domingo, 18 de mayo de 2008

¿POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS?

¿Por quién doblan las campanas?

Vuelvo a Madrid sin música. El viernes viniendo a Jaén mi compañero, de asiento trasero de tren, me sustrajo de forma sibilina e inteligente mi ipod. Desde ese momento empecé una caída libre y sin paracaídas. Donde he ido tomando conciencia de mis limitaciones, de mis ansias y de mis equivocaciones… Todo cambia, todo gira… todo se acaba y todo se transforma, es algo que sé, que he cantado, que he aconsejado pero que cuando toca asumirlo en tus propias carnes cuesta… Llevo meses precipitando un cambio, un mudanza vital necesaria, que supone una ruptura, un final de temporada, un punto y a parte o un punto final.

Final no, me niego a que sea final… prefiero y a parte. Ahora toca otra cosa. Toca empezar a una nueva etapa y decir adiós a ciertas ataduras (cómodas, amigables, ricas, familiares, acogedoras) que me han hecho fluir, experimentar, enriquecerme y ser lo que soy durante unos cuantos años de mi vida. Ataduras (y por favor que no se entiendan como algo negativo) que me impiden desarrollarme, coger mi vida por los cuernos, montarme en un tren de ida (siempre volviendo) que me aleje de una vez por todas de mis raíces.

Este tren de ida y vuelta lo pille por primera vez hará ahora cerca de 19 años. Primero Madrid y siempre volvía: tenía que ver a la familia… era un adolescente asustadizo que me daba miedo enfrentarme a la vida. Me sentía más seguro cobijado en la familia y no me atrevía a volar por mi mismo… soñaba… despertaba… volvía a soñar… vivía unas cuantas horas… volvía a soñar con la vida que quería vivir… pero el miedo (miedo a la dificultad, a lo incomodidad vital, al fracaso) me frenaba y me hacía que me refugiara constantemente en mis raíces… Y en esas raíces… encontré el amor… y el amor que me ayudó a crecer, a tener seguridad en mí… a ganar confianza… me obligaba que siguiera enraizado… que siguiera comprando siempre billete de ida y vuelta, daba igual el destino de ida: Madrid, Granada o Sevilla, la vuelta siempre era a la peña, al polen del olivo (al cual soy alérgico), a las calle empinadas que llevan a Santa Marta.

Tanto viaje me hizo perder algunos miedos, ganar algunas inseguridades, crecer, conocer a otros viajeros, profundizar en mis orígenes, ser capaz de criticarlos desde lejos y desde cerca, amarlos, odiarlos… Reconocerme en ellos y rechazar la parte de ellos que me molesta… pero, poco a poco, me fui integrando en ellos… la vinculación se va haciendo más y más profunda… decido volver: por amor, por trabajo… por bucear más en mi mismo… los billetes cambien de dirección... vivía en el pueblo y sólo era un visitante de fin de semana de la gran ciudad… Lugar donde dejé parte de mí… tal vez la parte que había construido yo solito y sin la ayuda de nadie.

Han sido cuatro años llenos de virajes… llenos de sorpresas… de cambios de domicilio, de abandono de hogares… de conocer a gente que me han aportado lo mejor… de meter mi vida en cajas… de ver como las personas que quiero se localizan y encuentran su lugar (momentáneo en el mundo), de perder yo el mío… de saberme querido, cómodo, de sentirme capaz de renunciar a sueños, de luchar por no renunciar a ellos, de sentirme rico en amigos, de sentirme agradecido, de sentirme un pequeño líder odiado por muchos y amado por otros… y por eso sentirme útil, saber que he abierto puertas… haber sido capaz de valorar otras formas de entender la vida, que he visto el bosque… y no sólo el sendero de baldosas amarillas… de saber que mi sendero está lleno de curvas… y que a pesar de todo, de saber que el bosque es rico, verde, frondoso, agradecido, quiero seguir el camino por mi sendero… un sendero que construyo yo… que no quiero depender de nadie… que asumo que soy perrillo sin amo… y que este perro sin amo y con ano… va a empezar a dejar de comprar billetes de ida y vuelta… que va a empezar a cortar vínculos que me imposibilitan crecer hacia mi mismo… que me siento incapaz de dar más… que necesito mi tiempo para mí… refugiarme en mí… disfrutar de mi soledad… de mis escritos… de mis cines… de mis paseos solitarios por la Gran Vía… de buscar más formación… de alejarme de mis raíces y crecer hacia arriba, no bucear hacía abajo… porque he llegado al fondo de mi mismo… porque eso han sido estos cuatro años: una titulación en autoconocimiento… y es mayo… y me enfrento a los exámenes finales… y sé que los voy a aprobar… ya que he estudiado, he hecho practicas… y soy mi alumno y mi profesor…


Viajo hacia Madrid (sin música)… sé que me quedan algunas vueltas más… pocas, las justas… que poco a poco se irán haciendo más escalonadas… hasta que se conviertan en vueltas de placer… porque siempre estarán mi familia, mis amigos…

Sin duda es el final de una etapa y se quedaran en la cuneta muchas cosas, personas… otras remontaran el viaje conmigo… este blog, poco a poco, dejará de tener sentido… ya que ha sido y está siendo el reflejo de una época, de un momento vital… y como cuando empezábamos un nuevo curso… tendré que comprarme una libreta nueva, con olor a imprenta, con las hojas limpias para volver a empezar… a escribir en ella las tareas diarias, las vivencias personales y compartirlas… un cuaderno que tendrá otras dimensiones… otras intenciones… otros invitados, sé que muchos permanecerán, porque mi casa, nunca real, será siempre su casa… He descubierto una nueva forma de comunicación… que me enriquece y me regenera… que me obliga y me enfrenta a mí y a los demás… no voy a perderla… Buscaré otro nombre… otra dirección… y allí nos volveremos a encontrar…

Como no tengo ipod y he dejado olvidados mis grandes cascos verdes en casa de Rosana y José (tendré que volver a por ellos)… En mi cabeza, llena de músicas, resuena una y otra vez una bella canción de la Granja: “¿por quién doblan las campanas?”
“¿Por quién doblan las campanas?,
romperé una lanza a su favor,
¿por quién doblan las campanas?

Siete veces por semana,
siete veces nervio a flor de piel,
siete veces por semana.

Y sigo aquí al pie del cañón,
olvidado en un rincón.

Deliciosamente amargo,
fui sorbiendo el jugo de un limón,
deliciosamente amargo.

Como un trago envenenado,
como un trago helado a reventar,
como un trago azucarado.

Búscame al pie del cañón,
donde apenas luce el sol.

Sabes que siento hablarte en clave extraña,
siento que no entiendas la canción,
¿por quién doblan las campanas?

Primevara silenciosa,
mi flequillo lacio habla por ti,
primavera deliciosa.

Arrogancia en tus palabras,
deja que te pida una vez más,
¿por quién doblan las campanas?

Búscame al pie del cañón,
donde apenas luce el sol.

Sabes que siento hablarte en clave extraña,
siento que no entiendas la canción,
¿por quién doblan las campanas?

Sabes que siento hablarte en clave extraña,
siento que no entiendas la canción,
¿por quién doblan las campanas?”

Y sé, que es por este ciclo de idas y vueltas, que es por el ano (años) del perro.

domingo, 11 de mayo de 2008

MI PRIMER MEME (¿memé o meme? ¿es de memez?)

Mi compañera de fatigas, de humillación y lapidación social (Roxybogavante) y de momentos de plena felicidad me pide que realice este Memé. Estás son las instrucciones de uso y provecho.

1/ Poner el enlace de la persona que me obligó desde su amistad bloguera a realizarlo. Ya lo he dicho: Rosana Barranco Medina o Rosana La Chynda o Susana, para otros, Rosa Ana (para la partida de nacimiento) o unos zarcillos pa mi luna (para Internet), Roxybogavante (para mí)… es decir mujer de muchos nombres y de amplias vidas… mujer sabía y bella… que todo lo llena de luz… de amor… de swing… de poesía… de pecado… de teatro y de vida… por cierto a quien no la conozca que se pase por su blog: www.retalesdelunares.blogspot.com

2/ Dejar las reglas del juego que son estas.

3/ Compartir 6 cosas importantes y 6 nada importantes.

Empiezo por las importantes:

1/ Mi familia… en su mayoría mujeres y los hombres que las aman, el recuerdo de mi padre y mis amig@s que ellos saben quienes son…

2/ La música, mi ipod… sin ellos no puedo vivir… necesito tener una banda sonora vital, que defina mi estado de animo del momento, del día… música para las imágenes corrientes… para los viajes… para llorar por la calle… para pensar… para crear… para amar… para andar…

3/ Saber que Argentina, Lisboa… están ahí y que puedo escaparme mental o realmente siempre que quiera. Saber que esas ciudades me esperan y que sólo están o yo estoy completo cuando soy en ellas. Y ese “ser” no tiene porque ser físico… puede ser una quimera, una ilusión…

4/ Mi capacidad de crear. Ya sea delante de una libreta blanca (comprada en cualquiera papelería de la vieja Europa), delante de la pagina blanca del Word o en un escenario rodeado de actores a los que poder dirigir… Necesidad de contar historias… de verter opiniones… de expresarme sin limites.

5/ Las ganas de diversión… pasarlo bien… en una cena, con unas cañas al sol, bailando hasta el amanecer… bailar… bailar… beber… compartir esa emoción única que se desprende en los momentos de felicidad única que da la vida…

6/ Mi mochila, el mar y el sexo… (son tres en uno).


Y ahora las seis (6) cosas nada importantes.

1/ La estrechez de miras… en el carnaval está permitido todo… pero luego que nadie hable… que nadie diga… que nadie opine… que muera la ironía… y que esos mismos que disfrutan y veneran el carnaval… sean los que te critican, lapiden y humillen porque tú, en este caso yo, decides que tu vida es un carnaval continuo.

2/ El SIDA y todas las enfermedades que se originan y bloquean el disfrute humano… Esas enfermedades que sirven para que algunos sigan creyendo en el castigo divino.

3/ La Iglesia como institución… como pensamiento… como moral alienástica y castradora…(por cierto dentro de la Iglesia hay personas renovadoras… valientes y únicas… pido que se sigan oyendo y que en un futuro, la iglesia ya no se escriba con mayúscula y sea de verdad esa plebe que Jesús recogió entre los parias del mundo y sean una sola voz o varias).

4/ Las dictaduras sean del signo que sea… no puedo con ellas… quien me conoce sabe que no pienso pisar Cuba hasta que el comunismo dictatorial desaparezca… y ya inventará el pueblo cubano algo para que no se convierta en un estado yanqui…

5/ nacionalismos asesinos violadores infanticidas maltratadotes del amor.

6/ Los hijos que son más antiguos que sus padres… los hijos que impiden la evolución natural que sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos o tatarabuelos impulsaron y de repente la frena… y el camino evolutivo recorrido a por sus genes… se queda muerto y baldío en ellos… fin de la evolución… hijos que asesinan a Darwin… tal vez mejor hubiera sido que esos padres hubieran abortado…


4/ Invitar a 6 personas o blogger a hacer este juego… o confesión con la voz y el puño en alto… Estos son mis seis invitados.

1/ Ana mi amiga de Melilla: www.7anosdemalasuerte.blogspot.com

2/ Justo y sus tiburones: www.tiburonesenkorador.blogspot.com

3/ Mi gata favorita: www.blogparaundiaazul.blogspot.com

4/ Mi maestra, una mujer tranquila: www.mas-dificil-todavia.blogspot.com

5/ A la asociación Vértigo (es decir a Jose Molina o a mi primo Jesús o a los dos, ya que a David lo ha invitado Roxybogavante y sé que son los encargados de la pagina, que respondan como quieran o en plan personal o como si Vértigo hablara): www.acvertigo.blogspot.com

6/ A Luisma un poco el causante de que el mundo blog creciera en mi pueblo: www.luisluque.es

Y como a mí siempre me ha gustado saltarme las reglas voy a invitar a dos personas más.

7/ A Inma o imc… porque tengo ganas de seguir conociéndola.( ¿Para cuando un café) www.imc-monsite.blogspot.com

8/ A Eric que empieza en esto del mundo del blog y sé que tiene ganas de más:
www.eric-dandydelextrarradio.blogspot.com

martes, 6 de mayo de 2008

TODO SIGUE IGUAL

El Madrid ha vuelto a ganar la liga y todo sigue igual. Guardiola, posiblemente, será el próximo entrenador del Barça y todo sigue igual. Ha muerto Leopoldo Calvo Sotelo y todo sigue igual. Un nuevo huracán en la antigua Birmania y todo sigue igual. 10.000 muertos y todo sigue igual. Todo sigue igual… pase lo que pase… porque todos sabemos que después de la tormenta siempre viene la calma (esto no lo digo yo, lo cantaba Alejandro Sanz en su “corazón partío”). Ha pasado un tiempo. Un tiempo de silencio y reposo. Y de nuevo estoy aquí, delante de la pantalla de mi mac, en un AVE camino a Sevilla, con el sol del amanecer entrando por mi derecha. Un sol de primavera en un cielo azul pero con bellas y limpias nubes. En mis cascos suena Mishima… Y miles de preguntas sin respuesta giran dentro de mi cabeza. Preguntas que nunca encontraran su fin… y que vagarán perdidas en un limbo por donde conviven, los mensajes de móviles que nunca llegan, los emails extraviados, los deseos mutilados, los planes fracasados o los besos no dados… pero a pesar de todo, todo sigue igual. Vuelvo a escribir en mi blog, vuelvo a mi casa y vuelvo a recuperar una ciudad que creí perdida.

Durante unos días me sentí mancillado. Unos amigos míos, al volver de vacaciones de semana santa, llegaron a casa, dejaron maletas en el salón, los ordenadores, sus relojes, todo lo que traían esparcido por su casa y con toda la tranquilidad del mundo se fueron a dormir. A la mañana siguiente, cuando se despertaron, descubrieron que por la noche unos ladrones, mientras ellos dormían, habían entrado a su casa y se habían llevado todo lo que habían querido. Mi amigo se puso a dar patadas contra todo… Se sentía impotente… No sabía qué hacer… Le importaba las cosas materiales, por supuesto, se habían llevado su ropa, sus ordenadores llenos de sus cosas personales, sus relojes (cada uno con una historia)… pero lo que más le dolía era saber que esa noche, varias personas habían entrado con toda impunidad en su casa y posiblemente lo habían observado mientras dormía o acariciaba a su pareja… o se abrazaban en medio de una pesadilla, había observado sus fotos desperdigadas por toda la casa en portarretratos de diseño, o habían registrado sus armarios y habían tocado su ropa o su cepillo de dientes… descubrieron que los ladrones, mientras buscaban que llevarse, se habían comido unas galletas que habían traído de sus vacaciones y le habían dejado los restos… Todas estas cosas hacían que se sintiera impotente… y se maldecía por haber olvidado poner la alarma… tuvo ganas de abandonar su casa, mudarse… se sentía que le habían deshonrado su intimidad… pero al final decidió que esa era su casa, su lugar… que estaba enamorado de cada uno de sus rincones. Que su salón diáfano y puro con una bella cristalera que da un jardín único, que su dormitorio, que su vestidor y su buhardilla los había construido para ser el lugar donde vivir y expresar su amor con toda la libertad del mundo y que nadie lo echaría de allí… Esa era su casa y allí seguiría… eso sí, pondría una alarma y no permitiría que nadie, al que él no invitará, entrara a su mundo. Su casa tenía unos muros, tenía unos setos y allí podría ejercer el derecho de vivir como quisiera… y convivir con quién él quisiera. Hoy vuelvo a escribir en mi blog y todo sigue igual.

Hace unas semana volví a casa de mi madre. Dejé un pequeño apartamento (para quién quiera conocer la historia del apartamento los remito a un post que se tituló: “en mis noches ha vuelto a cantar el cuco”) donde he vivido en el último año y recuperé mi antiguo dormitorio (aunque nunca lo sentí del todo mío, ya que cuando mis padres se mudaron al nuevo piso yo ya vivía fuera de Martos). “…Es una tontería estar pagando un alquiler cuando mi madre vive sola en 180 metros cuadrados y yo estoy todo el día de un lado a otro…” Esto me decía una y otra vez… pero mi intimidad ¿qué? Llevo viviendo solo desde los 18 años y volver a casa de mi madre (aunque sea sólo unos días a la semana) se me presentaba como un signo de perdida de mi independencia. La mudanza se fue complementando poco a poco. Compré una gran estantería para llenarla con mis cientos de DVD, tiré las películas VHS y mis cintas de casette, llené estanterías de libros que durante un par de años habían estado metidos en cajas… y cuando lo vi todo colocado y más o menos ordenado, sentí que las cosas habían encontrado su lugar en el mundo, las cosas sí, yo no. Me sentí algo más libre, sin equipaje y sin peso… con capacidad para seguir moviéndome, seguir comprando billetes a ninguna parte o a miles de lugares… sentí que el mundo se abría… y que yo lo podía recorrer una vez más y que siempre tendría ese lugar para regresar, para perderme en mis músicas que me acompañan en mi periplo vital, gracias a mi ipod, en mis libros y mis 1000 películas favoritas… De repente en medio de esta disquisición vital escuché un bello murmullo, procedía de la habitación de al lado, era mi madre que estaba rezando el rosario y tenía puesta una emisora de radio que lo transmitía. De repente mi cabeza viajo a mi infancia… al cuarto de costura, a mi abuela cosiendo delante de su ventana baja, sentada en su silla baja de anea, y yo estudiando a su lado. Mis ojos se llenaron de lágrimas y sentí la felicidad de sentirme parte de esa familia. Me sequé las lagrimas. Mi madre seguía escuchando el rosario y rezándolo de carretilla. Busqué un cd, dudé si poner La corte del Faraón o la del Soto del Parral, dos de las zarzuelas favoritas de mi abuela y que tuve la suerte de ver en mi infancia con ella en el teatro de la Zarzuela de Madrid… pero decidí poner “La revolución sexual” de mi “Casa Azul”. Me desnudé y me puse a cantar… la música sonaba feliz, mi madre oraba feliz y yo cantaba feliz desnudo… nadie se santiguo, nadie se flageló… mi madre terminó su rosario, yo mi ducha, nos tomamos nuestro café, hablamos de los absurdos de la vida y cada cual se fue a sus quehaceres diarios felices y contentos. Mis cosas habían encontrado su lugar en el mundo y mi madre y yo éramos felices conviviendo juntos. Y todo sigue igual…

Esta mañana, mientras iba de mi casa en la Latina a la parada del metro de Tirso y de allí a Atoche para pillar el Ave donde voy montado, miraba el cielo de Madrid, rosado, con nubes diáfanas, casi transparentes, los pájaros revoleteando entre las cúpulas de varias iglesias, el suelo mojado porque acababan de regar, pasos de peatones recién pintados, teatros adormecidos, el mercado de la cebada con su piscina apunto de ser cerrados por reformas, gente recién duchada, algún yonki transpuesto en el cajero de un banco, cafeterías bostezando, repartidores de prensa gratuita sonriendo… y de repente me he sentido bien… me he sentido que era parte de esa ciudad… que me gusta disfrutar de su seco invierno, y naufragar en su alquitrán en pleno agosto, pasar tardes en los renoir o en los ideales viviendo otras vidas lejanas… que me gusta la sala pequeña del teatro Español o hacer teatro en la abadía o estrenar en el Alfil y tomarme un café en el sturbucks mientras camino por la gran vía… que tengo recuerdos desperdigados por sus calles… por sus bares… que he disfrutado en ella del amor y del desamor… que he follado en la latina, el leganitos, en el barrio del pilar, en chueca o en ventas… que adoro la plaza de España, y me gusta, y me gustaba, Cuatro Caminos con su escalextriz incluido, que la ciudad universitaria sigue ahí esperándome 19 años después, que me he peleado con taxistas…que me conozco su plano de metro a la perfección y soy capaz de ir desde Metropolitano a Mar de Cristal sin dudar… que Madrid me pertenece como yo a ella… y que he vivido pero que no sé si quiero quedarme…pero que he sido, soy y intentaré seguir siendo feliz aquí, aunque sea a ratos… y que a pesar de todo… todo, la vida, sigue igual.

Volviendo de Madrid en mi ipod sonó "La vida sigue igual" y en ese momento recordé a mi padre... Mi padre murió hace hoy 7 años... "Al final las obras quedan , las gentes se van, otros que vienen la continuaran, la vida sigue igual". Va por ti papá.