No sé porque me dio por pensar, en una ráfaga de segundo, en cuanto bien le podría hacer el fútbol a la situación política y social de Irán. Pero seguí hablando con Jesús, llegué a la taquilla, compré la entrada del cine y me metí a ver la película de Rodrigo García.
No os voy a destripar nada de la película pero como en todas historias hay decisiones que tomar… eso hacía que yo pensará: ¿Debo o no debo llamarlo? ¿Por qué sigue en mi cabeza después de tanto tiempo? ¿Por qué estoy tan sensible? Será por el fútbol… La emoción del triunfo, la alegría de la victoria hace que no deje de llorar… Pensaba: me gusta… ha pasado más de 6 meses pero tal vez, ambos nos aceleramos…él y yo, yo y él… Tal vez nos merezcamos una segunda oportunidad… eso es lo que yo quiero… ¿y él? Si no lo llamo nunca lo sabré… Estoy preparado para un no… Y en ese momento Pedro cruzaba corriendo por medio de la película y fallaba un pasé perfecto a Torres.
La película avanzaba y ella misma me iba dando la respuesta a muchas de mis preguntas… No hay que esperar más tiempo… el tiempo siempre va a nuestra contra… hay que despejar la incógnita… llamarlo y si él quiere volvernos a ver… y luego ya veré… Tal vez sea importante en mi vida… tal vez se quede… tal vez sólo sea un amigo, tal vez sea algo más… tal vez… tal vez… pero si no hago esa llamada nunca tendré esas respuestas… nunca… El gol de Puyol me calentaba el alma como lo hacían esas madres y esa hijas… Ese gol hacía que pensará en mi padre y en las muchas cosas que no hicimos juntos y que jamás podremos vivir… como este mundial… Joder, mi padre se merecía ver a la selección en una final… y mi decisión parecía firme…
La película terminó. Salí a la luz de la plaza de los cubos… Me atreví a llamar por teléfono… os aseguro que la pelota está ahora en su terreno… y si no lanza… el partido habrá terminado… pero el mundial, el de verdad, aún sigue… queda un partido… un partido de ensueño… un partido con el que llevamos soñando toda una vida… Recuerdo Argentina, España, México, Italia, EEUU, Francia, Korea, Alemania… recuerdo cada derrota, cada lágrima, el error de Cardeñosa, la nariz rota de Luis Enrique y la Barba de Guardiola abrazándolo, Butragueño en México… Lo aburrido que fue Italia… Korea y ese desayuno helado y la mirada de Joaquín perdida… recuerdo la vergüenza contra Honduras en el 82… recuerdo tantas derrotas que necesito que sea verdad… necesito muchos goles… porque entonces es posible que esa llamada me dé igual… que todo me dé igual… y más aún si Pedro marca el gol que la otra noche se le negó y se acerca hasta la banda, mira al público, se levanta la camiseta roja y debajo lleva otra que pone… Libertad para Shakine Mohammadi Ahstiani y la foto de esta mujer iraní… entonces el fútbol se cargará de sentido y Joaquín tendrá que callarse la boca… Y España habrá ganado y yo se lo dedicaré a mi padre… Goooooool… El fútbol es de puta madre…
3 comentarios:
Ojalá tu deseo -los dos deseos, pero hablo ahora del futbolero- se cumpla esta noche. Es verdad que será algo simbólico, que va más allá del resultado concreto, y nos va a emocionar a muchísimos... me has hecho pensar en mi padre, también, y me has puesto la carne de gallina.. mi padre futbolero y del Sevilla, a quien yo desdeñaba en esa y otras aficiones, hasta que, siendo él ya mayor, comencé a querer como era, con su flamenco, su fútbol, su molde que en apariencia tanto difería del mío.
Esta noche me acordaré de él, gracias a tu entrada, y se lo brindaré en silencio. Porque estoy seguro de que ganaremos.
Un beso
Ya lo creo, Antonio...ya creo que el futbol tiene sentido...cuánto he llorado después de ese gol de iniesta...cuánto he llorado sintiéndome Carbonero, viviendo la libertad en Ermua y siendo afroespañola, peruana o indú de Lavapies, en este cacho tierra ingrato....Ya lo creo que tiene sentido lo que esta panda de chicos ha conseguido.
Y mientras tenía más que presente al futbolero de mi abuelo, el disfrute se llenaba de significado cerca de mi chico con los ojos llenitos de lágrimas. (Todavía no acabo de tener claro del to, si sus lágrimas eran por el triunfo rojo o por el besazo y la naturalidad de Iker...y es que es una romántica!!)
Un beso cargado de sentido, para tí.
TQ
R.
Querido Antonio; gracias por tu entrada, yo también me emocioné y pensé en mi padre, gracias a la vida lo llamé y cuando estuve en la explanada esperando a los jugadores descolgué el teléfono para que los escuchara.
Los deseos si se piden desde el corazón se cumplen aunque a veces la vida es sabia y lo que no nos favorece nos lo quita o no nos lo devuelve...ojalá se cumplan tus deseos, uno de los míos ya lo he cumplido: conocer a mi chica; el otro esta en camino; amigo el año que viene viviré en Madrid contigo.
Te quiero cielo, esta semana nos vemos un besazo
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